miércoles, 10 de junio de 2015

Matrimonio emprendedor apuesta a Lowery’s

Amina Rivera y Sven Lowery, propietarios del negocio.
Amina Rivera y Sven Lowery, propietarios del negocio.   

El menú de este lugar no tiene despliegues de sofisticación, pero sí combinaciones únicas a precios asequibles que empiezan a convertir a Lowery’s en un referente de hamburguesas caseras en Managua. 


Este pequeño lugar es una combinación de estilos, colores y sabores. Paredes pintadas de rojo intenso, decoradas con imágenes de hamburguesas y condimentos recuerdan más a una pizzería que a un restaurante de hamburguesas. Lowery’s es el lugar que se ha puesto de moda por estos días en Bello Horizonte, su nombre sonoro y sus hamburguesas de sabores exóticos empiezan a convertirse en un referente de comida rápida, a un precio de lo más asequible.

El restaurante sencillo, que aspira a ser franquicia, con poco más de un año en el mercado se perfila como un testimonio de la evolución que experimenta la hostelería en Managua y la búsqueda de rentabilidad en nichos de mercados poco explorados.

“Con mi esposa observábamos que los  restaurantes de hamburguesas en Managua no tenían calidad, la mayoría son franquicias  y pequeños puestos de  calle, que no satisfacían nuestras necesidades, entonces vimos un espacio abierto para incursionar en un negocio de hamburguesas caseras, con combinaciones diferentes”, cuenta Sven Lowery, de 31 años, el artífice de Lowery’s junto con su esposa Amina Rivera, de 24, ambos profesionales versátiles que se cansaron de ser jóvenes asalariados y optaron por emprender su propia idea de negocio. En un principio Amina ejercía de cocinera y jefa de restaurante y Sven de mesero y jefe de mercadeo de su pequeña empresa. En la actualidad ambos supervisan el negocio y tienen a su cargo a ocho colaboradores.   

“Yo siempre tenía la aspiración de crecer en los trabajos y nunca lo logré. Me quedé sin empleo y empecé  a  tocar puertas por todas partes  y no pude conseguir nada… había experimentado muchos fracasos en mi vida y en los negocios  ¿Qué era lo peor que podía pasar?”, se pregunta Sven, quien recuerda haber construido Lowery’s con sus propias manos,  y una inversión inicial de US$5 mil.

“Cada piedra, cada pared, cada viga que tiene este lugar, fue hecha con mis manos y las manos de mi papá,  y ha sido una experiencia tremenda, porque hoy puedo decir que amo lo que hago”. Tanto Sven como Amina se levantan todos los días a las seis de la mañana para realizar las compras de los proveedores y tener productos frescos cada día, organizar la producción, y atender las redes sociales, según ellos la mejor herramienta de publicidad que tienen hasta el momento, además de las recomendaciones boca a boca. 

Combinaciones    

“Queríamos compartir nuestros gustos por la comida con los demás, pero con combinaciones arriesgadas que nos dejaran un buen sabor”, señala Sven, quien se define más amante de las pizzas que de las hamburguesas, un gusto que fusionó  a la perfección con la Mama Mia (carne, pepperoni, hongos, mozzarella y salsa marinera)  “cuando la comes sentís que estas comiendo pizza y hamburguesa a la vez”, detalla combinaciones osadas que llaman la atención, como La Nicoya (carne, frijoles molidos, pico de gallo y queso quesillo), la Yin Yang (pollo, res, salsa teriyaki), hasta completar un total de ocho sabores totalmente únicos, sin dejar atrás la especialidad  de la casa, la hamburguesa a la BBQ (cebolla caramelizada, bacon, salsa a la barbacoa y hongos), esta es la primera hamburguesa creada por la pareja.

“La carne, las salsas y nuestras combinaciones son únicas. Nosotros hemos creado nuestros propios ingredientes y eso hace que nuestras hamburguesas sean especiales”, dice Sven, quien cuenta además  que tratan de ofertar todos los meses una combinación diferente, aunque reconocen que por ahora han optado porque los clientes se familiaricen con  el menú de la casa.

“Queremos que la gente cuando piense en nuestro nombre, lo asocien  a comida casera, con texturas diferentes, que al comparar  nuestros precios con los de la franquicia, destaquen la calidad, el tamaño y el sabor, queremos que  cuando vengan a Lowery’s se lleven una experiencia bonita”.

Una experiencia que involucra al cliente en todo momento, según Sven antes de incluir un producto en el menú, primero debe pasar por la aprobación del público, por lo que realizan dinámicas en las redes sociales, donde ciertos afortunados pueden degustar de la novedad de la casa, totalmente gratis, si el producto tiene éxito, entonces está lista para formar parte del menú.

“Nuestros clientes son quienes nos han dado el visto bueno siempre, tenemos la política en nuestro negocio, que si no te gusta la hamburguesa, te damos descuento o no pagas la cuenta, esa regla la cumplimos al pie de la letra”, apunta Sven.  

Emprender en Nicaragua  

Aunque Lowery’s cada día gana más terreno entre los amantes de las hamburguesas y su público se extiende más allá de los universitarios, sus propietarios cuentan que la experiencia ha sido difícil. “Lo más complicado de emprender es tomar la decisión y creer que se puede lograr”, afirma Sven, quien recomienda a los emprendedores definir bien su idea de negocio y no “disparar por todos lados”. “Podemos tener varias ideas, pero debemos aprender a cumplir nuestras metas poco a poco, porque si quieres empezar todo a la vez, puede ser que al final no logrés consolidar ninguna”.  

Proyecciones   

Los propietarios de Lowery’s se han propuesto abrir tres sucursales más, en Carretera a Masaya, San Juan del Sur y León, para esta última tanto Sven como Amina se encuentran en la etapa de negociación.  

Tomado del diario digital, www.elnuevodiario.com.ni, Managua, Nicaragua. 
Sección: Economía.
Miércoles 10 de Junio del 2015.

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