jueves, 25 de junio de 2015

Charla a la hora del macramé

Para asistir a los diferentes cursos que les imparten en las oficinas del Marisela Toledo los ciegos atraviesan dificultades, como la poca accesibilidad para movilizarse en la capital.
LA PRENSA/ A. MORALES    
 Para asistir a los diferentes cursos que les imparten en las oficinas del Marisela Toledo los ciegos atraviesan dificultades, como la poca accesibilidad para movilizarse en la capital.    

Estudian, pasan cursos, pero muchos no consiguen que las empresas les den empleo.   


Por: Amalia Morales.  

La oreja, el comienzo de la portamacetera, está hecha. Con la paciencia del peinador que confecciona una trenza larga de varios hilos. Son varios hilos, negros y blancos, los que Francisco Huete, ciego desde los 17 años, mezcla sin equivocar colores. Mira a través de sus dedos. Con las yemas toca y distingue entre los hilos, los que tienen dos nudos corresponden a un color, y los que tienen uno solo, corresponden al otro color. Así es como marcan los colores los ciegos que aprenden la técnica del macramé en el pasillo de una oficina.

A simple vista es un curso más que se imparte en la sede de la organización de ciegos más grande del país, la Marisela Toledo, pero para los invidentes participantes es siempre la posibilidad de aprender algo que les pueda servir para lograr un empleo o al menos para autoemplearse.

“Usted sabe que para el ciego es muy difícil hallar trabajo. Nadie le quiere dar trabajo a uno aunque esté preparado”, dice Huete, de pie frente a una ventana con verjas donde amarró la oreja de la portamacetera que está armando.     

El resto escucha la queja de su colega.

Maritza Ortiz quien arma un bolso con hilos de un rojo intenso, Norma Alicia Espinoza que de vez en cuando se para y va hacia el fondo del pasillo, en el portón tiene colgada tal vez un tercio de una faja blanco y negro.

Cerca de Bismarck Méndez, el instructor, que también es ciego, hay otros dos invidentes. Uno teje un portacelular en el peor color para un artículo como ese, en blanco y otro, Mario José Jarquín, parece trabajar una portamacetera o algo muy parecido. Una particularidad de los hombres : todos usan gafas de sol, aún bajo techo. Una particularidad de las mujeres: ninguna lleva gafas, sus miradas que no enfocan a ninguna parte, están siempre expuestas.

El portamacetera de Huete será la prueba cumbre de que ha aprendido a hacer artículos de macramé. Eso es lo último que se hace en el curso, explica Méndez, quien en su casa en el barrio Arlen Siu confecciona y vende artículos de macramé.      

CON VARIOS OFICIOS    

Méndez es un ciego preparado en oficios. Además del macramé, es masajista. Ha trabajado en ello. No hace mucho fue parte de un colectivo de ciegos que montó una clínica terapéutica allí mismo en Bolonia. Tuvieron que cerrarla porque no alcanzaban a pagar el alquiler, pero si lo buscan trabaja a domicilio.

Huete no es menos preparado. Es abogado y también masajista. “Después que quedé ciego, a los 17 años, solo quería aprender, quería salir adelante”, dice Huete, quien hace un par de años perdió un trabajo como masajista en un hotel “cuatro estrellas”, luego que cayera en un manjol destapado.    

Bismarck Méndez  se gana la vida fabricando artículos de macramé en su casa.  LA PRENSA/AMALIA MORALES    
Bismarck Méndez se gana la vida fabricando artículos de macramé en su casa.  



EL AZOTE DE LOS CIEGOS    

Los manjoles sin tapas, los huecos que abundan en la ciudad, son un tema sensible para los ciegos.

Entre las oficinas del Marisela Toledo y la parada del parque Las Madres, menos de mil metros, hay media docena de huecos. Temen que en cualquier momento alguno de ellos se caiga. Se puede decir que es el tramo más transitado por los ciegos en Managua, en esa parada convergen varias rutas en las que se movilizan los ciegos.      

“Por allí pasan la 119, la 102, la 4”, dice otro de los que trabaja con macramé.

“Ya tuvimos una baja hace poco”, comentan a coro Espinoza y Ortiz.

Traen a colación el caso de Beymar, un ciego que vive en Carazo y que hace poco allá en su pueblo cayó en un manjol y se fracturó la columna. Aún no se sabe si podrá caminar.    

Los asistentes del curso de macramé se quejan, despotrican contra los huecos, hacen un mapa de calles pasconeadas: en el barrio San Luis, por Larreynaga, por Cristo Rey, por el Centro Comercial, lugares que ellos recorren diario. Lamentan que las autoridades no hacen nada por cubrir los baches que un vidente puede esquivar, pero ellos no.

Desde la organización han mandado cartas incontables a las autoridades de Enacal (Empresa Nicaragüense de Acueducto y Alcantarillado) y a la Alcaldía, pero nada.

“Hacen caso omiso”, dice otro.   

“Ese es un grave problema para nosotros. Somos más de seiscientos ciegos que nos movemos aquí en Managua”, se impone Huete con voz y argumentos.

A veces un simple grito como “cuidado allí hay un hoyo”, podría ayudarlos, comentan, pero muchas veces ni ese auxilio encuentran en las calles, según dicen.   

MENOS EMPLEO   

La vez que se desencajó el hombro, Huete estuvo un tiempo en rehabilitación por cuenta propia, pero en el hotel no lo esperaron. Lo echaron.

“No se preocupan por nosotros. Solo vienen a pedirnos el voto en campaña”, comenta el mismo Huete.

Espinoza y Ortiz intentan explicarse la insensibilidad de las autoridades. “Como entre sus familiares no hay nadie ciego”, dice Espinoza, y Ortiz la apoya: “Hasta en ese momento reaccionan”.

“A veces ni así”, dice Huete escéptico. Uno de ellos comenta que el hijo de un comandante es débil visual, “y ni así”, dice. En cuanto al empleo, los ciegos manifiestan que la mayoría trabaja por “cuenta propia”.  

A pesar de que la Ley 763 de los derechos de las personas con discapacidad llama a los empleadores a contratar a personas con discapacidad (al menos el dos por ciento de los empleados pueden serlo) no hay oportunidades para ellos, se queja el grupo de alumnos que mañana viernes termina este curso de macramé que será acreditado por Inatec (Instituto Nacional Tecnológico). Han recibido otros, algunos se dedican luego a confeccionar artículos y venderlos.     

“Es blanco y negro, mmm, mejor lo hubieras hecho rojo y negro”, le dice el que hace el bolso blanco para celulares a Huete.

“Aquí no manda la Chayo (así la llamá Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega, presidente de Nicaragua), ya me estás arrechando”, contesta Huete y mientras traslapa los hilos suelta un comentario que resume lo que ha sido este curso de macramé para ellos: “Este es un trabajo de paciencia”.

Y Méndez, el instructor, asiente con una sonrisa.  

 600
es la cantidad de ciegos que suben a los buses y circulan por las calles de la capital para realizar diferentes actividades: educativas y laborales. La poca accesibilidad en general y la gran cantidad de huecos son dificultades con las que lidian todos los días.   

El “autoempleo” es la única alternativa  de la mayoría de personas ciegas en el país.  LA PRENSA/ A. MORALES    
 El “autoempleo” es la única alternativa de la mayoría de personas ciegas en el país.    

Sordociegos a expoventa   

Los sordociegos, otro grupo de personas con discapacidad, enfrentan aún más problemas para movilizarse por la ciudad. Ellos necesitan salir con un ayudante a las calles. Esta semana, los sordociegos celebran su semana y concluyen mañana con una feria en el parque de la colonia Máximo Jerez, donde venderán productos que ellos mismos elaboran con el propósito de lograr un ingreso económico. En la actividad contarán con el apoyo de la banda escolar del Instituto Elvis Díaz. El día de los sordo ciegos se celebra el 27 de junio en honor de Hellen Keller, una estadounidense que nació con ambas limitaciones, lo que no impidió que llegara a la universidad y escribiera varios libros, según explica Maritza Cisne, quien apoya a la organización de sordociegos en Nicaragua.    


Tomado del diario digital, www.laprensa.com.ni , Managua, Nicaragua. 
Sección: Reportaje Especial.  
Jueves 25 de Junio del 2015.  


  

viernes, 19 de junio de 2015

Muñecas que cambian vidas

  











Los trajes de mestizaje, con el que se baila Palo de Mayo en la Costa Caribe, o el característico de la India Bonita de Monimbo son parte de los múltiples muñecas de Creaciones Bertita.


La producción de muñecas, que inicio para cubrir los gastos básicos de una familia, se convirtió en un negocio creciente.  


Visten coloridos huipiles y sus rostros transmiten la dulzura infantil. A las muñecas que emulan a la indígena nicaragϋense del Pacífico y Caribe las acompañan sus indios con sus caites y sombrero tradicional.

Carmen Espinoza es quien elabora estas piezas tradicionales en su taller Creaciones Bertita, en Masaya, el que ya cumple diez años. El oficio lo heredó de su mamá Berta Oseda, quien a su vez aprendió manualidades como terapia por sus problemas de ansiedad. 

Doña Berta tomó cursos para fabricar peluches y muñecas en la antigua Casa de la Cultura, ubicada en El Malecón de Masaya. Eso fue en los ochenta. Carmen entonces estudiaba Psicología, pero las dificultades económicas de la familia la obligaron a cambiar por Secretariado Ejecutivo. A la vez ayudaba a su mamá en el pequeño taller que creó en su casa.  

Doña Berta hacía payasos, gorros, bonsái y diferentes piezas que se las compraban las comerciantes de artesanía nicaragϋense en el Mercado de Masaya y en el Mercado ''Roberto Huembes'', en Managua.

Carmen al principio pintaba las caritas de las muñecas, pero luego las cosía al complicarse la salud de su mamá, quien padecía diabetes.  









                                   








En el taller colaboran con Carlos Espinoza, papá de Carmen, y ya se contrató a una persona porque los pedidos aumentan.  


''Tuve que sacar habilidades que ni sabía que tenía (...) . Mi papá le instaló un pequeño motor eléctrico a la máquina de coser. Sacaba media docena de muñecas a la semana, era poco pero el dinero que se usaba para el tratamiento de mi mamá, que sufría de insuficiencia renal'', cuenta Carmen.

Las manualidades y el trabajo como secretaria los combinó por algún tiempo, pero luego las cosas se complicaron cuando a Carmen le diagnostican lupus, enfermedad que hace que su sistema inmunológico
ataque sus células y tejidos sanos. Los dolores en sus articulaciones y plaquetopenia (disminución de las plaquetas) obligaron a Carmen a dejar su empleo ''porque ya no rendía'', dice.

''Perdimos hasta la casa'', lamenta la emprendedora al recordar que no pudieron cancelar la deuda de dos mil dólares en que empeñaron la vivienda familiar.  

Fue en Septiembre de 2003 que Carmen asumió la elaboración de muñecas tradicionales como un negocio. En Diciembre de ese año falleció doña Berta. Hoy el taller está registrado como Creaciones Bertita, nombre en honor a quien empezó todo.

MUJERES AYUDAN A MUJERES  

En los últimos siete años la muñeca tradicional que elabora Carmen ha sido muy demandada y lo atribuye a que la diferencia de sus muñecas es que sus cuerpos ''son de cuatro partes, un delantero que no es igual al trasero, los laterales sí son piezas iguales, las manos y pies van armadas con aguja a mano y con hijo de crochet o manila''.

''Si se fija, las manos y sus pies son gorditos y la calidad también es mejor porque son rellenas de guata, un relleno que usan en los peluches chinos, eso las hace duras, no suaves como otras'', indica Carmen.

La empresaria ingresó hace un año al programa de mentorías Voces Vitales Nicaragua, miembro de Vital Voices Global Partnership, organización no gubernamental fundada por la ex-primera dama de Estados Unidos, Hillary Rodham-Clinton. En Nicaragua, el programa es apoyado por Fundación Violeta Barrios de Chamorro, el INCAE y USAID.

Ingreso al programa por insistencia de su amiga, Yasmina Ortega, quien confía en que las muñecas tradicionales de Carmen, son un buen negocio.  

En los Cursos de Administración, Carmen entendió que ''debo cobrar lo que vale mi trabajo''. Eran diez y veinte córdobas de ganancia por muñeca al principio, pero el precio final no incluía todos los costos de fabricar las muñecas, como el alquiler del local.  

Su mentora en Voces Vitales, es Xiomara Díaz, propietaria de The Garden Café, en Granada, donde ya comercializan las muñecas tradicionales de Creaciones Bertita. Además, propició que una pareja de muñecos, elaborados por Carmen, sea la imagen de la campaña contra el abuso sexual y maltrato infantil en Granada, que impulsan varias organizaciones no gubernamentales y el Instituto Nicaragϋense de Turismo (INTUR).  

Carmen se sorprendió al ver el rostro de sus muñecas, en los afiches de la campaña, por lo que se dice sentirse orgullosa.  

La mentora Xiomara, también enseño a Carmen, sobre contabilidad, cálculo de costos y a diversificar sus productos. Hoy, en Creaciones Bertita, se ofrecen muñecas como adornos, para regalar en piñatas,  bolsos de tela, bisutería en cuero, cojines y otros artículos.

Poco a poco, Creaciones Bertita, se consolida como pequeña empresa. Sigue abasteciendo a vendedores de artesanías, en el Mercado Roberto Huembes, de Managua, ya se extendió al Mercado de Artesanías de Masaya, a tiendas de souvenir, en el Aeropuerto Internacional Managua y en The Garden Café.

El negocio ha cambiado, a raíz de las mentorías. Anteriormente, tenía 15 clientes en el Mercado Roberto Huembes, de Managua, donde colocaba hasta seis docenas de muñecas por semana. Cada una, las vendía entre sesenta y setenta córdobas, que le dejaba de ganancia diez o veinte córdobas.

En Voces Vitales, Carmen entendió la importancia, de que el negocio sea sostenible. El precio del producto, tiene que cubrir su costo real de fabricación. Las muñecas, hoy se cotizan desde 100 córdobas hasta más de 25 dólares.

Ahora, son tres clientes, en el Mercado Roberto Huembes, de Managua, pero la demanda creció en Masaya, Granada y en las tiendas del Aeropuerto Internacional.  

Para la emprendedora, todavía cada mes, es una carrera por lograr ventas suficientes de sus muñecas, que le generen dinero para comprar los materiales para seguir elaborándolas, pagar el alquiler de la vivienda y demás gastos.  

''Sigo caminando, siento que estoy empezando, pero ya tengo frutos'', dice contenta Carmen al sentir más estable el taller familiar.  


      
   











CONTACTO  

Para contactar a Carmen Espinoza, propietaria de Creaciones Bertita, se le puede escribir al correo electrónico: munecabertita@gmail.com , o llamar al número telefónico 82487485.

En Facebook, se le encuentra como Muñecas Tradicionales de Nicaragua.  


Tomado del diario La Prensa, edición impresa, Managua, Nicaragua.
Sección: Reportaje Especial.
Viernes 19 de Junio del 2015.                                      

viernes, 12 de junio de 2015

Jóvenes planean vender helados a base de nitrógeno

La muestra empresarial será mañana en la UAM.    
 La muestra empresarial será mañana en la UAM.   

Por: Benjamín Blanco.  


Las condiciones están dadas para que funcione: Nadie lo ha hecho antes en Nicaragua, ha tenido éxito en otros países y el clima caluroso es apropiado para que inicie con buen pie el primer negocio de venta de helados a base de nitrógeno líquido.

No se trata de ningún elemento tóxico ni explosivo. De hecho el nitrógeno es un elemento químico de número atómico 7 en la tabla periódica de los elementos, de símbolo N y en condiciones normales forma un gas del que está constituido un 75% del aire que respiramos.

“Por lo tanto el nitrógeno no es tóxico, sino que es seguro para comer y no tiene sabor ni olor,  y además el helado se elaborará  en el mismo instante que el cliente lo ordene”, indica el resumen ejecutivo del proyecto de helados a base de nitrógeno que impulsan Luisa Ramírez Morales, Alexis Beatriz Mongalo,  Jilma Sequeira y Silvio Enrique Terán.   

Las tres jóvenes de la carrera de Odontología y el joven estudiante de Arquitectura,  de la Universidad Americana (UAM), participarán mañana en una muestra empresarial para competir junto con otros proyectos de jóvenes emprendedores, en un evento que se realizará de 10:00 de la mañana a 2:00 de la tarde en este recinto universitario capitalino.

“La idea surgió al ver el éxito que tiene este tipo de helados en el extranjero, entonces pensamos que teníamos que revolucionar la industria del helado, ya que en Nicaragua nos hemos quedado como atrasados”, considera la joven Luisa.

“En el momento de la muestra vamos a tener información acerca de qué es el nitrógeno, porque la gente puede tener miedo por desconocimiento, pero en la demostración los clientes podrán ver el proceso de cómo se transforma ante sus ojos la textura del helado”, dijo por su parte la joven Alexis Beatriz. 

También Silvio Enrique, el futuro arquitecto, comentó: “Nos vamos a lanzar como una empresa restaurantera y está dirigida a todo público, además que vivimos en un país caliente y es una ventaja para nuestra empresa”.

En la muestra de mañana los jóvenes emprendedores servirán los sabores de chocolate, fresa, vainilla, café y galleta, y la particularidad de estos helados de nitrógeno es que al momento de servirse se les agregará nitrógeno líquido a -195 grados Celsius, y estará tan frío que al mezclarse con los sabores los cristales de hielo del helado serán muy pequeños, lo cual le da una textura aun más suave que la del helado común.

45 mil dólares es el crédito que necesitan los jóvenes para echar a andar esta empresa de helados que llevaría por nombre Nice Cream.  

Tomado del diario digital, www.elnuevodiario.com.ni , Managua, Nicaragua. 
Sección: Economía. 
Viernes 12 de Junio del 2015. 

Apuestan por vestir a todo el país

Maryurieth Lazo, gerente de ventas de NicaTextil,  dice que soñar es una herramienta que te permite concretar esos deseos y llevarlos a la realidad con mucha disciplina. Ella muestra parte de la maquinaria para bordar.
LAPRENSA/M.VALENZUELA  
Maryurieth Lazo, gerente de ventas de NicaTextil, dice que soñar es una herramienta que te permite concretar esos deseos y llevarlos a la realidad con mucha disciplina. Ella muestra parte de la maquinaria para bordar.  

El desempleo no la detuvo, solo fue el impulso para ofrecer un servicio de calidad a nivel nacional y generar más puestos laborales.  


“No existe realidad que no haya nacido de un simple sueño”, dice con convicción Maryurieth Lazo, gerente de ventas y copropietaria de NicaTextil, una empresa de confección, bordado y serigrafía que nació en 2007 como una opción para combatir el desempleo.

Una máquina de coser de una cabeza y el deseo de salir adelante impulsaron a Maryurieth a aprender costura, corte y confección, siendo unas sábanas y cortinas las primeras piezas que aprendió a hacer y la plataforma para un prometedor negocio que se ha abierto camino en un mercado muy exigente.

“Mientras mi esposo estudiaba una maestría en Administración de Empresas, decidió realizar una tesis sobre textiles y es ahí donde surge el nombre: NicaTextil, del estudio que él hizo sobre el mercado, la demanda y la oferta que existe en Nicaragua y las condiciones de vida de este sector”, recuerda esta emprendedora. 

     
La mano de obra calificada es la que hace posible que cualquier pedido cumpla con altos estándares de calidad. 


Este fue uno de los motores que luego de perder su empleo como administradora de un negocio, Maryurieth se vio motivada a iniciar en el porche de la casa un pequeño taller de bordado, donde la demanda en ese momento era escasa.

En los primeros días, cuenta que sentía mucha ansiedad, puesto que veía que el negocio no arrancaba de lleno y por eso decidió junto con su esposo, Juan Carlos Moreno, ir a las calles a ofrecer el servicio de bordado. “Ahí me di cuenta que sí tenía cualidades para vender y que era capaz de establecer relaciones comerciales. En ese entonces los primeros clientes que confiaron en nosotros fueron el Colegio Verde Sonrisa, el Latinoamericano y una financiera”, recuerda.  

SIN MIEDO A NADA  

Como parte de ese proceso de posicionar la naciente: NicaTextil, la emprendedora recuerda que se armó de mucho valor y tocó las puertas de la oficina de adquisiciones de la Policía Nacional, donde le preguntaron si tenían la capacidad para entregar un pedido alto de camisetas de cuello y sin saber la responsabilidad que asumiría, dijo que sí.

“Al salir de ese lugar no tenía idea de lo que había hecho. Nosotros no teníamos todavía en ese momento la capacidad, pero al hablar con mi esposo, nos dimos cuenta que era el momento de pasar a una nueva etapa en esta idea de negocio”, afirma.

La empresaria recuerda que en el primer año su esposo no quería adquirir ninguna deuda, lo que limitaba el crecimiento de la empresa. “Tuve que ser muy honesta con él y explicarle que necesitábamos arriesgarnos más y con la ayuda de Dios salir adelante con el negocio”, agrega.  

Fue así que realizaron un préstamo y adquirieron la primera flota de máquinas para confección y bordado. Además comenzaron el camino hacia la formalización de la empresa y brindar oportunidad a otras personas.

   
Aún con la tecnología los operarios deben cuidar cada detalle del proceso.  


Fue así que realizaron un préstamo y adquirieron la primera flota de máquinas para confección y bordado. Además comenzaron el camino hacia la formalización de la empresa y brindar oportunidad a otras personas.

Iniciaron como empleados solo ella y su esposo y hoy por hoy son 14 personas las que dependen de este negocio y en cuanto a los tres clientes que confiaron en ellos hace ocho años, ahora su cartera ha crecido a unos cien a nivel nacional.

Iniciaron con una máquina de bordado de dos cabezales, luego con los ahorros que fueron acumulando adquirieron una de cuatro cabezales y en 2015 una de ocho.

“En esta empresa el control de calidad somos todos”, dice la emprendedora, por que, explica, cada parte de una pieza para confeccionar merece la atención necesaria y que cada integrante le dé el toque especial que el cliente ha solicitado inicialmente.    

   
El bordado de gorras es uno de los servicios más solicitados por las empresas en este negocio.  


En NicaTextil ahora se ofrece cuarenta tipos de servicios que incluyen la confección de uniformes para escuela, buzos, camisetas serigrafiadas, uniformes para oficina, chaquetas, bolsos, gorras, billeteras, gabachas, lapiceros, tasas, delantales, botellas plásticas para líquido, entre otros.  

ALGUNOS RETOS  

Según la empresaria la selección del personal es una de las tareas más minuciosas que le corresponde realizar. Maryurieth cuenta que si bien en el mercado nacional hay suficiente mano de obra para el sector textil, el gran reto es encontrar gente que esté actualizada con las tecnologías que en los últimos años se han desarrollado en la industria de corte y confección. Es por esa razón que cada que vez que contrata personal lo capacita en el uso de las modernas máquinas que tienen en el taller.

Actualmente tienen capacidad de producir semanalmente más de diez mil camisetas bordadas.

“Y conforme llegan los pedidos, en ese orden nosotros atendemos y establecemos las fechas, siendo lo más realistas que podamos porque evitamos quedarle mal al cliente”, expresó.  

 
Muestra de los productos que se elaboran en NicaTextil.  

Maryurieth menciona que en este proceso de crecimiento su participación en 2013 en la convocatoria del programa: Impulsa tu Empresa, que ejecuta la organización de soluciones empresariales, TechnoServe, fue fundamental. “A mí me cambió la vida participar ahí, porque recuerdo que te permite conocer mejor la empresa o giro de negocio y proyectar ventas a mediano y largo plazo, algo que no estábamos haciendo”, agrega.

Entre las metas que tienen los empresarios es consolidar sus servicios a nivel nacional. “De esa forma aportamos a la economía del país con el pago tributario, crecemos con nuestros colaboradores y ellos junto a nosotros y ese sentido de responsabilidad que hemos desarrollado es el que nos motiva a continuar trabajando fuerte”, afirma.     

CONTACTO  

NicaTextil está ubicada en el edificio Venus, en la pista el Mayoreo, una cuadra al sur, una y media al oeste a mano derecha.

Los teléfonos son: 2252 1178 y 8378 7580. Correo electrónico: nicatextilventas@gmail.com, nicatextilgerencia@gmail.com y su portal web: www.nicatextil.com      


Tomado del diario digital, www.laprensa.com.ni , Managua, Nicaragua. 
Sección: Economía.
Viernes 12 de Junio del 2015. 


miércoles, 10 de junio de 2015

Matrimonio emprendedor apuesta a Lowery’s

Amina Rivera y Sven Lowery, propietarios del negocio.
Amina Rivera y Sven Lowery, propietarios del negocio.   

El menú de este lugar no tiene despliegues de sofisticación, pero sí combinaciones únicas a precios asequibles que empiezan a convertir a Lowery’s en un referente de hamburguesas caseras en Managua. 


Este pequeño lugar es una combinación de estilos, colores y sabores. Paredes pintadas de rojo intenso, decoradas con imágenes de hamburguesas y condimentos recuerdan más a una pizzería que a un restaurante de hamburguesas. Lowery’s es el lugar que se ha puesto de moda por estos días en Bello Horizonte, su nombre sonoro y sus hamburguesas de sabores exóticos empiezan a convertirse en un referente de comida rápida, a un precio de lo más asequible.

El restaurante sencillo, que aspira a ser franquicia, con poco más de un año en el mercado se perfila como un testimonio de la evolución que experimenta la hostelería en Managua y la búsqueda de rentabilidad en nichos de mercados poco explorados.

“Con mi esposa observábamos que los  restaurantes de hamburguesas en Managua no tenían calidad, la mayoría son franquicias  y pequeños puestos de  calle, que no satisfacían nuestras necesidades, entonces vimos un espacio abierto para incursionar en un negocio de hamburguesas caseras, con combinaciones diferentes”, cuenta Sven Lowery, de 31 años, el artífice de Lowery’s junto con su esposa Amina Rivera, de 24, ambos profesionales versátiles que se cansaron de ser jóvenes asalariados y optaron por emprender su propia idea de negocio. En un principio Amina ejercía de cocinera y jefa de restaurante y Sven de mesero y jefe de mercadeo de su pequeña empresa. En la actualidad ambos supervisan el negocio y tienen a su cargo a ocho colaboradores.   

“Yo siempre tenía la aspiración de crecer en los trabajos y nunca lo logré. Me quedé sin empleo y empecé  a  tocar puertas por todas partes  y no pude conseguir nada… había experimentado muchos fracasos en mi vida y en los negocios  ¿Qué era lo peor que podía pasar?”, se pregunta Sven, quien recuerda haber construido Lowery’s con sus propias manos,  y una inversión inicial de US$5 mil.

“Cada piedra, cada pared, cada viga que tiene este lugar, fue hecha con mis manos y las manos de mi papá,  y ha sido una experiencia tremenda, porque hoy puedo decir que amo lo que hago”. Tanto Sven como Amina se levantan todos los días a las seis de la mañana para realizar las compras de los proveedores y tener productos frescos cada día, organizar la producción, y atender las redes sociales, según ellos la mejor herramienta de publicidad que tienen hasta el momento, además de las recomendaciones boca a boca. 

Combinaciones    

“Queríamos compartir nuestros gustos por la comida con los demás, pero con combinaciones arriesgadas que nos dejaran un buen sabor”, señala Sven, quien se define más amante de las pizzas que de las hamburguesas, un gusto que fusionó  a la perfección con la Mama Mia (carne, pepperoni, hongos, mozzarella y salsa marinera)  “cuando la comes sentís que estas comiendo pizza y hamburguesa a la vez”, detalla combinaciones osadas que llaman la atención, como La Nicoya (carne, frijoles molidos, pico de gallo y queso quesillo), la Yin Yang (pollo, res, salsa teriyaki), hasta completar un total de ocho sabores totalmente únicos, sin dejar atrás la especialidad  de la casa, la hamburguesa a la BBQ (cebolla caramelizada, bacon, salsa a la barbacoa y hongos), esta es la primera hamburguesa creada por la pareja.

“La carne, las salsas y nuestras combinaciones son únicas. Nosotros hemos creado nuestros propios ingredientes y eso hace que nuestras hamburguesas sean especiales”, dice Sven, quien cuenta además  que tratan de ofertar todos los meses una combinación diferente, aunque reconocen que por ahora han optado porque los clientes se familiaricen con  el menú de la casa.

“Queremos que la gente cuando piense en nuestro nombre, lo asocien  a comida casera, con texturas diferentes, que al comparar  nuestros precios con los de la franquicia, destaquen la calidad, el tamaño y el sabor, queremos que  cuando vengan a Lowery’s se lleven una experiencia bonita”.

Una experiencia que involucra al cliente en todo momento, según Sven antes de incluir un producto en el menú, primero debe pasar por la aprobación del público, por lo que realizan dinámicas en las redes sociales, donde ciertos afortunados pueden degustar de la novedad de la casa, totalmente gratis, si el producto tiene éxito, entonces está lista para formar parte del menú.

“Nuestros clientes son quienes nos han dado el visto bueno siempre, tenemos la política en nuestro negocio, que si no te gusta la hamburguesa, te damos descuento o no pagas la cuenta, esa regla la cumplimos al pie de la letra”, apunta Sven.  

Emprender en Nicaragua  

Aunque Lowery’s cada día gana más terreno entre los amantes de las hamburguesas y su público se extiende más allá de los universitarios, sus propietarios cuentan que la experiencia ha sido difícil. “Lo más complicado de emprender es tomar la decisión y creer que se puede lograr”, afirma Sven, quien recomienda a los emprendedores definir bien su idea de negocio y no “disparar por todos lados”. “Podemos tener varias ideas, pero debemos aprender a cumplir nuestras metas poco a poco, porque si quieres empezar todo a la vez, puede ser que al final no logrés consolidar ninguna”.  

Proyecciones   

Los propietarios de Lowery’s se han propuesto abrir tres sucursales más, en Carretera a Masaya, San Juan del Sur y León, para esta última tanto Sven como Amina se encuentran en la etapa de negociación.  

Tomado del diario digital, www.elnuevodiario.com.ni, Managua, Nicaragua. 
Sección: Economía.
Miércoles 10 de Junio del 2015.

viernes, 5 de junio de 2015

La salsa de un buen negocio

Uriel Argeñal (al centro)  junto a su esposa Nolaska Guillén y tres de sus hijos.  
 Uriel Argeñal (al centro) junto a su esposa Nolaska Guillén y tres de sus hijos. 

Industrias Argeñal es la evidencia de que cuando un producto es de calidad, tiene asegurado el mercado. 

Por: Lucía Navas. 

La historia de esta empresa se remonta a 1940. En ese año Raúl Arana Lacayo, un químico farmacéutico de prestigio en la ciudad de Granada, creó la fórmula para crear la salsa inglesa que bautizó Azteca y el vinagre RAL, sus productos estrellas.

Esas fórmulas hoy pertenecen a la empresa Industrias Argeñal, cuyos productos tienen gran aceptación entre los consumidores nacionales al ocupar los anaqueles de las cadenas de supermercados, y que en un año podrían ser comercializados en el mercado de Centroamérica.

Uriel Argeñal, propietario y gerente general de Industrias Argeñal, cuenta que llegó a trabajar con el doctor Arana en 1973 y fue el encargado de moler los insumos y ayudar a preparar la Salsa Picante Azteca, el vinagre y comercializar los productos. 

Uriel tenía en ese entonces 16 años y llegaba a Granada desde la Isla de Ometepe, Rivas, de donde partió “por necesidad” económica. El empleo en la empresa de salsas inglesas le aseguró los ingresos para pagar sus estudios en Contaduría.

Fueron doce años en la empresa del doctor Raúl y en los últimos Uriel se ocupaba de comprar las materias primas para la producción, además se encargó de la legalización del negocio y la contabilidad.

Con el mismo espíritu de emprendedor con el que abandonó su hogar, Argeñal ya era para 1985 dueño de una pequeña fábrica de ropa. Aunque siguió en contacto con el doctor Raúl. Fue hasta 2007 que Argeñal compró las fórmulas de preparación del producto a la familia del doctor Raúl, que para ese año ya había fallecido y la Salsa Picante Azteca había dejado de producirse.

Por los derechos de la fórmula de la salsa inglesa pagó aproximadamente sesenta mil córdobas.  

Granada: Salsa Azteca  

 Una enfermedad y su retiro como gerente general de la Cámara Nacional de la Mediana y Pequeña Industria y Artesanía (Conapi) se combinaron para que Argeñal tomara la decisión de revivir la fábrica de salsa inglesa Azteca, pero esta vez como un negocio familiar.  

INICIARON DEBAJO DE UN ÁRBOL  

Como la mayoría de pequeñas empresas, el inicio de Industrias Argeñal fue modesto. Debajo de un árbol del patio de su casa empezaron Argeñal y su hijo mayor Uriel Emmanuel a “practicar con la fórmula” de la salsa inglesa. Los equipos que tenían eran cuatro fogones a base de carbón, una máquina antigua de moler maíz y un abanico, comprados junto con la fórmula de la salsa.

Una vez seguros de poder producir la salsa inglesa, el siguiente paso fue legalizar la empresa e inscribirla en la Alcaldía de Granada, el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific), así como obtener los permisos de salubridad del Ministerio de Salud.

“Somos creyentes de Dios y cada cosa que hacemos se lo ponemos en sus manos”, expresa Argeñal. Con esa fe trabajaron para hacer “un producto conocido, porque sabíamos que tendría éxito porque su calidad y la formulación lo demuestran”, dice.   

PENSARON EN GRANDE 

Siete años después Industrias Argeñal es reconocida en el negocio de las salsas inglesas y vinagres como una de las mejores en el país, al punto que abastecen a los supermercados Palí, Maxipalí, La Unión y La Colonia y los distribuyen en los puestos de venta del Matadero San Martín, incluso abastecieron por unos años a la Empresa Nicaragüense de Alimentos Básicos (Enabas). En la red de distribuidores se incluyen cadenas de restaurantes nacionales como Asados El Toro.  

Granada: Salsa Azteca  


“Había una generación de personas que conocían la salsa en Granada que volvió a consumir la que nosotros preparamos y así le decía la abuelita a la hija y a la nieta ‘esa salsa es buena’, así recuperamos el mercado originario”, recuerda el empresario.

La fama de ser un producto de calidad es el cimiento del crecimiento de la empresa que pasó de producir al inicio unas diez cajas —cada una con 12 unidades de Salsa Inglesa Azteca— al mes, a producir entre doscientas y 250 cajas y más de 250 galones de vinagre.

“Es el sueño de toda empresa pequeña relacionarse con compañías como Walmart, que te lleva lo que vos producís a grandes mercados”, dice Argeñal.

Con ese pensamiento participaron a finales del 2007 en una feria donde la cadena de supermercados eligió nuevos proveedores de alimentos para sus establecimientos a nivel nacional.  

Confiados en la Salsa Inglesa Azteca, consiguieron entrar al programa Una mano para Crecer, a través del cual la compañía ayuda a las pequeñas y medianas empresas a desarrollarse.

“Les atrajo la calidad, que la botella es empacada en papel kraft, su etiqueta… todos esos elementos que evocan a los años cuarenta, esa presentación diferente gusta mucho”, afirma el empresario.

Fueron asistidos en mercadeo y los requisitos legales para ser distribuidos en los supermercados. 

Haber superado las metas de ventas del programa convenció a la cadena Walmart de expandir la venta de Salsa Inglesa Azteca a nivel nacional.

A la par negociaron con supermercados La Colonia, a los que hoy además les elaboran su propia salsa inglesa.

En estos años la inversión económica en la empresa ha salido del ahorro acumulado y la liquidación que recibió Argeñal al jubilarse de la Conapi. Poco a poco se construyó en el terreno de la casa familiar la estructura propia de la empresa, adquirieron una cocina y ollas industriales, y cambiaron el sistema de gas. 

MIRAN AL EXTERIOR 

El personal está compuesto por ocho personas, que incluye al empresario, su esposa Nolaska Guillén y dos de sus cuatro hijos, más cuatro trabajadores a cargo de la elaboración de las salsas y vinagres.

“Nosotros competimos con marcas internacionales y es porque nuestras salsas y vinagres se elaboran con legumbres frescas y no utilizamos preservante artificial”, resalta Argeñal.

El momento de dar nuevos pasos llegó. La meta es exportar las líneas de salsa inglesa y vinagre Azteca a Centroamérica y para ello se invertirá en modernizar los procesos de producción para elevar la capacidad. 

LA PRENSA/ FOTOS: O. NAVARRETE  


“Vamos a cambiar todos los equipos, el molino, pondremos una dosificadora de llenado y una atomizadora de las especies para prepararnos a exportar, pensamos que podemos entrar a Honduras, El Salvador… incluso en Panamá, donde hemos ido a ferias y despertamos el interés de varios supermercados, todo depende de nuestra capacidad de producción”, cuenta Argeñal.

El plan es lograr esa tecnificación en un año, la inversión económica que requieren saldrá en parte del capital ahorrado aunque no se descarta buscar financiamiento con la banca privada.

“Pienso que vamos bien, estos primero años han sido un período de acumulación de experiencia y vamos a desechar las malas y aprovechar las buenas para seguir creciendo, sabemos que tenemos un producto de calidad y a los clientes les gusta”, dice convencido Argeñal.  

En la preparación para cumplir las exigencias del mercado exterior la empresa recibe capacitación de los técnicos del Mific y del Centro de Exportaciones e Inversiones.

El recorrido no ha sido fácil para Industrias Argeñal pero la experiencia ganada le permite a Uriel aconsejar a quienes tienen el deseo de emprender un negocio propio a “no tenerle miedo a los grandes clientes, porque son los que les irán dando el prestigio para que otros se animen a comprarles”. 

CONTACTO  

Industrias Argeñal se ubica en Granada, de la Shell Guapinol cuatro cuadras al Norte, una cuadra al Oeste y veinte varas al Norte. Los números de teléfono son: 25522215 y 75022878. Correo electrónico industriasarg.azteca@yahoo.com, también se les encuentra en  Facebook. 

Tomado del diario digital, www.laprensa.com.ni, Managua, Nicaragua. 
Sección: Economía. 
Viernes 05 de Junio del 2015.