LA PRENSA/J. MOLINA |
Ligia Saborío se especializa en diseños para niñas Gretchen Robleto Lupiac En tiempos cuando las niñas quieren crecer rápido y vestir como mayores, una leonesa dirige con éxito una pequeña empresa especializada en vestidos para niñas, Creaciones y Diseños Ligia Saborío.
La línea de vestidos para niñas se caracteriza por los vuelos, los bordados, los estampados florales, toques delicados como detalles fruncidos en el pecho, en fin, toda una evocación a los clásicos vestidos de niñas de antaño.
Ligia Saborío, de 47 años, desde 1984 se dedica formalmente al diseño de vestuario para niñas y niños, pero especialmente para niñas. Define que sus diseños se caracterizan por los detalles elaborados a mano, como los bordados en botones.
Su gusto por el arte manual viene en la sangre. Recuerda que cuando era una niña, su madre elaboraba ella misma los vestidos de sus hijos. Mientras su mamá cosía y bordaba un vestido, ella se sentaba a su lado a confeccionarle vestidos a sus muñecas. De su madre aprendió la dedicación al detalle y el gusto por la perfección. “Mi mamá se podía tardar hasta un mes haciendo un vestido hasta lograr que quedara perfecto”, cuenta.
Ligia comenzó sola su empresa, pero ante la demanda de sus creaciones ahora contrata personal que la apoya con la costura y los bordados, para ella tener más tiempo de dedicarse al diseño de sus creaciones, mismas que actualmente llega a exportar en un 30 por ciento a la ciudad de San Petersburgo, Estados Unidos.
Cada mes, Ligia Saborío produce unas 120 piezas de vestuario. Sus planes a lo inmediato son aumentar sus exportaciones, lo cual confía que logrará gracias al apoyo que recibe de organismos como Cuenta Reto del Milenio, a través del cual ha obtenido capacitación en temas de negocios. Saborío también ha participado en ferias en el exterior y las ferias de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), donde ha establecido contactos claves para el crecimiento de su empresa. Ligia Saborío define su trabajo como “muy cotizado y con poca competencia”.Bióloga y empresaria. Ligia Saborío se graduó de bióloga en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León), pero nunca ejerció su carrera, ya que su verdadera vocación estaba en diseñar y hacer negocios con sus diseños. Lo más importante. “Todo comienzo es difícil, pero una vez que ya arrancamos todo es posible”, dice Saborío, quien considera que el control de calidad es la tarea más ardua en el negocio que ha emprendido. La atención a los detalles es vital. Tomado del diario La Prensa, Managua, Nicaragua. Suplemento: Nosotras. Martes 6 de Mayo del 2008. |
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