domingo, 22 de junio de 2008

Desde San Judas, refrescando a toda la capital

Industrias Pochi

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Yasmín González y su marido frente a la máquina para agua carbonatada.

“Pasé rezando todo el día para que se vendieran las cien unidades que había dejado en consignación a una mujer del mercado. Era mi primer día como fabricante de esos refrescos embolsados que en Nicaragua conocemos como bolis. A las cinco de la tarde, cuando llegué, aquella mujer me recibió diciéndome: ‘¿Cómo es posible que usted no dejara un teléfono para llamarla? Los cien bolis se vendieron en un ratito. Una gran emoción se apoderó de mí. Me parecía mentira. Lo peor fue cuando me dijo: ‘Mañana tráigame 500’. Tuve que decirle que no tenía capacidad de hacerlos. Trabajé muy duro toda la noche y al día siguiente le llevé 200”.

Dieciocho años después, sentada en la oficina de su empresa, Industrias Pochi, Yasmín González habla de los inicios de su vida emprendedora. No se le nota ni pizca de orgullo. Sus ojos brillan y sus dedos se entrelazan como para que no se le escapen por ahí los detalles importantes de su vida empresarial.

Una explosión salida del motor de un avión le dañó sus oídos cuando trabajaba como encargada de planificación en la fenecida empresa Aeronica. Era 1988. Los médicos le dijeron que seguir trabajando en aquel lugar era arriesgarse a quedar totalmente sorda. Dejó su empleo. La situación era harto difícil. Parecía que el cielo se caía pedazo a pedazo sobre su cabeza, mientras la tierra se hundía bajo sus pies. Y se tomó la decisión que había que tomar para lograr subsistir: su marido se marchó a trabajar a Costa Rica.

Yasmín, junto a su pequeña hija, decidió esperar un poco más. Tenían confianza de que algo nuevo y mejor vendría. Pasaron los meses, y un día de tantos supo de alguien que cerraba un pequeño negocio de refrescos en la ciudad de León, para luego marcharse del país. Con 50 dólares en la cartera y un enorme capital de esperanzas, Yasmín tomó el bus que la llevó a la Ciudad Universitaria. Allí compró una máquina para sellar bolsas plásticas, y sin pena alguna, preguntó por la fórmula para elaborar los populares bolis. En un cuaderno garrapateó, lo más completo que pudo, aquellas fórmulas empíricas y se regresó a Managua.

Hizo varios experimentos, elaboró los primeros refrescos, les dio su toque personal y una mañana, con diez bolis acomodados en un termo plástico, se dirigió al popular Mercado Oriental a confrontar sus productos con la realidad. Fue por tal razón que cuando le encargaron los primeros cien, la que un día fue atea, comenzó a pedirle a Dios que se pudieran vender todos ese mismo día.

El apoyo familiar

Yasmín reconoce durante toda nuestra conversación el gran apoyo económico, moral y hasta laboral que ha significado su marido para el desarrollo de la empresa. También su hija, de 18 años y estudiante de ingeniería industrial, está involucrada directamente en las labores productivas.

Incluso hasta la niña pequeña, que está en primer año, desde ahora dice que en un futuro se hará cargo de la parte financiera de la empresa.

Y basta visitar unos minutos la empresa para verlos a cada uno de ellos ejecutando las tareas que cada cual tiene asignada. Hasta el personal de la empresa es como de la familia, pues son vecinos que viven a pocos metros de distancia.

El negocio del agua

Mucho se habla del negocio del agua en bolsa que se vende en los semáforos, y al saber que Industrias Pochi también está en ese negocio, no pude menos que, con el permiso de Yasmín, hacer un recorrido por las instalaciones de la empresa, las cuales son muy higiénicas y cuentan con algunos equipos modernos. Purificadores, filtros, enfriadores y otros artefactos nos indican que efectivamente es agua purificada la que se empaca en las bolsas Pochi.

Según nuestra entrevistada, ellos siguen las normas de higiene que exige el Ministerio de Salud; se han instruido sobre las buenas prácticas de manufactura y asisten a cuanta capacitación son invitados. “En la calle circulan como 160 marcas de agua, pero de ellas tal vez sólo 27 son empresas legales. El Minsa debería ser más estricto con estas empresas que engañan al consumidor”, afirma.

¿Cuántas bolsas de agua venden diariamente?

Nuestras ventas promedio son de 30 mil bolsas diario.

¿Y ustedes son de los más fuertes en el negocio?
Así nos dicen, pero hay empresas mucho más fuertes.

¿Y qué medidas toma Industrias Pochi para proteger el medio ambiente?
Nosostros le pagamos a personas para que recojan las bolsas plásticas que se tiran a la calle. Después las vendemos para ser recicladas.

¿Ya podés fabricar los 500 bolis que te pedían las del mercado?
(Ríe) Ahora fabricamos varios miles diariamente.

Los consultores de Agora y sus preguntas

Pochi vende gelatina, agua en bolsa, bolis, refresco de naranja envasado en botellas plásticas, y pronto saldrá al mercado agua carbonatada con sabores. Se conocerá como Agua Seltz, marca que ya tiene registrada y que para su salida al mercado cuenta con el apoyo de Agora Partnerships, una institución que les ha facilitado financiamiento por 10 mil dólares, y sobre todo mucha asesoría empresarial. Esos es lo más valioso de Agora, nos dice Yasmín, quien confiesa que hace seis meses estuvieron a punto de perder la propiedad por la mala asesoría y mala voluntad de un banco que les prestó 60 mil dólares para comprar un equipo a utilizar en el agua carbonatada.

Muchas personas no creen en los consultores empresariales, ¿vos creíste en ellos desde un inicio?
Yo siempre busqué ayuda con otras instituciones, pero estos de Agora, en sus inicios, hasta me alteraban un poco. Querían saber todo, y siempre que yo les explicaba algo, me preguntaban: ¿por qué esto, y por qué lo otro, y por qué aquello? Con los resultados obtenidos, poco a poco fui entendiendo que todas sus preguntas y cuestionamientos eran importantes. Sucede que a veces uno está tan enamorado de su trabajo, que no razona objetivamente. Los consultores le ayudan a uno a ver las cosas desde diferentes ángulos.

Según tu criterio, ¿cuál es la clave para que nuestro país salga adelante?
La información. Yo pienso que si el gobierno nos informara correctamente sobre sus políticas de apoyo, lineamientos, nuestros deberes y beneficios a los que podemos acceder, etcétera; si los dos, gobierno y empresas nos coordináramos mejor, ya hubiéramos avanzado enormemente, con sólo el poder de la información.

Tomado de El Nuevo Diario, Managua, Nicaragua.
Sección: Emprendedores.
Domingo 22 de Junio del 2008.

martes, 17 de junio de 2008

Dueños del petróleo construyen la primera ciudad que no lo necesitará

Masdar, la ciudad del futuro

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Mientras la mayor parte de los países del mundo buscan desesperadamente cómo ajustar su economía y finanzas para enfrentar los altos precios del petróleo, en Abu Dabi, Emiratos Árabes, desde hace tres meses se inició la construcción de una ciudad prototipo que no utilizará una sola gota de petróleo para funcionar; no habrá emisiones de carbono ni automóviles ni basura que botar; el agua del mar la harán potable, y las aguas residuales, una vez tratadas, se utilizarán en los cultivos; en los negocios se venderán únicamente productos biológicos; se impulsará el comercio solidario; la arquitectura será ecológica; se respetarán los valores y cultura de sus pobladores. ¡Atención, éste no es un capricho más de los dueños de una de las principales reservas del llamado oro negro! No. Estamos frente a un hecho tan trascendental como lo fue en su momento el primer viaje fuera de la órbita de la tierra. Se trata de la primera ciudad totalmente ecológica que intenta construir el ser humano y que de funcionar como está previsto, servirá de modelo básico para el hábitat del futuro.

Este emprendimiento tecnológico y social que fue anunciado a finales de enero, en la Cumbre Mundial sobre la Energía del Futuro (WFES), se conoce como la Iniciativa Masdar o Ciudad Masdar. En él se invertirán 25 mil millones de dólares, tendrá un área de seis kilómetros cuadrados y albergará una población de 50 mil personas. Los techos de sus edificios serán grandes receptores y acumuladores de energía solar, la cual suplirá el 90% de la energía necesaria, y la restante la obtendrán del viento y el hidrógeno. Las energías renovables y el ahorro del agua serán temas y lemas de vida; de ahí que no sea casualidad que en su primera fase este proyecto contemple la creación de una universidad especializada en desarrollar la energía del futuro. La Masdar Institute of Science and Technology (MIST) deberá estar funcionando en 2009, y desde hace algún tiempo están reclutando a lo más selecto de la inteligencia del mundo entero para concentrarlo en ese importante centro de investigación y desarrollo.

Y no se extrañen si las siglas “MIST”, de esta universidad, se parecen a las muy conocidas “MIT”, del Instituto Tecnológico de Massachussets, pues la Universidad Masdar será como una filial del MIT. Aunque también, desde ahora, cuenta con el apoyo de universidades de prestigio mundial, como la de Bekerley, California, y otras tantas.

De hecho, Abu Dabi está apostando a ser el centro de las grandes soluciones energéticas globales del futuro de la humanidad. En Masdar también se pretende tener la planta de hidrógeno más grande del mundo. Como quien dice: para cuando a los Emiratos Árabes se le acaben los yacimientos de petróleo, habrán desarrollado los mejores “yacimientos tecnológicos” sobre energías renovables. Es más, desde los inicios de la construcción de Masdar se afirma que la tecnología con que recolectarán la luz solar revolucionará los métodos hasta hoy conocidos.

La ciudad Masdar

La ciudad fue diseñada por el arquitecto británico Norman Foster y sus asociados. Según detalles brindados por un funcionario de la firma diseñadora, los edificios se apiñarán como en una “kashba”, barrios con callejuelas y edificios cuyas ventanas casi se besan. Tuve la oportunidad de conocer uno de ellos en Argelia, y realmente son de lo más pintorescos.

El sistema de refrigeración procederá de torres eólicas, que recogerán las brisas del desierto y expulsarán el aire caliente. Ningún edificio superará los cinco pisos de altura, y la ciudad estará orientada de noreste a suroeste para obtener un óptimo equilibrio de luz solar y sombra. Con este tipo de arquitectura se pretende desarrollar un microclima que mantenga el aire en movimiento y así protegerán el interior de sus edificios del fuerte sol en verano.

El sistema de transporte estará basado en pequeños vehículos que correrán sobre vías magnéticas y de los que ningún habitante de la ciudad estará a una distancia mayor a 200 metros. Las calles serán estrechas, un poco más de tres metros, para que haya sombra la mayor parte del tiempo, y todas finalizarán en pequeñas plazoletas adornadas con fuentes de agua, palmeras y vegetación decorativa. La ciudad completa debería estar lista para 2016.

Haciendo algunas relaciones aritméticas, nos encontramos que la inversión por cada kilómetro cuadrado construido, será de un poco más de cuatro mil millones dólares, y de medio millón por cada habitante. Posiblemente, los nicaragüenses no podamos asimilar el significado de estas cifras con tantos ceros a la derecha invertidas en una ciudad. Pero basta que hagamos el siguiente ejercicio mental para dimensionar de qué estamos hablando: imaginemos la ciudad de Managua con mil edificios similares al Centro Empresarial Pellas de la carretera a Masaya. ¿Sería impresionante no? Y eso que nuestra ciudad es 45 veces más grande que el tamaño previsto para ciudad Masdar.

Por otra parte, es de suponerse que la vida en esa ciudad de seis kilómetros cuadrados, todavía más pequeña que San Juan de Oriente, será muy tranquila, sin ruidos, sin gente corriendo apresuradamente, y por supuesto, sin el estrés que generan las ciudades que han nacido y crecen sin planificación alguna. Es necesario mencionar que el diseño de la ciudad incluye estudios sociológicos y sicológicos para brindar los mejores niveles de confort a sus habitantes. Tengo la sospecha de que desean hacer una réplica del paraíso terrenal en medio del desierto, pues además, cultivarán las frutas y verduras necesarias para su consumo.

El conocimiento,
la riqueza del futuro
Definitivamente que muchas preguntas y comentarios se podrán hacer sobre este proyecto futurista que brindará condiciones muy especiales a unas cuantas personas privilegiadas. Pero de lo que sí estoy seguro es que ustedes, como yo, valorarán la visión estratégica de estos señores, en tanto no se duermen sobre sus montañas de dinero y piensan en el futuro de sus pueblos.

Todo parece indicar que la población y el gobierno de los Emiratos están claros de que la riqueza más importante del presente y del futuro es el conocimiento. Quienes no lo comprendan estarán ubicando sus sociedades y países en el último rincón del último vagón, del último tren del desarrollo.

Los Emiratos Árabes Unidos tienen reservas de petróleo para 150 años más. No se les acabará mañana ni dentro de cinco años, pero desde ahora están buscando alternativas para su futuro energético, económico y social. Algunos podrán decir: “Con dinero todo se puede”, pero basta comparar otros países petroleros para darnos cuenta que más que un asunto de dinero, es un asunto de visión estratégica. El problema de la energía y el calentamiento global son algo muy serio como para estar posponiendo acciones.

¡Y qué ironías las de la vida! Quienes no padecen la crisis del petróleo están trabajando en nuevas opciones energéticas, y nosotros, los nicaragüenses, que dependemos totalmente de él, hemos desperdiciado los últimos 30 años de nuestra vida abandonando la geotermia e invirtiendo nada en las energías hidroeléctrica y la eólica. Y lo más grave, atándonos cada vez más al consumo de hidrocarburos.

¡Qué bonito sería que cada alcaldía de nuestro país emprendiera la construcción de pequeñas centrales de energía renovable, según los recursos naturales que más posea: agua, viento, geotermia, biogás u otro elemento! Estoy seguro de que no se requieren miles de millones de dólares. Es más un asunto de visión estratégica y de amor a la patria.

Un poco sobre los Emiratos

Según datos tomados de Wikipedia, Abu Dabi es el más grande de los siete emiratos que integran los Emiratos Árabes Unidos, al sureste del Golfo Pérsico, y a su vez la capital. Su superficie es de 73,548 kilómetros cuadrados y tiene una población de 1,850,230 habitantes. Su economía se basa casi exclusivamente en la producción petrolífera, explotando sus yacimientos desde 1959. Produce anualmente unos 100 millones de toneladas de petróleo.

Tomado de El Nuevo Diario, Managua, Nicaragua.
Sección: Emprendedores.
Martes 17 de Junio del 2008.