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| Una muestra de las cajas y bolsas hechas con residuos orgánicos. (LA PRENSA/M.GARCÍA) |
Wendy Álvarez Hidalgo
El acopio y transformación de productos orgánicos con valor agregado poco a poco está tomando mayor empuje, especialmente entre pequeñas y medianas empresas (Pyme).
Hace dos años Dominique Ruegsegger y su esposa William Downs, decidieron aventurarse en el mundo de los negocios con la fabricación y comercialización de mermeladas elaboradas a base de frutas tropicales como piña, mango, calala, naranja y guayaba, entre otras.
Aunque en su mayoría estas frutas no cuentan con la certificación de una compañía dedicada a este proceso, Ruegsegger, de nacionalidad suiza, asegura que las frutas con las que elabora las mermeladas, están libres de químicos como pesticidas o herbicidas.
“Nuestra idea es ser promotores de la producción orgánica, de la conservación del medio ambiente y del consumo de alimentos sanos. Sabemos que todos nuestros productos son orgánicos, aunque algunos de estos no están certificados”, sostiene.
Para que una finca logre la certificación debe someterse a un estudio y análisis sobre sus prácticas agrícolas para confirmar que, en su proceso de producción, no utiliza sustancias químicas como pesticidas o herbicidas, por ejemplo.
Pero esta mediana empresa también vende mermeladas que sí están certificadas por Biolatino, una compañía especializada en la certificación de fincas.
Las frutas son compradas a cooperativas de productores de diversas zonas de Nicaragua, en especial a aquellas asentadas en el norte y centro del país. Los rubros son adquiridos de acuerdo a su ciclo de producción.
Posteriormente son tratadas y envasadas en pequeños recipientes de vidrios, los cuales son almacenados por cierto tiempo en una bodega hasta estar listos para ser comercializados, explicó Ruegsegger.
Mientras las mermeladas que están elaboradas con frutas orgánicas no certificadas, son mezcladas con azúcar convencional.
Ruegsegger explicó que, para los productos que sí están certificados la empresa debe importar azúcar orgánica y certificada.
Actualmente esta pequeña empresa denominada Finca Agroecológica Santa Clara, ubicada en Jinotepe, Carazo, emplea a un poco más de 10 personas.
EL MERCADO
En promedio de esta pequeña empresa fabrica anualmente 30 mil pequeños recipientes, que son sellados herméticamente, los que favorece que la mermelada se conserve por lo menos entre tres a cuatro años, según el empresario.
Estos envases son comprados a una empresa de origen guatemalteco, radicada en Nicaragua, cuyo nombre no mencionó.
Del total de la producción para este año, que es de 30 mil unidades de diversos sabores, la compañía proyecta exportar un poco más del 50 por ciento a los mercados de Guatemala, Costa Rica, El Salvador y Suiza.
Ruegsegger señaló que están en negociaciones con exportadores de los países descritos.
“Nosotros esperamos tener muchas oportunidades en esos mercados porque ofrecemos productos que cumplen con los requerimientos sanitarios necesarios y porque es un alimento sano para el consumo humano” refirió.
TAMBIÉN EMPAQUES
Fabricar papel a base de residuos orgánicos y de forma artesanal es la especialidad de la empresa Miami Printing S.A, otra pequeña empresa que desde hace tres años comercializa en el mercado nacional papeles de diversos tamaños y colores.Ronald Ayala, propietario del negocio, explicó que el papel es elaborado con fibras de plátanos, cascarilla de café, con flores, entre otros, los cuales son acopiados y posteriormente procesados de forma artesanal.
Con el papel fabrican empaques diversos, entre ellos cajas navideñas o para regalados en temporadas regulares.
“Nosotros queremos con este tipo de producto que las instituciones estatales y compañías comiencen a hacer campaña en pro del medio ambiente, mediante el uso de papel orgánico y artesanal”, sostuvo.
Actualmente esta pequeña empresa genera más de 15 empleos directos y tiene presencia en el mercado nacional. También exporta a baja escala en Costa Rica.
Ambas Pyme participaron en la primera edición de Deco Regalo 2007, promovida recientemente por la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN).
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