Poniendo patas arriba una tradición milenaria
Arnulfo UrrutiaHay ocasiones, en que el mundo pareciera caminar al revés. En vez de vivir más limpios, contaminamos más el ambiente; en lugar de disminuir la pobreza, ésta ha aumentado; hablamos de paz, pero inventamos más guerras; hay mejores medios de comunicación, pero dialogamos menos. En fin… muchas cosas las hacemos a la inversa. Como dice el refranero popular: “Por ponerle Juana Ramos, le ponemos la paseamos”.
Pero, no todo camina hacia atrás, aunque se haga al revés. Y, este mundo no fuera mundo, si no nos llevara de sorpresa en sorpresa. Aun las cosas al revés, cuando se hacen con audacia creadora, pueden transformarse en interesantes experimentos. Así lo demuestra lo ocurrido en Bolivia, donde un grupo de personas decidieron poner patas arriba la milenaria tradición de las ferias y concibieron realizar una de ellas, sólo que a la inversa.
Todo comenzó en 2001, cuando el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) promovió un concurso de propuestas innovadoras que favorecieran el desarrollo de la micro y pequeña empresa. La Fundación Pro-Capacitación Laboral (Procal), presentando un proyecto de feria en la cual, los que llegarían a exponer no serían los vendedores, sino los compradores. Ganó la convocatoria promovida por el BID. Fue así como nació el concepto de Feria Empresarial a la Inversa (FEI), las que comenzaron a ejecutarse con mucho éxito a partir de 2004. Tanta acogida tuvieron, que incluso el gobierno boliviano divulgó una ley conocida como: “Compro Boliviano”, la cual, además de estimular la compra de productos nacionales, orienta que las contrataciones del Estado se realicen principalmente, por medio de ferias a la inversa.
Como pueden notar, una vez más las cosas se hicieron a la inversa; sólo que en esta ocasión la intención fue premeditada y los resultados calculados. Todo salió bien. A la fecha se han realizado ocho ferias; se han cerrado contratos por millones de dólares; se han favorecido las pequeñas empresas; se han hecho más transparentes las compras del Estado; se ha vinculado las grandes y pequeñas empresas; se ha facilitado la transferencia tecnológica; las grandes empresas han encontrado nuevos suplidores; y algo muy importante: se estimularon nuevos emprendimientos.
Ejemplos del funcionamiento de
una feria a la inversa
Con el propósito de evitarles leer aburridas líneas sobre los detalles del funcionamiento, me he tomado la libertad de redactar los siguientes ejemplos, ficticios por supuesto, que ilustran cómo funcionan estas ferias una vez que se adquiere determinada experiencia en las mismas.
* En un cubículo de la feria, varios oficiales del ejército atienden a una fila de gerentes y dueños de Mipymes, que buscan concertar una cita de negocios. En una terminal de computadora colocada accesiblemente al público oferente, se encuentran los siguientes productos demandados: 50,000 pares de botas, 30,000 capotes, 100,000 pares de calcetines, 400,000 pastillas de jabón, un millón de tortillas, 500,000 nacatamales. En el cubículo, se exhiben muestras de los artículos y documentos que describen los otros tipos de servicios que se adquirirán. Hasta fotografías y documentación digital tienen preparada para quienes deseen llevar una información más detallada. En un rótulo vistoso se lee: Nuestro presupuesto lo paga el pueblo, por eso preferimos lo nicaragüense.
Las empresas Mipymes acuerdan citas, y algunas, las más eficientes, hasta entregan sus ofertas, recién impresas con sus portátiles, la cuales acompañan con la documentación que requiere la ley de contrataciones del Estado.
* La empresa constructora más grande del país. “Constructora Facayo Liallos” tiene un stand tan dinámico y visitado como el del ejército. Cientos de subcontratistas, industriales y artesanos, ofrecen diversos trabajos. Sobre las mesas se pueden apreciar diversos tipos de bloques, tejas, molduras con sus respectivas especificaciones. También hay documentos que explican otros servicios requeridos. Igual ocurre con las fechas de entrega. Las Pymes pueden solicitar sus citas, con sólo dejar su tarjeta de presentación a un funcionario de Facayo Liallos, indicándole los productos que puede ofrecer. Ellos llamará posteriormente a las Pymes para acordar el día, hora y lugar de la cita.
* La cadena de supermercados “La Bolonia” tiene una interesante oferta para las cooperativas vinícolas y productores de miel de abejas: podrán firmar contratos de largo plazo para proveer a La Bolonia de vinos de frutas y miel. La Bolonia les brindará la capacitación necesaria, insumos requeridos para el envase y algo más: importará la maquinaria necesaria para que todo se haga con los estándares que el mercado internacional exije. Ellos tienen presente que dentro de sus clientes hay buena cantidad de extranjeros que viven en el país.
* En una mesa dentro del local de la feria, muy entusiasmados y atentos a lo que se está abordando, varios dueños de panaderías acuerdan la forma de asociación que adoptarán para fabricar los cinco millones de sándwiches que requerirá el próximo año, un organismo no gubernamental, para su programa alimentario en escuelas primarias de escasos recursos. Saben que implementar diversas formas asociativas es la clave para poder suplir las demandas que sobre pasan su capacidad productiva.
Se capacitó a 216 empresarias/os de la mayor parte del país, y 300 participaron en la feria. Por la gran empresa, se visitaron poco más de cien, de las cuales participaron 18. Se hicieron presentes, además, siete oferentes de servicios empresariales y tres financieras. Es importante señalar que en el caso de Nicaragua, las instituciones de gobierno no fueron invitadas a esta primera experiencia, tal como ocurre en Bolivia, sin embargo, en un futuro podrían ser un atractivo importante para que este evento deje los mejores resultados posibles.
Como siempre, lo novedoso causó inquietud, y en algunas Mipymes hasta un cierto temor, lo cual es compresible. Es como si a usted le dijesen que ahora las casas se construirán patas arriba, o que en las próximas olimpíadas concursarán patos disparando escopetas.
El esfuerzo por convocar bajo un mismo techo a demandantes y a oferentes fue de por sí un éxito. Personalmente esperé una mayor participación de la gran empresa, pero supongo que ellas también tuvieron sus dudas. Ahora bien, esta primera feria debería servir de escuela para realizar otras de igual o menor envergadura, a nivel municipal o departamental. La rentabilidad y beneficios que dejan, debería ser motivo suficiente para que Mipymes y grandes empresas las asuman como parte de sus programas de responsabilidad social empresarial. La pelota está en su cancha.
Tomado de El Nuevo Diario, Managua, Niacragua.
Sección: Emprendedores.
Viernes 15 de Agosto del 2008.
Todo comenzó en 2001, cuando el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) promovió un concurso de propuestas innovadoras que favorecieran el desarrollo de la micro y pequeña empresa. La Fundación Pro-Capacitación Laboral (Procal), presentando un proyecto de feria en la cual, los que llegarían a exponer no serían los vendedores, sino los compradores. Ganó la convocatoria promovida por el BID. Fue así como nació el concepto de Feria Empresarial a la Inversa (FEI), las que comenzaron a ejecutarse con mucho éxito a partir de 2004. Tanta acogida tuvieron, que incluso el gobierno boliviano divulgó una ley conocida como: “Compro Boliviano”, la cual, además de estimular la compra de productos nacionales, orienta que las contrataciones del Estado se realicen principalmente, por medio de ferias a la inversa.
Como pueden notar, una vez más las cosas se hicieron a la inversa; sólo que en esta ocasión la intención fue premeditada y los resultados calculados. Todo salió bien. A la fecha se han realizado ocho ferias; se han cerrado contratos por millones de dólares; se han favorecido las pequeñas empresas; se han hecho más transparentes las compras del Estado; se ha vinculado las grandes y pequeñas empresas; se ha facilitado la transferencia tecnológica; las grandes empresas han encontrado nuevos suplidores; y algo muy importante: se estimularon nuevos emprendimientos.
Ejemplos del funcionamiento de
una feria a la inversa
Con el propósito de evitarles leer aburridas líneas sobre los detalles del funcionamiento, me he tomado la libertad de redactar los siguientes ejemplos, ficticios por supuesto, que ilustran cómo funcionan estas ferias una vez que se adquiere determinada experiencia en las mismas.
* En un cubículo de la feria, varios oficiales del ejército atienden a una fila de gerentes y dueños de Mipymes, que buscan concertar una cita de negocios. En una terminal de computadora colocada accesiblemente al público oferente, se encuentran los siguientes productos demandados: 50,000 pares de botas, 30,000 capotes, 100,000 pares de calcetines, 400,000 pastillas de jabón, un millón de tortillas, 500,000 nacatamales. En el cubículo, se exhiben muestras de los artículos y documentos que describen los otros tipos de servicios que se adquirirán. Hasta fotografías y documentación digital tienen preparada para quienes deseen llevar una información más detallada. En un rótulo vistoso se lee: Nuestro presupuesto lo paga el pueblo, por eso preferimos lo nicaragüense.
Las empresas Mipymes acuerdan citas, y algunas, las más eficientes, hasta entregan sus ofertas, recién impresas con sus portátiles, la cuales acompañan con la documentación que requiere la ley de contrataciones del Estado.
* La empresa constructora más grande del país. “Constructora Facayo Liallos” tiene un stand tan dinámico y visitado como el del ejército. Cientos de subcontratistas, industriales y artesanos, ofrecen diversos trabajos. Sobre las mesas se pueden apreciar diversos tipos de bloques, tejas, molduras con sus respectivas especificaciones. También hay documentos que explican otros servicios requeridos. Igual ocurre con las fechas de entrega. Las Pymes pueden solicitar sus citas, con sólo dejar su tarjeta de presentación a un funcionario de Facayo Liallos, indicándole los productos que puede ofrecer. Ellos llamará posteriormente a las Pymes para acordar el día, hora y lugar de la cita.
* La cadena de supermercados “La Bolonia” tiene una interesante oferta para las cooperativas vinícolas y productores de miel de abejas: podrán firmar contratos de largo plazo para proveer a La Bolonia de vinos de frutas y miel. La Bolonia les brindará la capacitación necesaria, insumos requeridos para el envase y algo más: importará la maquinaria necesaria para que todo se haga con los estándares que el mercado internacional exije. Ellos tienen presente que dentro de sus clientes hay buena cantidad de extranjeros que viven en el país.
* En una mesa dentro del local de la feria, muy entusiasmados y atentos a lo que se está abordando, varios dueños de panaderías acuerdan la forma de asociación que adoptarán para fabricar los cinco millones de sándwiches que requerirá el próximo año, un organismo no gubernamental, para su programa alimentario en escuelas primarias de escasos recursos. Saben que implementar diversas formas asociativas es la clave para poder suplir las demandas que sobre pasan su capacidad productiva.
La primera Feria Empresarial a la Inversa en Nicaragua
En el hotel Holiday Inn, de la ciudad de Managua, se realizó la primera Feria Empresarial a la Inversa el 19 y 20 de junio de este año. El evento fue organizado por un grupo de instituciones gubernamentales y privadas, lideradas por el Ministerio de Fomento Industria y Comercio (MIFIC), las cuales contaron con el apoyo del Servicio Holandés de Cooperación para el Desarrollo (SNV).Se capacitó a 216 empresarias/os de la mayor parte del país, y 300 participaron en la feria. Por la gran empresa, se visitaron poco más de cien, de las cuales participaron 18. Se hicieron presentes, además, siete oferentes de servicios empresariales y tres financieras. Es importante señalar que en el caso de Nicaragua, las instituciones de gobierno no fueron invitadas a esta primera experiencia, tal como ocurre en Bolivia, sin embargo, en un futuro podrían ser un atractivo importante para que este evento deje los mejores resultados posibles.
Como siempre, lo novedoso causó inquietud, y en algunas Mipymes hasta un cierto temor, lo cual es compresible. Es como si a usted le dijesen que ahora las casas se construirán patas arriba, o que en las próximas olimpíadas concursarán patos disparando escopetas.
El esfuerzo por convocar bajo un mismo techo a demandantes y a oferentes fue de por sí un éxito. Personalmente esperé una mayor participación de la gran empresa, pero supongo que ellas también tuvieron sus dudas. Ahora bien, esta primera feria debería servir de escuela para realizar otras de igual o menor envergadura, a nivel municipal o departamental. La rentabilidad y beneficios que dejan, debería ser motivo suficiente para que Mipymes y grandes empresas las asuman como parte de sus programas de responsabilidad social empresarial. La pelota está en su cancha.
Tomado de El Nuevo Diario, Managua, Niacragua.
Sección: Emprendedores.
Viernes 15 de Agosto del 2008.
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