domingo, 28 de diciembre de 2008

Curiosidades del mundo empresarial

Arnulfo Urrutia


De acá y aculláLos aires navideños nos trajeron la idea de hacer algo diferente. Así que en esta ocasión les brindaremos curiosidades del mundo empresarial de Nicaragua y otros países. Lo que les aseguramos es que todos los relatos son totalmente ciertos, aunque algunos parezcan lo contrario. Disfrútenlos.
La marca Zepol
El reconocido ungüento Zepol debe su nombre a un litigio empresarial, en el cual el fabricante de este medicamento, un señor de apellido López, no podía utilizar su apellido como marca de su producto. Ante tal situación, el señor en mención, decidió seguir utilizando su apellido, sólo que para no desobedecer la prohibición, lo escribió al revés. De ahí que el “Ungüento López” salió nuevamente al mercado como “Ungüento Zepol”, es decir, Lopez, al revés. Esta marca se ha popularizado tanto en nuestro país, que a los vigilantes se les dice Zepoles y a una buena sopa de frijoles se le llama un Zepolazo.
Cómo se duplicaron las ventas de Alka Seltzer
En algún momento de la historia, las ventas de los laboratorios Bayer, fabricantes de Alka-Zeltzer, estuvieron muy deprimidas. Sus más altos ejecutivos buscando las formas de superar tal situación, consultaron a su equipo de mercadólogos, los cuales comenzaron a pensar sesudamente en una solución. En eso estaban cuando el contador, desde su rincón atiborrado de documentos, les sugirió: ¿Por qué en lugar de mostrar una sola tableta en la publicidad, no ponen dos? Desde ese momento la publicidad de Alka-Zeltzer nos muestra dos tabletas efervescentes cayendo en un vaso con agua. Anteriormente la publicidad de este producto mostraba solamente una. Las ventas de Alka Seltser se duplicaron a partir de aquella “insignificante” sugerencia del contador.
Al suave
Es muy común escuchar la palabra “Al suave” cuando una persona le pide un poco de paciencia a otra. En la vieja Managua existió un establecimiento comercial muy famoso que se llamó Paya Soza, que era el nombre de su dueña: Rafaela Soza, dicho sea de paso, una de las primeras y más famosas empresarias de nuestro país. Paya Soza tuvo la iniciativa de promover la venta de sus productos, pagándolos en cuotas. Su publicidad te decía que si comprabas en Paya Soza, podrías pagar en abonos suaves. Poco a poco lo de los abonos suaves se fue popularizando entre la población, cuando se refería a temas relacionados con las compras o un préstamo de dinero. Ahora, es muy común escuchar la famosa frasecita: “Al suave… al suave” Aunque se haya olvidado lo de los abonos.
El vehículo soñado por Toyota
Hace poco más de un año, Katsuaki Watanabe, Presidente de Toyota, expresó en una entrevista a la revista de la universidad de Harvard, lo siguiente: “No sé cuántos años tardaremos, pero yo quiero que Toyota invente el automóvil de ensueño: un vehículo que pueda hacer que el aire sea más limpio, que no pueda lesionar a las personas, que impida los accidentes, que haga más saludables a las personas mientras más lo conduzcan; capaz de entusiasmar, entretener y estimular las emociones de sus pasajeros, que pueda recorrer el mundo con un solo tanque de gasolina. Ése es mi sueño”.
¿Se imaginan un vehículo que en lugar de contaminar el aire, lo limpie? ¿Que mientras más lo conduzcas te haga más saludable? ¡Impresionante verdad! Seguro que si no fuese Watanabe quien lo dice, otra persona sería calificada de loca. Pero sépanlo, las realidades se construyen primero en los sueños.
El dólar
El dólar, esa moneda que tanta alegría o temor causa en el mundo empresarial, tiene un origen muy curioso. Joaquim Thaler fue un alemán que acuñaba monedas de plata extraída de las minas de su país. Las monedas ganaron popularidad en toda Europa, donde se les comenzó a llamar Thaler. Viendo eso Carlos I, Rey de España, ordenó a sus súbditos que extraían plata en las minas de México, que también acuñaran monedas Thaler. Como en castellano no existe un sonido para la “Th”, los mexicanos la comenzaron a pronunciar como “D”, por tal razón, a las monedas de plata, se les comenzó a llamar “Dáler”. En México como en Europa, las famosas monedas se popularizaron hasta cruzar la frontera y llegar a los Estados Unidos de Norteamérica, donde poco a poco, el nombre fue cambiando hasta llegar a llamarse Dólar, tal como lo conocemos ahora.
Hielo en cubitos
Hace aproximadamente cuatro años, durante unas dinámicas para desarrollar ideas de negocios, en un curso sobre emprendedores que impartí, varios participantes originarios de la ciudad de Estelí descubrieron que en ese departamento no se fabricaba hielo en cubitos. ¡Todo el hielo que se consumía era “importado” de Matagalpa! A partir de ese momento se comenzó a fabricar hielo en cubitos en el diamante de las Segovias.
Las únicas trabajadoras dueñas de zona franca
Según lo que conozco, hasta el día de hoy, Nicaragua es el único país del mundo donde existe una zona franca cuyas propietarias son sus propias trabajadoras. Me refiero a la Cooperativa de Mujeres Nueva Vida, las cuales fabrican ropa orgánica para la exportación y están ubicadas en el barrio Nueva Vida, cerca de Ciudad Sandino.
Agenda llena un año antes
El payaso Pipo es el único empresario que conozco en siete años de entrevistas a emprendedores, que tiene la agenda llena un año por adelantado. Muchos niños que desean compartir con el famoso artista, tienen que celebrar su cumpleaños en las fechas en que Pipo tiene espacio en su cargada agenda de trabajo. Y eso que lo que cobra no son cuatro centavos. ¡Así cualquiera quiere ser payaso!
Su primer millón de dólares
Un joven nicaragüense de 26 años es el dueño de una pequeña industria alimenticia que al tercer año de operaciones logró vender un millón de dólares. Vender esa cifra anual en productos alimenticios en nuestro país no es algo que veamos todos los días y menos a los 26 años de edad, comenzando desde cero. ¡Ah! Y todavía no está exportando. ¿Por qué no doy el nombre? Muy sencillo: no estoy autorizado.
Sastres salvadoreños invaden Nicaragua
Importantes empresas, instituciones y hasta universidades de Nicaragua, cuyo personal utiliza uniforme de trabajo, dan a confeccionar sus trajes a sastres salvadoreños que año con año recorren nuestro país levantando órdenes de compra. ¿Y es que en nuestro país no hay sastres ni costureras? Se podrán preguntar. Claro que los hay, pero los salvadoreños trabajan mejor y cobran menos. ¿Y saben cuál es el colmo? Algunos de ellos contratan costureras nicas para confeccionar tales uniformes. La clave está en el corte y la toma de las medidas. Los sastres salvadoreños no están probando y ajustando los trajes una y otra vez. El cliente siempre recibe su traje a la medida exacta. ¡A la primera!
Un pleito entre socios
Me contaba Chuno Blandón cuando lo entrevisté, que su papá fue un próspero empresario jinotegano. En aquellos tiempos, la palabra tenía más valor que diez papeles firmados, me dijo Chuno. Las personas tenían una gran ética para los negocios. Luego agregó: fijate que mi papá tuvo un socio de por vida y solo una vez discutió con él. Y por qué discutieron, le pregunté. Es que al finalizar un determinado negocio, mi papá le decía: a vos te corresponde ganar más y su socio muy molesto le decía: no hombre, a vos te toca más ganancia que a mí. Por esa causa estuvieron discutiendo un buen rato.
Mejoral
Ése era el nombre de una pastilla contra el dolor muy famosa que existió durante décadas. Lo interesante de este producto fue la manera tan práctica y sencilla con que los publicistas elaboraron su eslogan publicitario: “Mejor… Mejora… Mejoral”. Como pueden observar todo se deriva del mismo nombre del medicamento. Por supuesto, era la más vendida. Algunos expertos hasta se atreven a decir que es uno de los mejores lemas publicitarios del siglo pasado.
Tomado de El Nuevo Diario, Managua, Nicaragua.
Sección: Emprendedores.
Domingo 28 de Diciembre del 2008.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Una arrebatadora historia en las isletas de Granada

Empresa turística Mora-Reyes

Una arrebatadora historia en las isletas de Granada - Foto

Hace cuatro años, un organismo cristiano llamado Visión Mundial retó a líderes de un grupo de comunidades ubicadas en las Isletas de Granada a emprender negocios que estuviesen vinculados al turismo. Las opciones eran dos: instalar un restaurante o dedicarse al transporte recreativo para turistas.

Karla Reyes era una de aquellas líderes. Originaria de Managua y casada con el lugareño José Leonel Mora, se había convertido en dirigente comunitaria del municipio Costa Sur. José Leonel era pescador y también el principal sostén del hogar. Cuatro pequeños eran la mayor alegría de la familia Mora-Reyes, los cuales conforme crecían demandaban una canasta básica mejor y más abastecida. La situación, como es de imaginar, no era muy fácil. Fue por eso que cuando Visión Mundial les hizo la propuesta, decidieron tomarla. “Nos apuntamos a la menos costosa”, nos dice José Leonel, mientras señala hacia al muelle.

Visión Mundial les otorgó un préstamo de cinco mil dólares. Compraron una lancha y un pequeño motor. “Eso nos costó cuatro mil 500 dólares más el IVA”, nos cuenta José Leonel.

¡Así quién no! Con la plata baila el perro, estará pensando alguno de ustedes. Pero lo que no les he contado es que la familia Mora-Reyes tuvo que ingeniárselas muy bien para poner a trabajar aquel medio de transporte. A la lancha le faltaba el timón, los asientos, el piso interno y el techo. En eso consistía el reto: adquirir un vehículo, y sin disponer de un solo centavo, equiparlo, ponerlo a trabajar y comenzar a pagar la deuda adquirida.

Pero la decisión estaba tomada, “y a lo hecho, pecho”. Karla buscó de inmediato el apoyo de un hermano que vive en el exterior. José Leonel vendió algunos bienes, y juntos convencieron a varios amigos para que les prestaran el dinero que les faltaba. Pero eso sí, su principal capital lo tenían intacto. Ese capital era su inmenso deseo de triunfar y dar a sus cuatro hijos una vida mejor. Eso los estimuló a dar el ciento por ciento, hasta llegar a la meta que se habían propuesto. Lo lograron. Un día de tantos, La Arrebatadora, como bautizaron a su lancha, surcó las aguas del Cocibolca.

La oficina

Los visité en el puerto de Asese, específicamente en la Marina Cocibolca. Los encontré sonrientes; seguro que no participaron en los recientes bochinches políticos. Serenos. Seguro que si la crisis financiera mundial les tocara, la sabrían sortear. Centrados en su trabajo, seguros de que Obama, Chávez o Fidel, no son más importantes que sus tres lanchas.

”Ésta es nuestra oficina”, me dijo risueña Karla, mientras nos acercábamos a la sombra de un árbol donde había un motor y varios recipientes. No hice comentario. Acto seguido me dijo con una sonrisa más pronunciada: “Ya pronto nos alquilarán un módulo aquí mismo”. Tal cambio será como un salto de garrocha, pensé, al ver las instalaciones. Ése sería otro premio a su abnegado trabajo: contar con un local dónde realizar un mejor aporte al turismo.

Poco a poco, la familia empresaria se reunió a mi alrededor. Me presentaron a cada uno y me explicaron lo que cada cual hacía. Me invadió la sensación de que en la inmensidad del Gran Lago el viento propagaba un gran canto que decía: “el trabajo es nuestro digno laurel”.

Capitanes de lanchas y luchas

Pero el apoyo de aquel organismo no se limitó a prestarles el dinero. También los armó de los conocimientos necesarios para que aquella lancha, que era también la empresa, no se hundiera ni como empresa ni como lancha. Hoy, a tres años y meses, la familia Mora-Reyes es dueña de tres embarcaciones totalmente equipadas, que administran y operan junto a sus hijos e hija: Arrebatadora 1, Arrebatadora 2 y Arrebatadora 3.

Karla, ¿quiénes manejan estas lanchas?

Leonel, mi hijo mayor, que ahora tiene 19 años, fue el primero que las manejó. Visión Mundial lo entrenó como capitán. También lo mandaron a unos cursos sobre relaciones humanas, inglés y guía de turistas. El otro capitán es mi hijo de 15 años. También mi niña de doce años ya está en proceso de aprendizaje y colabora con los grupos de turistas.

¿Cuál es el equipamiento de estas lanchas?

Tienen equipo de radio-comunicación, música, salvavidas. Tenemos tres tipos de motores: de 15, 75 y 150 caballos de fuerza. Esta última hace viajes hasta las islas Zapatera y Ometepe.

¿Qué tan difícil es este negocio?

Al comienzo fue duro: aparte de la deuda, entramos a competir con personas que tenían hasta treinta años de estar en el negocio. Recuerdo que hasta nos daba vergüenza ir a ofrecer los servicios a los clientes. Los otros eran agresivos y nosotros nos quedábamos callados. Cuando llegábamos a hablar, ya el cliente se había arreglado con ellos. Pero finalmente logramos conseguir un viaje. El único del día. Poco a poco fuimos agarrando experiencia y hasta un brochure dimos a elaborar. Después, todos los lancheros dieron a hacer su brochure. Ellos nunca habían tenido… (risas).

¿Cuánto vale la hora y qué le ofrecen al cliente?
Tenemos la hora sencilla, es decir, en los alrededores, en Playita, la cual vale 380 córdobas; y tenemos la hora de cuarenta dólares, la cual lleva al turista en un recorrido por tres comunidades: Flora-fauna, Las Mejores Isletas y los canales de Playita. La verdad es que dura una hora y veinte minutos.

¿Momentos difíciles que recuerden?

El primer mes de operaciones no habíamos recogido para el abono; fue en ese momento cuando me ayudó mi hermano que vive en el exterior. Otra vez fue que unos pasajeros se nos bajaron porque el techo tenía goteras. Eso sucedía porque no teníamos para comprar el material adecuado para el techo. El otro que recuerdo fue que por un problema familiar: tuvimos que dejar solo a nuestro hijo mayor, en aquel entonces tenía quince años. Lo dejamos a cargo de la primera lancha. Cuando nos volvimos a integrar al trabajo, él no había conseguido ni un solo cliente. ¡Habían pasado quince días! Como era chavalo, los más viejos se los quitaban… (risas).

No se olvidan de los más pobres

La empresa Mora-Reyes se ha desarrollado de una forma impresionante. Baste decir que la primera lancha, la Arrebatadora 1, que es la de menor potencia, tiene un valor de catorce mil dólares. Como pueden deducir, entre las tres lanchas suman una bonita cifra. ¡Y todo en menos de cuatro años! Pero algo digno de mención es que esta familia no olvida su procedencia, y cuando al lugar se aparecen personas de escasos recursos preguntando por los precios, ellos hacen un esfuerzo, y a veces hasta han dejado de ganar con tal de que esas personas puedan gozar de un buen paseo en lancha.

José Leonel, ¿cómo ha estado el trabajo en los últimos días?
En noviembre se bajó en un cuarenta por ciento. Parece que nos afectó este asunto de las elecciones.

¿Cuáles son los mejores meses en este negocio?

Desde diciembre hasta mayo. Ya hoy me reservaron lanchas para cincuenta turistas.

¿Cuál ha sido el paquete más grande que han manejado de un solo golpe?
Ciento cuarenta y ocho turistas, pero ése lo manejamos entre las dos empresas que trabajamos aquí en la Marina Cocibolca. Aquí somos dos personas las que trabajamos; cada uno tiene tres lanchas, y cuando a uno le cae un buen paquete lo comparte con el otro. No nos peleamos por los clientes. Una vez sale a ofrecer uno, y en el próximo va el otro.

¿A qué teléfono se puede hacer una reservación?
Pueden llamar al 552-6330 y al 813-6541.

Tomado de El Nuevo Diario, Managua, Nicaragua.
Sección: Emprendedores.
Sabado 13 de Diciembre del 2008.