Las suculentas o la flor inmortal se encuentran en Jardines
de Las Pilas, el más antiguo en Jinotega.
Por: Sara Ruíz
Bajo la niebla de la jinotegana comunidad de Las Pilas se
encuentra el vivero de Martha Elena Castro Aguilar y familia. Las flores y
plantas atraen las miradas de quienes recorren la carretera de Jinotega a
Matagalpa y es parada obligatoria de aquellos que se enamoran del colorido que
hay en el sitio, el más antiguo de la zona. Las especies van desde las más
sencillas hasta las más exóticas o raras, como las suculentas que son
originarias de Canadá.
Fue la mamá de Martha, doña Lidia Castro, quien empezó el
negocio con unas cuantas flores, hace aproximadamente cincuenta años, cuando el
clima en Jinotega era mucho más frío y el único calor para cuidado de las
plantas eran las palabras de amor que la señora les decía mientras las cuidaba.
En el vivero hay cuanta especie se pueda imaginar. La
suculenta es fibrosa, parecida a la sábila y requiere poca agua, como los
cactus, es originaria de Canadá. La bella flor inmortal, es resistente, casi no
se marchita.
Doña Martha Castro y su hija Lorena están siempre pendientes
del cuido de cada plantita.
La gazania es una flor
“fuerte”, que se cultiva y pega en todo clima, especialmente el soleado,
es originaria de Costa Rica. Las fucsias son también de Canadá.
“Era una atención especial, mi mamá les ponía música y se sentaba a
limpiarle las hojas una por una mientras les hablaba bien cariñosa”,
recuerda Castro, quien luego de seguir los pasos de su madre ha
inculcado el amor a las plantas a sus hijas, quienes también cuidan del
vivero.
El vivero de Las Pilas es uno de los principales proveedores de flores y
árboles para quienes promueven jornadas ecológicas, entre los clientes
que reciben están la Alcaldía Municipal y estudiantes de todos los
centros escolares. Los árboles que más se han vendido son los pinos y
las variedades frutales.
Ver contenido original de esta noticia en: http://www.laprensa.com.ni/2015/10/02/reportajes-especiales/1911897-un-vivero-con-tradicion
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La gazania es una flor “fuerte”, que se cultiva y pega en
todo clima, especialmente el soleado, es originaria de Costa Rica. Las fucsias
son también de Canadá.
“Era una atención especial, mi mamá les ponía música y se
sentaba a limpiarle las hojas una por una mientras les hablaba bien cariñosa”,
recuerda Castro, quien luego de seguir los pasos de su madre ha inculcado el
amor a las plantas a sus hijas, quienes también cuidan del vivero.
El vivero de Las Pilas es uno de los principales proveedores
de flores y árboles para quienes promueven jornadas ecológicas, entre los
clientes que reciben están la Alcaldía Municipal y estudiantes de todos los
centros escolares. Los árboles que más se han vendido son los pinos y las
variedades frutales.
Las suculentas, de hermosos colores y tamaños son
originarias de Canadá. La dueña del vivero ha logrado traer varias especies de
otros países.
Lorena Mendoza, hija de Martha, estudia Ingeniería
Agropecuaria con el fin de poder continuar la tradición de su familia con el
vivero. Explicó que el cambio climático les ha afectado un poco por lo que han
tenido que implementar invernaderos que protejan a las flores más delicadas
como las fucsias, las rosas y plantas como la ruda y las suculentas.
“Gracias a Dios todos los días nos vienen a comprar de todas
partes, han venido hasta de la Costa Atlántica y nosotros también salimos a
vender los lunes a Jinotega y los martes y sábados a Matagalpa”, comentó
Lorena.
La única variedad que doña Martha no ha podido seguir
sembrando son las violetas porque son delicadas y requieren más tiempo y
cuidados. “Mi mamá se sentaba diario con sus ochenta violetas y como si fueran
jóvenes a las que maquillaba, ella agarraba un brochón y las limpiaba, yo ya no
puedo sembrarlas porque como ahora tengo más plantas no puedo sentarme como mi
mamá, pero realmente me ha impulsado a continuar con el vivero es el amor que
mi mamá le tenía a las plantas”, comentó.
Las gazanias, son flores “fuertes”, que se cultivan y pegan
en todo clima especialmente el soleado.
CUIDO ESPECIAL
Para que las plantas se desarrollen bien, familiares de
Castro hacen una mezcla especial para preparar la tierra y utilizan algunos
insecticidas para evitar las plagas como ácaros y zompopos.
“Sembrar plantas desde que amanece hasta que anochece es
parte de mi rutina, pero las amo y entiendo, hay una alegría al ver que una
flor nueva reventó cada mañana, ya con eso me pagaron lo que voy a hacer en el
día”, explicó Martha Castro, quien tiene el sentimiento que cuidar el vivero
con amor y empeño es mantener la memoria de doña Lidia en cada flor que ahí
crece.
Aparte de ofrecer una gran variedad de plantas, también
reciben visitas de extranjeros y amantes de la naturaleza que llegan a tomar
fotos, consultar sobre el cuido de las plantas y recorrer las secciones del
vivero para conocer más.
Martha asegura que ha sido difícil pero que con esfuerzo han
logrado reproducir plantas extranjeras, siendo el 75 por ciento que se siembra
en el vivero.
Las fucsias también se encuentran en el vivero de Las Pilas.
EN LA VARIEDAD ESTÁ EL GUSTO
Árboles y flores de todos los tipos y tamaños son los que se
encuentran en este paraíso. Los precios oscilan entre los 15 córdobas y los
1,200 córdobas.
500 plantas, aproximadamente, de diferentes especies alberga
este vivero. El árbol de ciprés piramidal es el más caro. Cuesta 1,200
córdobas, por su forma recta y crecimiento descomunal. Martha Castro asegura
que cuidarlas es un trabajo cansado, pero que su satisfacción es ver el
desarrollo de estas.
70 variedades de suculentas, aproximadamente, crecen en
este vivero ubicado en Jinotega. Estas son las favoritas de los amantes de la
naturaleza.
50 variedades de cactus, se encuentran en el vivero Las Pilas, la
mayoría se han traído de México. Castro recuerda que un cliente le dijo que
llegaría a comprar hasta el último cactus para completar su colección.
De México se han abastecido con más de 50 variedades de
cactus.
MUCHA DIVERSIDAD
Para mantener tanta diversidad en el vivero, la familia
Mendoza Castro se ha contactado con gente de Canadá de donde han conseguido
camelias y flor de asaria entre otras especies. De Costa Rica han traído las
gladiolas, azucenas y chinitas. Una de las mayores ayudas que recibieron para
abastecerse de plantas canadienses fue por un extinto vivero que estaba en
Estelí, donde pudieron conseguir aproximadamente cien variedades de plantas,
las cuales han conservado y reproducido en Jinotega.
Tomado del diario digital, www.laprensa.com.ni, Managua, Nicaragua.
Sección: Reportaje Especial.
Viernes 02 de Octubre del 2015.
Las suculentas o la flor inmortal se encuentran en Jardines de Las Pilas, el más antiguo en Jinotega
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