Pista de patinaje SK8
Arnulfo UrrutiaDesde hace mucho tiempo este joven con poco dinero, pero con mucha voluntad y espíritu de superación, tuvo el deseo de iniciar su propio negocio. Nos cuenta que sus primeros “chambulines” los consiguió armando computadoras para venderlas y cubrir el costo de sus estudios de maestría en Administración de Empresas y algunas necesidades económicas. Así estuvo durante un buen tiempo; pero hace dos años, cuando finalizaba sus estudios, tomó la radical decisión de convertirse en un emprendedor empresarial.
Consciente de las pocas opciones que tienen los jóvenes en nuestra ciudad para divertirse sanamente, y recordando los buenos tiempos que pasó junto a sus amigos y familiares en algunos centros de diversión, en uno de esos chispazos emprendedores concibió la idea de montar una pista de patinaje. La necesidad estaba latente; en las calles veía cómo los chavalos con sus patinetas o patines, corrían el riesgo de ser atropellados por un vehículo, o bien ser víctimas de los delincuentes. Eso fortaleció la idea de formar una empresa que llenara tal necesidad. Gustavo no era dueño de local alguno, tenía muy poco dinero ahorrado, tampoco contaba con el respaldo emocional de su familia. ¿Qué hacer?
Pensando más en las oportunidades que en las dificultades, se enfocó en trabajar la idea, y un día de tantos leyó un anuncio clasificado en el que se buscaba sociedad para aprovechar un terreno de buena ubicación en la ciudad de Managua. Sin imaginar que a partir de ese momento se abría un nuevo episodio en su vida empresarial, se puso en contacto con el dueño del local, una persona que sin conocerlo, pero analizando su idea de negocio, admirando su empuje y optimismo, de inmediato decidió convertirse en su socio. Román Alvarado, como se llama el dueño de aquel terreno, dejó a un lado los criterios convencionales que rigen la conducta de los negocios y decidió brindar apoyo al novato empresario, adecuándose a las posibilidades y capacidades de Gustavo.
Gustavo, ¿qué razones tuviste para pensar en montar tu empresa?
Trabajé en una empresa de telecomunicaciones donde tenía grandes exigencias y muy poco salario. Cuando trabajé ahí me sentía desmotivado.
Pero otros jóvenes lo que hacen es buscar otro trabajo, ¿por qué no hiciste lo mismo?
Muchos no lo hacen por el miedo al fracaso. Yo prefiero decir, lo intenté, aunque llegase a fallar en el intento, en lugar de quedarme con la duda.
¿Hubo algo que te diera el impulso definitivo para tomar tu decisión?
Sí, fue después de leer su libro “Éxito emprendedor”. De esa lectura saqué bastantes ideas.
¿Cuál fue el testimonio que más te impactó de ese libro?
Fue la historia de la librería D’Leo.
¿Cómo hiciste para ahorrar e invertir si ganabas muy poco?
Por un buen tiempo casi no salía a pasear, ni a discotecas.
¿Qué pensó el dueño del terreno cuando vio a un muchacho tan joven?
Más bien se alegró y se contagió de mi entusiasmo. Yo creo que haberlo encontrado no es casualidad, sino más bien causalidad. Es decir, fue a causa de mi búsqueda. Algo así como la ley de la atracción.
¿Y tenías el capital requerido para iniciar?
No. Tenía como dos mil quinientos dólares y necesitaba cinco mil. Me apuré a vender más computadoras para ir ganando lo que necesitaba para invertir en el montaje de la pista. Además, todavía trabajaba para la empresa de telecomunicaciones.Para iniciar este negocio, ¿firmaron algún documento?
No. Todo fue de palabra, basados en la confianza, hasta ahora es que estamos constituyendo legalmente la empresa.
Me dijiste que el 15 de enero fue la inauguración. ¿Cómo fue ese primer día?
Fue de lo más sencillo. Ese día sólo llegaron amigos. Otro día lo dejé gratis para que llegara el que quisiera.
¿Y las ventas?
Dos días después hice mis primeras ventas. Fue el fin de semana, y vendí menos de mil córdobas.¿Cuánto vale la hora de patinaje?
Veinte córdobas. Treinta si le alquilo la patineta. La idea es que la gente se divierta sanamente sin gastar mucho.¿En qué horario funciona?
De nueve de la mañana a cinco de la tarde todos los días de la semana.¿Qué servicios brinda SK8 a sus clientes?
Primero, el local para patinaje, venta de refrescos y bocadillos. También estamos aceptando grupos y les organizamos sus eventos recreativos.¿Has pensado en hacer alianzas con empresas grandes?
Sí, eso estamos buscando. Estamos planeando diversos concursos y sería bueno que las grandes empresas aprovechen nuestra infraestructura y experiencia para patrocinar eventos.¿A qué teléfono te pueden llamar para hacer reservaciones?
Al 88629143 y en Facebook me encuentran como Centro de patinaje de Nicaragua. Eso mientras creo mi sitio web.
¿Tu estado de ánimo, ahora que estás experimentando ser tu propio jefe?
Me siento cómodo, contento. Mi socio tiene la seguridad que saldremos adelante.
¿Un mensaje a la juventud?
Nosotros, los jóvenes, podemos salir adelante. No tenemos que estar esclavizados como empleados de una empresa. Los jóvenes podemos dar bastante a nuestro país. Comencemos con poquito, pero tengan la seguridad que podremos generar mejores ingresos que lo que nos pagan en una empresa.Tomado de El Nuevo Diario, Managua, Nicaragua.
Sección: Emprendedores.
Jueves 28 de Mayo del 2009.