A la industria de la moda nicaragüense le hace falta visión empresarial,
inversión y unidad para lograr un verdadero desarrollo, concuerdan
diseñadores.
Génesis Hernández Núñez
La moda en Nicaragua va más allá de las pasarelas y concursos de
belleza. También existe una visión empresarial que surge de manera
tímida, necesitada de inyección de capital, acceso a materia prima de
calidad y que los propios diseñadores quieran invertir en su
capacitación como empresarios y en el negocio como tal.
Para la diseñadora Shantall Lacayo, una de las más reconocidas en
Nicaragua, los grandes emporios de la moda como Channel, Cristian Dior,
Louis Vuitton son empresas millonarias y muy exitosas, pero “por más que
tengan desfiles de prendas que solo los multimillonarios se pueden
comprar, también tienen una línea comercial que es lo que realmente los
mueve en el mundo”.
MENTALIDAD EMPRESARIAL
Sin embargo, para que un diseñador pueda tener una línea comercial y
masiva, debe empezar por verse a sí mismo como un empresario y según
Lacayo “el 90 por ciento de los diseñadores son diseñadores y no
empresarios, ni están relacionados con el mundo de los negocios”.
Para el diseñador venezolano radicado en Nicaragua, Fernando Fuentes
Fraile, “hay pocos diseñadores que están invirtiendo para convertir sus
sueños en empresas, porque se tiene que invertir en maquinaria, local,
materia prima, mano de obra”.
Y la principal dificultad es esa: “El diseñador no quiere invertir
porque hasta ahora en Nicaragua ha habido un diseño de concurso, no son
diseñadores estables, no se han propuesto establecerse seriamente como
una empresa”, afirma.
Pero además de la necesidad de visualizarse como empresarios, hay
muchas debilidades que limitan el crecimiento de negocios como este, por
ejemplo la falta de financiamiento, el acceso a capacitaciones, la
actualización constante para conocer sobre las tendencias
internacionales, la apertura de mercados, la comercialización.
Para Pamela Torres, diseñadora y propietaria de la empresa Palet, “es
necesario contar con un personal capacitado que pueda brindarle una
atención personalizada al cliente porque además de vender un diseño,
este debe ir acompañado de asesoría personalizada”.
NECESIDAD DE INVERSIÓN
Pero más allá de la visión empresarial del diseñador, es necesario el
capital. Lacayo opina que “muchas veces la moda no se ve como un
producto comercial a nivel masivo y en países con economías pequeñas,
como el nuestro, no nos damos cuenta de lo importante que puede ser
invertir en la moda porque el tallercito que tiene un diseñador en el
cuarto de su casa, en base a la visión empresarial del diseñador y de la
inversión, podría crecer muchísimo”.
Para Lacayo “la solución sería que los empresarios... la gente que
está buscando en qué invertir, vean que se pueden desarrollar líneas
nacionales con calidad en diseño, mano de obra, acabados, para competir
con el mercado extranjero”.
La diseñadora afirma que el sector es atractivo para las inversiones
“porque los precios de producción de las prendas son muy bajos y las
ganancias son muy altas y solo se necesita un buen plan estratégico de
marketing y de posicionamiento para construir un nombre y una marca”.
En esto coincide Torres, quien opina que es un sector importante en la
economía nacional porque existen numerosas micro y pequeñas empresas que
se dedican a la confección de ropa, calzado y accesorios
complementarios, pero es necesaria la inversión de capital para “llevar
la industria de la moda a otros niveles, para que esas micro y pequeñas
empresas puedan crecer”.
TRABAJAN “CON LAS UÑAS”
Vicente Castellón, diseñador y creador de la marca VC, afirma que en
la industria de la moda se trabaja “con las uñas” porque “es súper
difícil conseguir telas que funcionen para el país, los proveedores por
lo general traen telas de costos muy bajos, rápida venta y baja calidad,
entonces lo que más se vende son satines, chifones y no es la tela que
está pidiendo quien consume moda nicaragüense”.
Así que hay que importar la tela. Castellón comenta que a veces las
trae de Miami, o se las traen de Colombia o Panamá, y a veces debe
viajar a Honduras para comprarlas.“Aquí solo hay un proveedor que trae
telas de Nueva York y son muy baratas en comparación como las venden
allá, donde una yarda de lino te cuesta 35 dólares, aquí cuesta 12, pero
son casi 250 córdobas y no todo el mundo está dispuesto a pagar eso,
entonces es un poco difícil manejar los costos y los precios a la hora
de hacer ropa a la medida y en poca producción”, explica Castellón.
MÁQUINAS SON MUY CARAS
Se necesita una cantidad de dinero bastante grande para sacar
adelante el negocio de la moda. Las máquinas de coser, los tipos de
cortadoras y de mesas para lograr que el diseño realmente quede como lo
imaginó el diseñador es sumamente costoso.
Según Castellón “una máquina industrial sencilla y de las más baratas
cuesta 750 dólares, si querés una que haga trabajos más específicos,
por ejemplo que pegue botones, cuesta 1,200 dólares, la que te hace
orillas cuesta como 1,800 dólares, entonces ¿cómo conseguir toda esa
plata junta para poder hacerlo?”
Otro detalle de la moda nicaragüense es la exclusividad, o sea, no se producen grandes cantidades de una sola pieza.
Según Castellón “la producción en masa se ha querido hacer con las
zonas francas que están en el país, pero los costos de producción son
muy altos y los pedidos tienen que ser bastantes para que puedan costear
su producción, no podés dar a hacer 50 camisas, tienen que ser 250,000
camisas para que ellos vean un beneficio y no hay la tela, ni los
colores para hacerlo, entonces se dificulta muchísimo y además es una
inversión enorme”.
UNIR AL GREMIO DE LA MODA
En el país tampoco existe una entidad que apoye a los diseñadores y
ellos tampoco se han unido como gremio. “No estamos ni siquiera
registrados como una sociedad, si no que cada quien por su lado y
desgraciadamente así está funcionando, la moda tiene futuro en Nicaragua
si todos trabajamos juntos; pero si todos trabajamos cada quien por su
lado, es más difícil”, señala Castellón.
Promover el arte
Nicaragua Diseña 2012 es un evento creado por el Instituto Nicaragüense
de Turismo (Intur) contando con la colaboración y asesoría de Shantall
Lacayo que se realizará el 20 y 21 de octubre de este año.
Lacayo explica que hace ocho meses empezó a trabajar en este proyecto
“y la idea es proyectar el lado creativo de los nicaragüenses en el
extranjero y es algo muy importante porque a veces la creatividad y el
arte están vistos como aspectos en los que no vale la pena invertir”.
La convocatoria para los diseñadores está abierta desde el 9 de julio
hasta el 9 de agosto en las categorías de diseño de modas, diseño
mobiliario, accesorios, arquitectura (incluyendo jardinería) y joyería,
además de artes plásticas y artesanías.
Consumir lo nica
Para el diseñador Vicente Castellón, creador de la marca VC, es de vital
importancia que empiece a crearse una nueva visión de parte del
consumidor nicaragüense, “que se valore y se prefiera lo nacional, la
gente no consume tanto el producto nicaragüense, entonces es difícil
desarrollar una industria cuando tu consumidor prefiere comprar
productos que vienen del extranjero a productos hechos en el país y que a
veces hasta tienen los mismos precios”, explica.
Tomado del diario La Prensa, Managua, Nicaragua.
Sección: Activos.
Martes 24 de Julio del 2012.