Masdar, la ciudad del futuro
Mientras la mayor parte de los países del mundo buscan desesperadamente cómo ajustar su economía y finanzas para enfrentar los altos precios del petróleo, en Abu Dabi, Emiratos Árabes, desde hace tres meses se inició la construcción de una ciudad prototipo que no utilizará una sola gota de petróleo para funcionar; no habrá emisiones de carbono ni automóviles ni basura que botar; el agua del mar la harán potable, y las aguas residuales, una vez tratadas, se utilizarán en los cultivos; en los negocios se venderán únicamente productos biológicos; se impulsará el comercio solidario; la arquitectura será ecológica; se respetarán los valores y cultura de sus pobladores. ¡Atención, éste no es un capricho más de los dueños de una de las principales reservas del llamado oro negro! No. Estamos frente a un hecho tan trascendental como lo fue en su momento el primer viaje fuera de la órbita de la tierra. Se trata de la primera ciudad totalmente ecológica que intenta construir el ser humano y que de funcionar como está previsto, servirá de modelo básico para el hábitat del futuro.
Este emprendimiento tecnológico y social que fue anunciado a finales de enero, en la Cumbre Mundial sobre la Energía del Futuro (WFES), se conoce como la Iniciativa Masdar o Ciudad Masdar. En él se invertirán 25 mil millones de dólares, tendrá un área de seis kilómetros cuadrados y albergará una población de 50 mil personas. Los techos de sus edificios serán grandes receptores y acumuladores de energía solar, la cual suplirá el 90% de la energía necesaria, y la restante la obtendrán del viento y el hidrógeno. Las energías renovables y el ahorro del agua serán temas y lemas de vida; de ahí que no sea casualidad que en su primera fase este proyecto contemple la creación de una universidad especializada en desarrollar la energía del futuro. La Masdar Institute of Science and Technology (MIST) deberá estar funcionando en 2009, y desde hace algún tiempo están reclutando a lo más selecto de la inteligencia del mundo entero para concentrarlo en ese importante centro de investigación y desarrollo.
Y no se extrañen si las siglas “MIST”, de esta universidad, se parecen a las muy conocidas “MIT”, del Instituto Tecnológico de Massachussets, pues la Universidad Masdar será como una filial del MIT. Aunque también, desde ahora, cuenta con el apoyo de universidades de prestigio mundial, como la de Bekerley, California, y otras tantas.
De hecho, Abu Dabi está apostando a ser el centro de las grandes soluciones energéticas globales del futuro de la humanidad. En Masdar también se pretende tener la planta de hidrógeno más grande del mundo. Como quien dice: para cuando a los Emiratos Árabes se le acaben los yacimientos de petróleo, habrán desarrollado los mejores “yacimientos tecnológicos” sobre energías renovables. Es más, desde los inicios de la construcción de Masdar se afirma que la tecnología con que recolectarán la luz solar revolucionará los métodos hasta hoy conocidos.
El sistema de refrigeración procederá de torres eólicas, que recogerán las brisas del desierto y expulsarán el aire caliente. Ningún edificio superará los cinco pisos de altura, y la ciudad estará orientada de noreste a suroeste para obtener un óptimo equilibrio de luz solar y sombra. Con este tipo de arquitectura se pretende desarrollar un microclima que mantenga el aire en movimiento y así protegerán el interior de sus edificios del fuerte sol en verano.
El sistema de transporte estará basado en pequeños vehículos que correrán sobre vías magnéticas y de los que ningún habitante de la ciudad estará a una distancia mayor a 200 metros. Las calles serán estrechas, un poco más de tres metros, para que haya sombra la mayor parte del tiempo, y todas finalizarán en pequeñas plazoletas adornadas con fuentes de agua, palmeras y vegetación decorativa. La ciudad completa debería estar lista para 2016.
Haciendo algunas relaciones aritméticas, nos encontramos que la inversión por cada kilómetro cuadrado construido, será de un poco más de cuatro mil millones dólares, y de medio millón por cada habitante. Posiblemente, los nicaragüenses no podamos asimilar el significado de estas cifras con tantos ceros a la derecha invertidas en una ciudad. Pero basta que hagamos el siguiente ejercicio mental para dimensionar de qué estamos hablando: imaginemos la ciudad de Managua con mil edificios similares al Centro Empresarial Pellas de la carretera a Masaya. ¿Sería impresionante no? Y eso que nuestra ciudad es 45 veces más grande que el tamaño previsto para ciudad Masdar.
Por otra parte, es de suponerse que la vida en esa ciudad de seis kilómetros cuadrados, todavía más pequeña que San Juan de Oriente, será muy tranquila, sin ruidos, sin gente corriendo apresuradamente, y por supuesto, sin el estrés que generan las ciudades que han nacido y crecen sin planificación alguna. Es necesario mencionar que el diseño de la ciudad incluye estudios sociológicos y sicológicos para brindar los mejores niveles de confort a sus habitantes. Tengo la sospecha de que desean hacer una réplica del paraíso terrenal en medio del desierto, pues además, cultivarán las frutas y verduras necesarias para su consumo.
El conocimiento,
la riqueza del futuro
Definitivamente que muchas preguntas y comentarios se podrán hacer sobre este proyecto futurista que brindará condiciones muy especiales a unas cuantas personas privilegiadas. Pero de lo que sí estoy seguro es que ustedes, como yo, valorarán la visión estratégica de estos señores, en tanto no se duermen sobre sus montañas de dinero y piensan en el futuro de sus pueblos.
Todo parece indicar que la población y el gobierno de los Emiratos están claros de que la riqueza más importante del presente y del futuro es el conocimiento. Quienes no lo comprendan estarán ubicando sus sociedades y países en el último rincón del último vagón, del último tren del desarrollo.
Los Emiratos Árabes Unidos tienen reservas de petróleo para 150 años más. No se les acabará mañana ni dentro de cinco años, pero desde ahora están buscando alternativas para su futuro energético, económico y social. Algunos podrán decir: “Con dinero todo se puede”, pero basta comparar otros países petroleros para darnos cuenta que más que un asunto de dinero, es un asunto de visión estratégica. El problema de la energía y el calentamiento global son algo muy serio como para estar posponiendo acciones.
¡Y qué ironías las de la vida! Quienes no padecen la crisis del petróleo están trabajando en nuevas opciones energéticas, y nosotros, los nicaragüenses, que dependemos totalmente de él, hemos desperdiciado los últimos 30 años de nuestra vida abandonando la geotermia e invirtiendo nada en las energías hidroeléctrica y la eólica. Y lo más grave, atándonos cada vez más al consumo de hidrocarburos.
¡Qué bonito sería que cada alcaldía de nuestro país emprendiera la construcción de pequeñas centrales de energía renovable, según los recursos naturales que más posea: agua, viento, geotermia, biogás u otro elemento! Estoy seguro de que no se requieren miles de millones de dólares. Es más un asunto de visión estratégica y de amor a la patria.
Tomado de El Nuevo Diario, Managua, Nicaragua.
Sección: Emprendedores.
Martes 17 de Junio del 2008.
Este emprendimiento tecnológico y social que fue anunciado a finales de enero, en la Cumbre Mundial sobre la Energía del Futuro (WFES), se conoce como la Iniciativa Masdar o Ciudad Masdar. En él se invertirán 25 mil millones de dólares, tendrá un área de seis kilómetros cuadrados y albergará una población de 50 mil personas. Los techos de sus edificios serán grandes receptores y acumuladores de energía solar, la cual suplirá el 90% de la energía necesaria, y la restante la obtendrán del viento y el hidrógeno. Las energías renovables y el ahorro del agua serán temas y lemas de vida; de ahí que no sea casualidad que en su primera fase este proyecto contemple la creación de una universidad especializada en desarrollar la energía del futuro. La Masdar Institute of Science and Technology (MIST) deberá estar funcionando en 2009, y desde hace algún tiempo están reclutando a lo más selecto de la inteligencia del mundo entero para concentrarlo en ese importante centro de investigación y desarrollo.
Y no se extrañen si las siglas “MIST”, de esta universidad, se parecen a las muy conocidas “MIT”, del Instituto Tecnológico de Massachussets, pues la Universidad Masdar será como una filial del MIT. Aunque también, desde ahora, cuenta con el apoyo de universidades de prestigio mundial, como la de Bekerley, California, y otras tantas.
De hecho, Abu Dabi está apostando a ser el centro de las grandes soluciones energéticas globales del futuro de la humanidad. En Masdar también se pretende tener la planta de hidrógeno más grande del mundo. Como quien dice: para cuando a los Emiratos Árabes se le acaben los yacimientos de petróleo, habrán desarrollado los mejores “yacimientos tecnológicos” sobre energías renovables. Es más, desde los inicios de la construcción de Masdar se afirma que la tecnología con que recolectarán la luz solar revolucionará los métodos hasta hoy conocidos.
La ciudad Masdar
La ciudad fue diseñada por el arquitecto británico Norman Foster y sus asociados. Según detalles brindados por un funcionario de la firma diseñadora, los edificios se apiñarán como en una “kashba”, barrios con callejuelas y edificios cuyas ventanas casi se besan. Tuve la oportunidad de conocer uno de ellos en Argelia, y realmente son de lo más pintorescos.El sistema de refrigeración procederá de torres eólicas, que recogerán las brisas del desierto y expulsarán el aire caliente. Ningún edificio superará los cinco pisos de altura, y la ciudad estará orientada de noreste a suroeste para obtener un óptimo equilibrio de luz solar y sombra. Con este tipo de arquitectura se pretende desarrollar un microclima que mantenga el aire en movimiento y así protegerán el interior de sus edificios del fuerte sol en verano.
El sistema de transporte estará basado en pequeños vehículos que correrán sobre vías magnéticas y de los que ningún habitante de la ciudad estará a una distancia mayor a 200 metros. Las calles serán estrechas, un poco más de tres metros, para que haya sombra la mayor parte del tiempo, y todas finalizarán en pequeñas plazoletas adornadas con fuentes de agua, palmeras y vegetación decorativa. La ciudad completa debería estar lista para 2016.
Haciendo algunas relaciones aritméticas, nos encontramos que la inversión por cada kilómetro cuadrado construido, será de un poco más de cuatro mil millones dólares, y de medio millón por cada habitante. Posiblemente, los nicaragüenses no podamos asimilar el significado de estas cifras con tantos ceros a la derecha invertidas en una ciudad. Pero basta que hagamos el siguiente ejercicio mental para dimensionar de qué estamos hablando: imaginemos la ciudad de Managua con mil edificios similares al Centro Empresarial Pellas de la carretera a Masaya. ¿Sería impresionante no? Y eso que nuestra ciudad es 45 veces más grande que el tamaño previsto para ciudad Masdar.
Por otra parte, es de suponerse que la vida en esa ciudad de seis kilómetros cuadrados, todavía más pequeña que San Juan de Oriente, será muy tranquila, sin ruidos, sin gente corriendo apresuradamente, y por supuesto, sin el estrés que generan las ciudades que han nacido y crecen sin planificación alguna. Es necesario mencionar que el diseño de la ciudad incluye estudios sociológicos y sicológicos para brindar los mejores niveles de confort a sus habitantes. Tengo la sospecha de que desean hacer una réplica del paraíso terrenal en medio del desierto, pues además, cultivarán las frutas y verduras necesarias para su consumo.
El conocimiento,
la riqueza del futuro
Definitivamente que muchas preguntas y comentarios se podrán hacer sobre este proyecto futurista que brindará condiciones muy especiales a unas cuantas personas privilegiadas. Pero de lo que sí estoy seguro es que ustedes, como yo, valorarán la visión estratégica de estos señores, en tanto no se duermen sobre sus montañas de dinero y piensan en el futuro de sus pueblos.
Todo parece indicar que la población y el gobierno de los Emiratos están claros de que la riqueza más importante del presente y del futuro es el conocimiento. Quienes no lo comprendan estarán ubicando sus sociedades y países en el último rincón del último vagón, del último tren del desarrollo.
Los Emiratos Árabes Unidos tienen reservas de petróleo para 150 años más. No se les acabará mañana ni dentro de cinco años, pero desde ahora están buscando alternativas para su futuro energético, económico y social. Algunos podrán decir: “Con dinero todo se puede”, pero basta comparar otros países petroleros para darnos cuenta que más que un asunto de dinero, es un asunto de visión estratégica. El problema de la energía y el calentamiento global son algo muy serio como para estar posponiendo acciones.
¡Y qué ironías las de la vida! Quienes no padecen la crisis del petróleo están trabajando en nuevas opciones energéticas, y nosotros, los nicaragüenses, que dependemos totalmente de él, hemos desperdiciado los últimos 30 años de nuestra vida abandonando la geotermia e invirtiendo nada en las energías hidroeléctrica y la eólica. Y lo más grave, atándonos cada vez más al consumo de hidrocarburos.
¡Qué bonito sería que cada alcaldía de nuestro país emprendiera la construcción de pequeñas centrales de energía renovable, según los recursos naturales que más posea: agua, viento, geotermia, biogás u otro elemento! Estoy seguro de que no se requieren miles de millones de dólares. Es más un asunto de visión estratégica y de amor a la patria.
Un poco sobre los Emiratos
Según datos tomados de Wikipedia, Abu Dabi es el más grande de los siete emiratos que integran los Emiratos Árabes Unidos, al sureste del Golfo Pérsico, y a su vez la capital. Su superficie es de 73,548 kilómetros cuadrados y tiene una población de 1,850,230 habitantes. Su economía se basa casi exclusivamente en la producción petrolífera, explotando sus yacimientos desde 1959. Produce anualmente unos 100 millones de toneladas de petróleo.Tomado de El Nuevo Diario, Managua, Nicaragua.
Sección: Emprendedores.
Martes 17 de Junio del 2008.
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