viernes, 12 de mayo de 2017

El Café de las Sonrisas

En este sitio de Granada los meseros son sordos y la innovación para atender al cliente no se detiene.  


café de las sonrisas           
Oportunidad laboral a personas sordas que han demostrado
deseo de superación, responsabilidad y destreza han sido la
razón de ser del Café de las Sonrisas.  

Por: Lucía Vargas C. 

Desde muy temprano se ve el movimiento en los amplios corredores de la casona estilo colonial, donde funciona el comedor más innovador de Granada, a solo media cuadra de la iglesia La Merced, sobre calle la real Xalteva. Un joven moreno de baja estatura, con una hermosa sonrisa, te recibe e invita a escoger en el peculiar menú. ¿Qué hace especial y diferente a este lugar?, además de la bicicleta licuadora, baños con más de 200 papeles higiénicos en las paredes y una gigantesca hamaca, el lenguaje de señas es predominante porque los meseros son sordos.   

Rodolfo Sánchez es uno de los meseros que lleva cinco años haciendo ese trabajo. Muestra el menú y espera que con señas y señalando los dibujos del platillo se le indique el pedido.

Antonio Prieto, conocido como Tío Antonio, fundador del café, comentó que “nacimos como una empresa con responsabilidad social y no como un centro de beneficencia. La idea es dar oportunidad laboral a personas sordas, que han demostrado mucho deseo de superación y sobre todo mucha responsabilidad y destreza”.     

Café de las Sonrisas fue creado hace cinco años por el español Antonio Prieto para dar oportunidad de trabajo y superación a las personas con limitaciones auditivas. El objetivo también fue mostrar al mundo sus capacidades y sobre todo su dignidad.

Ha sido inspiración para algunos visitantes que han querido replicar la idea en sus países de origen, explicó Prieto. 

café de las sonrisas      
El menú está graficado para que el cliente entienda
el lenguaje de señas, pues los meseros son sordos.
También se planea incluir el método Braille, para los
visitantes ciegos.     

Ejemplo a seguir       

Estadounidenses, europeos, chinos, centroamericanos y de otros lugares llegan al lugar y se enamoran de la idea porque está impregnada de humanismo y respeto a estas personas.

“En México, otra persona que nos conoció por internet, inspirada abrió un café igual a este llamado el Gato Sordo; en Argentina, también hay otro sitio igual y se ha planeado abrir otro café en Colombia”, explica Prieto, quien se emociona al contar que en Granada, Nicaragua, hay un sitio que motivó a otras personas para apostar a esta mano de obra que es muy calificada.    

“Estamos sorprendiendo al mundo de alguna manera, porque además queremos dar un impacto positivo de Nicaragua que anule la imagen de pobreza”, dijo Prieto. Agregó que han aprendido sobre los errores cometidos al inicio, para mejorar el servicio y el acercamiento con el cliente.   

café de las sonrisas      
Las bicicletas licuadora se encuentran en el Café de las Sonrisas.
Permite preparar un jugo de frutas a puro pedal.    

Testimonios de vida       

Irma Urbina, de 23 años y Rodolfo Sánchez, de 24 años, trabajan como meseros en el Café de las Sonrisas. Ambos tienen discapacidad auditiva y ahí se conocieron, se casaron hace cuatro años y ahora tienen un niño de 2 años.

Dicen sentirse muy bien trabajando como meseros y aseguran que se sienten realizados por las oportunidades que han tenido en este lugar. Sus historias son parecidas porque estudiaron primaria y se mantenían en sus casas ayudando en el hogar. Irma estudió hasta quinto grado en la escuela San Vicente de Paul, del barrio La Sabaneta.

“Vine aquí hace seis años, porque Tío Antonio ayudaba en la escuela y me dio la oportunidad de venir a aprender a hacer hamacas, luego surgió el café, antes me daba pena, pero ahora estoy muy contenta con mi trabajo”, manifestó Irma a través del intérprete Marcos Gaitán.   

Rodolfo, por su parte, dijo que hace nueve años llegó al taller de las hamacas para aprender este oficio y al abrir el café incursionó como mesero, trabajo que dice gustarle mucho porque le ha abierto muchas puertas. “Aquí conocí a Irma y nos casamos”, expresó con el lenguaje de señas.

En el Café de las Sonrisas también conocimos la historia de Roberto Arévalo, con discapacidad auditiva, un joven de 34 años, habitante de Villa Sandino, quien es el encargado de las compras en el café y de realizar los batidos de frutas.

Se mostró muy contento con lo que hace y dijo que en diciembre se casa con su novia Rosa, quien trabaja como cocinera en Granada, pero es originaria de Jinotega, donde se realizará la boda. 

Marcos Gaitán, de 23 años, es el intérprete del centro, quien aprendió a comunicarse por señas con sus compañeros sordos. Dijo que llegó al taller de las hamacas hace siete años y ahora dedica tiempo al café y al taller. Comentó que actualmente estudia segundo año de Psicología.  

café de las sonrisas    
 Gallo pinto, panqueques, café y otras recetas a lo nica se
puede pedir en el Café de las Sonrisas, que fue creado hace
cinco años por el español Antonio Prieto.  

Novedades        

Café de las Sonrisas es parte del proyecto social Tío Antonio, que nace en Granada hace una década, con un taller donde se elaboran hamacas, donde laboran 18 personas , entre ellos algunos sordos. Hay un no vidente. En este momento se inicia el proyecto Banco de Plástico, con el que se pretende colectar todas las bolsas plásticas posibles para aportar al medioambiente de la ciudad.

Antonio Prieto dijo que han comenzado a recibir bolsas a través de niños de edad escolar que a cambio reciben ropa y algunos implementos deportivos. Están elaborando una enorme hamaca a base de bolsas. “Tiene 14 metros de largo ahora, pero queremos inaugurarla cuando cubra la calle desde nuestro centro hasta la Catedral (casi tres cuadras)”, dijo Prieto. 

Entre otros atractivos del local está la Hamaca Gigante, que mide siete metros de largo y 1.80 metros de ancho. 

Nació el amor       

Antonio Prieto, conocido como Tío Antonio y fundador del Café de las Sonrisas, comentó que el amor ha nacido en este lugar. “Hay dos jóvenes sordos que aquí se conocieron y ahora son pareja, y ya han procreado a su primer hijo. El tener un trabajo y una vida económicamente activa los ha motivado a formar una familia, que al igual que todo el mundo tienen derecho. Mi hijo incluso se casó con la cocinera del café que es sorda y ya me dieron una nieta”, citó Prieto. 



Siete jóvenes, todos sordos, integran la cocina y se encargan de la atención al cliente en Café de las Sonrisas. Otro sueño de este equipo es hacer realidad una panadería. Para fin de año se espera esté funcionando con la dirección de un panadero español que ofrecerá una capacitación a los muchachos.     

Tomado del diario digital, www.laprensa.com.ni , Managua, Nicaragua.   
Sección: Reportajes Especiales.  
Viernes 12 de Mayo del 2017. 

viernes, 28 de abril de 2017

Transformaron lo tradicional y triunfaron

Quisieron diferenciarse de la oferta popular, innovaron y ahora cosechan los frutos de esa iniciativa.  


Masaya    


Por: Yohany López  

La participación de Darlin Urbina en el Festival Internacional de Poesía de 2009, que se realiza en la ciudad de Granada, fue la chispa que despertó en ella la necesidad para darle otro giro al negocio que toda su vida había visto a su madre trabajar: la confección de prendas de vestir con técnicas tradicionales en el municipio de Masaya.

Urbina recuerda que desde que era una niña observó a su mamá trabajar, aprendió de ella las mejores técnicas del bordado a mano, elaboración de guayaberas, vestidos de manta y hasta ropa para niños. Su infancia la transcurrió entre recortes de tela, botones, hilos y la promoción de camisas de manta en los mercados populares de Masaya y Managua.    

Todo ese antecedente fue la plataforma que Urbina tomó como referencia cuando estando en la calle La Calzada, en Granada, decidiera priorizar el negocio de su mamá y así pasar a una nueva etapa con Creaciones Darlin. 

   

Innovación es clave     

Fue así que junto con su progenitora, Urbina inicia el camino a la formalización, el crecimiento y la asociatividad gremial. “Una de las cosas es que mi madre no tenía tiempo era andar en los gremios y la verdad es que después de participar en la Festival de Poesía, me di cuenta que no podíamos seguir encerradas en el taller y que el mercado estaba afuera y más allá de Masaya y Granada”, recuerda la emprendedora.    

 De esa forma, en la confección de nuevas piezas, combinó diseños de la moda internacional con las técnicas tradicionales de Masaya y el resultado fueron prendas más ajustadas a la silueta de la mujer, prendas más cómodas para ir a la playa o bien a eventos sociales cuya vestimenta sea ligera.

Fue así que para 2010 emprendieron el camino de la diversificación de prendas de vestir y madre e hija decidieron elaborar guayaberas de colores vistosos, con nuevas técnicas de corte y grabados más especializados.

“Uno tiene que hacer un cambio de mentalidad y pasar de querer ser empleado a ser empleador. Creo que las generaciones debemos tomar más fuerzas en ese pensamiento y saber que aunque no es fácil, trae resultados más óptimos”, agregó Urbina. 

 

En muchas de las prendas para mujeres implementaron el deshilado a mano, el calado y nuevos telares que hagan más cómodo el andar en las personas.  

 “Y esa nueva oferta nos ha permitido entrar a espacios más exigentes y percibir mejores ingresos en las ventas. La idea es mejorar la calidad y abastecer en centros comerciales, a clientes más exigentes”, manifestó Urbina.

Tras ser un negocio pequeño, Urbina recuerda que empezó una etapa de crecimiento en el taller en el que fue necesario contratar más personas.   

Escasa mano de obra     

Actualmente Creaciones Darlin emplea en Masaya a siete personas, pero según Urbina esa mano de obra calificada para el bordado tradicional está desapareciendo y esa situación se ha convertido en una amenaza para los talleres que todavía conservan las técnicas propias.

“Una buena parte no está interesada en aprender nada que tenga que ver con el oficio de sus padres. Algunas personas han muerto y otras están migrando a las maquilas de textiles que están en la zona. Cuando vas a algún curso en el Inatec te enseñan con máquinas y está bien, pero el producto que ellas hacen es el mismo y se pierde la esencia de lo único en cada pieza”, agrega Darlin Urbina.  

         

Actualmente ella se dedica a las ventas y compra de la materia prima, así como identificar los nuevos espacios donde podrán ofrecer sus prendas, mientras que su mamá, Marta Urbina, analiza la calidad de cada corte que hagan.

En los últimos años se han afiliado al Grupo Raíces y han visto que ello ha dado otro empuje a su negocio.

“Nuestros productos han viajado hasta República Dominicana. He tenido la oportunidad e capacitarme en México e ir a una serie de ferias en los centros comerciales en Managua, así como en el mismo parque de ferias que impulsa el Ministerio de Economía Familiar”, explica Urbina. 

“Estamos muy contentas porque podemos ver que todo ese esfuerzo y la experiencia de mi madre han traído resultados para todas las familias que dependemos de esta actividad.

Nuestro sueño ahora es tener un taller más amplio, mejores condiciones y poder entrar a un mercado de mayor poder adquisitivo en el que se perciba más ingresos, así como tener nuestra propia tienda con prendas coloridas de producción nacional”, enfatizó la emprendedora.    

   

 Contacto      

Creaciones Darlin está en la ciudad de Masaya.
Dirección: de Las Cuatro Esquinas,
Monimbó, 15 varas al sur.
Teléfono: 2523-0505.
Correo electrónico: urbigar@yahoo.es    

Tomado del diario digital, www.laprensa.com.ni , Managua, Nicaragua. 
Sección: Economía.  
Viernes 28 de Abril del 2017.  


  


viernes, 21 de abril de 2017

Para emprender no hay edad, conozca la historia de Mía Sangría

Esta es la historia de Mía Sangría, un negocio impulsado por una mujer que quedó desempleada a sus 50 años y decidió encarar su realidad con un emprendimiento.    


           
Silvia Siria, propietaria del negocio
Mía Sangría.  

Por: Wendy Alvarez Hidalgo.    

Después de 25 años de llevar una vida económica estable, porque ocupaba cargos importantes dentro de organismos de cooperación internacional, el desempleo tocó las puertas de Silvia Siria Castillo. Entró en pánico, no solo porque era el único sostén monetario de su hogar, sino porque sabía que ubicarse en una empresa no le iba a ser fácil. Tenía 50 años de edad y una larga trayectoria profesional, que de entrada haría pensar a cualquier empleador que su aspiración salarial era elevada. Silvia estaba consciente de un fenómeno cruel y actual en Nicaragua: el mercado del trabajo descarta a todo profesional mayor de 40 años.    

       
Cortando las frutas y luego hara la bebida
la sangría.   

En su lucha por asimilar su nueva realidad económica, Silvia llegó a la conclusión de que no todo lo que estaba pasando era negativo. A diferencia de años pasados, ella comprendió que podía convertir su habilidad en la elaboración de sangría en una forma de vida y de crecimiento profesional. Un arte que había aprendido hacía 15 años atrás, tras conocer dicha bebida mediante su hermana, quien residía en España y que en días de verano le enseñó a elaborarla en Nicaragua.  

     
Parte de la preparación de la bebida la
sangría. 

“No soy muy metida en la cocina, pero me gusta eso de los traguitos, mezclar cosas, yo hacía margaritas diferentes, pero todo era como un pasatiempo, tenía mi trabajo, vivía de él… Antes pensaba que emprender era para jóvenes”, recuerda.   

   
 Silvia Siria, propietaria de Mìa Sangría, cuenta como
a sus 50 años es una mujer emprendedora.  

Desde que ella conoció de la elaboración de esta bebida, la receta la había venido perfeccionado, al punto que su sangría se había convertido en una referencia de delicia entre sus amistades. Silvia se llenó de valor y en lugar de hundirse en la desesperanza decidió vencer el miedo al desempleo con un emprendimiento.  

    
Terminada la elaboración de la bebida de la
sangría, es echada a un envase plástico.  

Y nació el bebé…     

Así nació lo que hoy es Mía Sangría, una pequeña empresa que surgió hace nueve meses con un cliente y que ahora tiene 120, algunos de los cuales inclusive son transnacionales. Pero antes de fundar el negocio y en pleno desempleo, Silvia se fue a degustar esta bebida en distintos restaurantes donde se sirve como aperitivo. Necesitaba una fórmula que la distinguiera en el mercado y llegó a la conclusión que el no usar aditivos sería su principal carta de presentación.   


 

Terminada la elaboración de la bebida de la
sangría, es echada a un envase plástico.  

Esta vez Silvia no repartiría de gratis su sangría entre sus amigos y allegados, sino que tras perfeccionar la receta, la bebida la comenzaría a ofrecer en venta para construir un capital semilla.  Pero tener la fórmula de una buena sangría no iba a ser suficiente para impulsar el negocio, necesitaba asesoría de mercado, de marketing, asistencia de un profesional. Y fue así como decidió buscarla en Voces Vitales, un programa de la Universidad Centroamericana y se afilió a la Red de Empresaria de Nicaragua (REN).   

    
Poniendo la etiqueta al envase que lleva la
bebida de la sangría.  

 De hecho fue en uno de los talleres sobre marketing donde nació la marca registrada Mía Sangría. En un inicio, ella queriendo hacer honor a un sobrenombre en la familia “La negra”, quiso nombrar su producto como Sangría “La negra”, lo que fue desaconsejado por una especialista, quien le aseguró que necesitaba un sello mucho más acorde al entorno donde este tipo de bebida suele degustarse. 



A disfrutar de la sabrosa bebida la  sangría.   

Pero ella quería que la sangría llevara su sello, sentirse apropiada de su fórmula , es decir que “era mía”, le explicó a una especialista en mercadeo. Y fue cuando entonces le sugirieron llamarla: “Mía Sangría”, relata. “Hasta hoy no ha habido una persona que me diga que esta sangría es fea, que esta sangría no me gustó”, afirma Silvia. Su bebida ha sido capaz de conquistar a paladares tan exigentes como el chileno o incluso el mismo español. En ferias, donde casi siempre participa, ha recibido elogios de extranjeros que saben lo que es una buena bebida.   

Emprendimientos, Negocios, Bebidas,      

Silvia no se ha limitado a un solo tipo de sangría, ella
ofrece tres presentaciones: rosada, blanca y roja.  

Pero emprender a los 50 años tampoco le ha resultado fácil. Su negocio aún está en proceso de consolidación y crecimiento, y asegura que ha pasado momentos difíciles que la han llevado a pensar en desistir. Los ingresos del negocio a veces se agotan, particularmente cuando debe cubrir las necesidades básicas del hogar.    

Una buena aspiración     

“Me está costando separar el dinero del negocio y los gastos de mi casa, porque no tengo otro ingreso. Pero si vos no reinvertís en el negocio, llegás a un momento en que no tenés ni para comprar los insumos”, afirma.

Su aspiración es llegar a los estantes de los supermercados, pero antes de llegar a dar ese paso dice que prefiere enfocarse en el posicionamiento de su producto en tiendas de conveniencias, restaurantes, empresas organizadoras de eventos, etcétera. 

En diciembre los pedidos de su producto no paraban de crecer. Tanto así que durante varios días comenzó su faena desde las 5:00 de la mañana y hasta tuvo que contratar temporalmente a algunas personas, más el apoyo de siempre el de su hijo. La asesoría externa le ha permitido tener etiqueta, ofrecer su producto en las redes sociales, tener sitio web y está en proceso de sacar su registro sanitario. El negocio está registrado ante el Fisco.

Su idea también es abrir un local exclusivo de degustación de su sangría, por lo que está pensando unirse con una empresaria que está preparando empanadas chilenas para ambas darle forma al negocio. Actualmente ella tiene la capacidad de producir en un día cincuenta galones de sangría. 

La ventaja que Silvia observa en su mercado es que no tiene mucha competencia y ha descubierto que si bien en el país no existe la cultura de esta bebida, son las mujeres las que suelen demandarla.

 Emprender no es solo de jóvenes  

“Tengo clientes hombres, pero el noventa por ciento son mujeres”, menciona. Silvia cuenta que tras nueve meses de haber echado a andar su negocio, una de las mayores lecciones que ha aprendido es que el emprender no es exclusivo de los jóvenes. Antes creía que sí.

“Antes pensaba que emprender era para jóvenes, ahora sé que para emprender no hay edad, estoy gateando, pero sé que un día Nicaragua va a conocer Mía Sangría, un día la venderé por todos lados, y ese es el legado que quiero dejar: que no hay edad para emprender. Yo, a punto de jubilarme, sé que voy a heredar este negocio a mis hijos”, afirma.

Cada vez que a su mente llega la idea de querer repartir su currículum en las empresas, Silvia dice que sustituye ese pensamiento enviando mejor sus boletas de presentación de sus productos. 

Contacto   
Propietaria: Silvia Siria Castillo.
Teléfonos: 86770220 / 82089379
Correo: silvia.siria@miasangria.com
Sitio web: www.miasangria.com       

Tomado del diario digital, www.laprensa.com.ni , Managua, Nicaragua. 
Sección: Economía  
Viernes 21 de Abril del 2017.




   


miércoles, 19 de abril de 2017

Atelier Linos Su, el proyecto de una emprendedora

       
Microempresaria Azucena Blandón     

Azucena Núñez Blandón, una comunicadora social, hace siete años decidió emprender con un negocio de confección en el que se elaboran guayaberas para caballeros, damas y niños,  a la vez que confeccionan trajes bordados en lino.

Blandón es originaria de Masaya, tiene 38 años de edad y  estudio la licenciatura en comunicación social en la Universidad Centroamericana (UCA), sin embargo más adelante optó por una maestría en administración de empresa en la Universidad Thomas More.

Según Núñez, la idea  de emprender con una microempresa surgió porque su familia siempre se ha dedicado a la confección de prendas de vestir de generación en generación, por lo tanto quiso continuar con la tradición.   

El taller Linos Su surgió en abril del 2010 y Atelier Linos Su, que es la tienda física, nació a principios de este año.

Azucena comentó que esta microempresa también responde a la necesidad de ofrecer un producto con valor agregado.

Como cualquier inicio de toda empresa, el capital inicial fue pequeño, por tal razón Azucena decidió unir esfuerzos con familiares y emprendió el negocio con su madre y cuatro hermanos.

Núñez agrega que durante un tiempo estuvo laborando para una empresa privada, mientras preparaban las condiciones para desarrollarse y poder inyectar más capital a su negocio.  

PRODUCTOS    

Azucena Núñez comentó los diversos modelos de guayaberas que Atelier Linos Su ofrece. “Tenemos una amplia gama de colores y estilos, manga larga, corta, puño francés, juveniles, entre otros”, comentó.

“Mi mamá Azucena Blandón ya tenía una línea de blusas, hicimos la innovación de las guayaberas porque con ella apuntábamos a otro nicho de mercado que incluía la posibilidad de exportación”, aseveró la propietaria de Atelier Linos Su.   

RETOS    

 Azucena mencionó algunas dificultades que pasó al iniciar su negocio. “Además del capital inicial al momento de abrir el negocio, hay que dedicar mucho tiempo y dedicación para conseguir nuestros clientes y lograr clientes satisfechos.

Es una trabajo que se debe de realizar todos los días”, manifestó.

La capacitación constante a los colaboradores de Atelier Linos Su, para lograr la calidad de las prendas, es uno de los retos que según Azucena ha tenido que afronta en el  día a día, lo cual ha logrado buenos resultados.   

Según Núñez, la aceptación de las personas ha sido excelente, pues  “nuestra cartera de clientes ha ido aumentando, después de haber logrado ir mejorando en nuestras calidad, hemos logrado incursionar en mercado panameño, el cual era uno de nuestros objetivos”.

Actualmente, Atelier Linos Su emplea a 16 personas, 10 se encuentran en el taller y el resto laboran en su respectivo domicilio. “También nuestras colaboradores pueden laborar en sus casa de habitación, el trabajo lo retiran en el taller y luego lo entregan”, explicó Azucena Núñez.   

Tomado del diario digital, www.elnuevodiario.com.ni , Managua, Nicaragua.
Sección: Economía. 
Miércoles 19 de Abril del 2017. 
Fecha Original: Miércoles 12 de Abril del 2017.     



viernes, 7 de abril de 2017

La próspera panadería que empezó con harina fiada

Tras casi setenta años de historia, un emprendimiento que nació en un pueblo sigue siendo referente de la panadería nacional.  




Cuando a inicios de los años cincuenta Aurora Molina de Mairena abandonó la elaboración de caramelos de azúcar para probar suerte con el pan, no imaginó que su panadería se convertiría en una de las más reconocidas del país y que sobreviviría crisis provocadas por la guerra y la escasez, y por la ausencia de políticas de apoyo para el crecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Y que pese a ello, tras casi setenta años de funcionamiento seguiría siendo un referente nacional del sector.

Tras dos relevos generacionales exitosos y parte de la cuarta generación de herederos incorporados en la empresa, Aurami S.A. se preparará para alcanzar una nueva meta: posicionar en el mercado internacional parte de los 56 productos que elabora —muchos todavía de manera artesanal— y que vende bajo las marcas: Aurora, Aurami y Puro Pan.
“Mi abuela Aurora se dedicaba a la elaboración de caramelos de azúcar, pero le fiaron una arroba de harina y una tía le dio la fórmula para hacer un producto. Así comenzó esta panadería por 1951 o 1952 en este pueblo muy pequeño (La Trinidad, Estelí) y cuando la Carretera Panamericana todavía era de macadán”, relata Amílcar Mairena Mairena, nieto de Aurora Molina y actual gerente general del negocio.    

       


  Pan de medio centavo     

En sus inicios, doña Aurora elaboraba un pan dulce que se vendía a medio centavo y se hizo tan popular que a los habitantes de La Trinidad muchos todavía los llaman “los pan de a medio”. Luego, en los años sesenta, por la edad de Aurora y viendo el potencial del negocio y de su ubicación geográfica, una de sus hijas, Thelma, y su esposo Julio Mairena, abandonaron el magisterio para dedicarse a la panadería.

Sobrevivientes de la guerra
Julio soñaba con que un día por el frente de la antigua casa de su suegra donde aún funciona la panadería, entraran camiones que salieran por la parte trasera cargados de pan, pero Aurora le sugería que no soñara tan alto. Sin embargo, en pocos años ese sueño se hizo realidad, incluso otras siete casas que la rodeaban pasaron a formar parte del negocio.  

“Mi papá compró un microbús para distribuir el pan y en los años setenta se hicieron las primeras importaciones de maquinaria para industrializar los procesos. Se pasó de los hornos de piedra a los de gas y para ese momento esta era la panadería más grande del país, tenía más de doscientos empleados y treinta vehículos con sus rutas de distribución. Pero se hizo imposible controlar todo, se vendieron los vehículos a comerciantes que asumieron las rutas como negocio propio. Pero luego llegó la guerra y la escasez y todo se detuvo”, sostiene Amílcar.   


      


Generan 240 empleos      

Y aunque tomó tiempo recuperarse —cerca de dos décadas—, actualmente emplean a 240 personas que distribuidas en tres turnos procesan unos 170 quintales de harina diariamente.

Tras concluir sus estudios en Estados Unidos, Amílcar regresó al país y en los años noventa asumió las riendas de la empresa que entraba a una nueva etapa de crecimiento en la que los retos han sido diversos, entre ellos enfrentar las leyes que “penalizan” los esfuerzos de crecimiento de las mipymes.

“Hemos sobrevivido a la competencia de panaderías internacionales que llegan con grandes esfuerzos de expansión, pero nosotros seguimos comprometidos con la calidad y la inocuidad, y aferrados a nuestra filosofía de perdurar haciendo lo que nos gusta hacer y con el apoyo de nuestra fuerza laboral que se siente parte de la empresa y como nosotros orgullosos de ser panaderos”, asegura Mairena al tiempo que critica que en el país las políticas y el marco jurídico castiguen los esfuerzos de crecimiento de las mipymes. 

     


 No incentivos para crecer       


“Lamentablemente no hay incentivo para el desarrollo de las mipymes. Existen leyes que son muy bien pensadas, incluyen incentivos aparentes, exoneraciones, cuota fija y muchos beneficios. Pero si soy un panadero artesanal y quiero dejar de ser mipyme pierdo todos esos beneficios y quedo a la deriva, por eso muchos prefieren tener varias panaderías pequeñas en lugar de una grande, porque las leyes te benefician pero a la vez te estancan”, dice Mairena.

A la pérdida de beneficios se suma que a las panaderías grandes las rige el salario del sector industrial, que es 25 por ciento más alto y tienen que pagar IVA en las materias primas, y como el pan está exonerado de este tributo no pueden retenerlo por lo que se convierte en un costo. Además, la gente espera que por ser grandes, ofrezcan sus productos a precios más bajos. 

“Entonces hemos tenido que hacer magia para crecer, porque una reconversión industrial es casi imposible”, agrega.  

 


 


 Con miras a la exportación     

No obstante, Mairena junto a dos de sus hijas que han asumido responsabilidades en el negocio planean conquistar el mercado internacional. El producto elegido para esa aventura son las galletas de pico y ya tienen posibles distribuidores en los países vecinos.

“Estamos preparados para dar ese paso, pero tenemos que equiparnos para poder competir y estamos trabajando en ese camino”, puntualiza Mairena.   

Contacto    

Panadería Aurami está ubicada en La Trinidad, Estelí, de donde fue la Texaco 2.5 cuadras al oeste.
Los números telefónicos son: 2716-2205 y 2716-2352.
Correo electrónico: infoaurami@gmail.com.
Sitio web: www.panaurami.com
Facebook: Aurami.Panaderia     


Tomado del diario digital, www.laprensa.com.ni , Managua, Nicaragua. 
Sección: Economía.  
Viernes 07 de Abril del 2017. 







viernes, 24 de marzo de 2017

De empleados a empresarios

Los deseos de independizarse laboralmente fueron más grandes que el miedo a fracasar. Conozca la historia de Talú.   


Por: Dora González   


Tener un negocio era una idea que siempre caló en el pensamiento de Luis Marín, pero no tenía claro en qué, dónde y cuándo podía iniciarlo. Siempre soñó con independizarse, aún cuando tenía un puesto de trabajo estable.

Hace tres años se casó con Tania Reyes, quien tiene familiares en Honduras, y cada vez que ellos viajaban a Nicaragua buscaban productos utilitarios con identidad nacional: esa fue la primera pista que despertó el interés de Marín, vio la oportunidad de invertir en productos elaborados a base de cuero de reses. Un año después junto con su esposa, quien también laboraba en la misma empresa, tomaron la decisión de renunciar e iniciar su proyecto de elaborar productos de cuero.

“Tenés que cambiar el esquema de tener un salario fijo a hacer tu propio salario. Es un reto que uno pasa como emprendedor, pasás de un esquema a otro, un cambio de proceso que es muy duro, hay momentos en que querés desistir”, señala Marín.    

A pesar de que en un inicio no tenían conocimiento del proceso de elaboración de productos a base de cuero, buscaron ayuda e hicieron una alianza estratégica con un artesano de Granada y a medida que pasaba el tiempo iban aprendiendo uno del otro, desde la elaboración, diseño y detalles de la pieza hasta la administración del dinero para lograr sobrevivir en el intento de la independencia laboral.     

         


Los primeros compradores de sus productos fueron sus amistades, quienes daban recomendaciones en qué podían mejorar y poco a poco se fueron dando cuenta de qué productos tenían mayor aceptación. La demanda fue buena, entonces continuaron el proceso de establecimiento de la marca y fue ahí donde empezaron a formalizar su empresa, hace dos años. Marín asegura que uno de los obstáculos que enfrentó fue el proceso de formalizar el negocio y registrar la marca Talú, que significa Tania y Luis.   

“Desde un inicio quisimos que nuestro negocio se formara bajo la legalidad, pero en ese proceso nos dimos cuenta que es bastante burocrático y a pesar de eso seguimos hasta el final, ya nuestro nombre lo tenemos inscrito en (el Registro de) la Propiedad Intelectual”, dijo Marín.

Además de cada uno de los requisitos legales, otro aspecto fundamental que han tenido que cuidar desde un inicio es la presentación de los productos, pues está claro que existen muchos artesanos y pequeños empresarios que se dedican a fabricar la misma línea de accesorios, pero asegura que la combinación de estética y calidad en sus productos ha sido clave para tener aceptación en el mercado. Su esposa supervisa los diseños.

“A través de la marca lo que garantizamos es calidad al producto, damos un tiempo de garantía para que la gente se sienta segura, es un producto que el cliente lo exige pero eso solo te lo da un diseño innovador y versátil”, explica Marín.  

   


Las piezas pioneras en Talú fueron los bolsos, billeteras y fajas. Pero han ampliado su oferta a llaveros, souvenirs, protectores de computadoras, celulares y tablets.    

La materia prima la adquieren en tenerías locales, los otros productos complementarios son importados de países centroamericanos. Y a medida que va creciendo la demanda a ese mismo ritmo va la inversión en maquinarias para la elaboración de productos.  


Trabajan para crecer en el exterior      

El crecimiento de esta pequeña empresa que emplea a cinco personas de forma permanente es constante.

En las metas a mediano plazo de Talú está posicionarse en el mercado interno como una marca líder y conquistar el mercado europeo.

Hasta la fecha sus productos han sido exportados a Costa Rica y Honduras, pero a pequeña escala. 

   



Contacto       

Talú se ubica en el centro comercial Multicentro Las Brisas, en Managua.
Correo electrónico: luis.marin@talucreaciones.com
Teléfono: 8888-0888
Facebook: www.facebook.com/talu.tl  

     


Tomado del diario digital, www.laprensa.com.ni , Managua, Nicaragua.
Sección: Economía.  
Viernes 24 de Marzo del 2017.    

martes, 21 de marzo de 2017

“Vimos potencial y facilidades para desarrollar nuestros negocios”

EMPRENDEDORES. OrgaNica es la última marca de productos cosméticos desarrollada a partir del reciclaje de aceites, luego de incursionar con éxito en restaurante, panadería, hielo y servicio de catering. 

Fernando González, emprendedor y propietario de la marca orgánica.          
Fernando González, emprendedor y propietario de 
la marca orgánica.     

Por: Freddy Cardoza     

Hace cinco años Fernando González y Dessiré Flores emigraron de Tegucigalpa, Honduras, y vinieron a Nicaragua con el deseo expreso de alcanzar el éxito en el desarrollo de negocios, iniciando así un proceso de crecimiento a partir de la apertura de la panadería La Casa del Pan, ubicada frente al restaurante La Marseillaise.

Cuando arribaron a nuestro país no conocían absolutamente nada, tan solo el nombre. Sin conocidos y sin conocer la ciudad de Managua, el matrimonio se asentó en la capital con la vista puesta en las oportunidades de negocio que ofrecía Nicaragua.

“Aquí vimos muchas condiciones de seguridad que es muy importante para nosotros los hondureños, además el ofrece mucho potencial para el desarrollo de negocios e iniciamos a desarrollar nuestras ideas que empezamos con la apertura de la panadería”, cuenta Fernando sobre el primer negocio abierto al público.  

Aunque la panadería fue una idea de su esposa, Dessiré, muy pronto tuvieron el apoyo de otros familiares para concretar su puesta en funcionamiento. Pero enseguida vieron la oportunidad de ampliarse hacia el rubro de restaurante y abren Picadelli, un restaurante bufé que ha venido funcionando desde el 2011.

En vista de obtener una excelente aceptación de los clientes, el negocio del restaurante dio paso a la creación de nuevos emprendimientos y surge la empresa de hielo Monte Blanco que, aparte de surtir a la panadería y restaurante, se expandió a proveer de hielo a otros locales dentro de Managua.

Aunado a ello, dada la buena aceptación del restaurante Picadelli no desaprovecharon la oportunidad de ofrecer el servicio de catering, muy demandado en los últimos años tanto por particulares como empresas.          

“Lo del catering se da como por golpe de suerte, porque comenzaron a solicitarnos el servicio”, cuenta González y afirma que “eso nos llevó a invertir en cristalería, mesas, sillas y todo lo relacionado con este nuevo servicio para satisfacción del cliente”.

El descanso no existe para la familia González-Flores, quienes han incursionado en la elaboración de productos cosméticos bajo la marca OrgaNica. En estos cinco años han obtenido un notable éxito en los negocios que emprenden, dando la oportunidad de laborar a más de 15 personas.

“Ha sido un camino un tanto difícil pero satisfactorio”, asegura González, quien apunta que durante este tiempo que han residido en el país no han llegado a sentirse extranjeros. “No conocíamos Nicaragua, no conocíamos a nadie ni teníamos referencias de nada, no conocíamos ni las costumbres ni la comida ni nada. Al principio extrañaba Honduras porque había un factor de comparación, sobre todo en la comida, pero sinceramente no me siento extranjero en Nicaragua y más bien cuando voy a Tegucigalpa siento que voy de visita”, confiesa. 

De la comida a los productos cosméticos    

REUTILIZACIÓN• Fernando González es un emprendedor nato. Graduado de ingeniero industrial, aprovechó los conocimientos en química y producción para darle utilidad a uno de los desechos producidos en la panadería y restaurante.

González refiere que cierta ocasión notó que entre ambos locales comenzó a salir bastante aceite usado, mismo que no encontraban dónde depositarlo para su reciclaje y fue cuando decidió transformarlo en jabones. Esta idea surge a raíz de los antecedentes en saponificación que tenía su familia, pues su abuelo en sus años mozos desarrolló una empresa de jabones en Honduras, que fue cerrada con el correr del tiempo.

“Mi abuelo tenía una pequeña fábrica de jabones y velas, pero había quedado en mí la inquietud de que había pasado con este negocio, fue así que a raíz de los desechos de aceite que salían del restaurante y panadería fue que inicié a elaborar los jabones, primeramente para uso interno, pero luego lo afiné y lo redefiní para usos cosméticos”, refiere González. 

Como ingeniero industrial que es y con los conocimientos básicos de química y producción que tiene empezó a desarrollar fórmulas obtenidas de varios sitios web sobre la base de prueba y error hasta alcanzar un producto orgánico para uso cosmético.

Los resultados de su emprendimiento han sido dos productos bajo la marca OrgaNica, un jabón especial para el lavado del cutis y un aplicador de aceite que elimina manchas de la piel, hidrata y ayuda a combatir el acné a partir de la inclusión en la fórmula de aceite de moringa. “Este jabón está hecho a base de aceite de oliva, aceite de coco, aceite de semilla de uva y el último descubrimiento que yo no sabía que existía y que lo vine a descubrir aquí en Nicaragua es el aceite de moringa y que se produce aquí. Este aceite es lo mejor para productos estéticos, es como el vellocino de oro de la cosmética”, asevera González.

Ambos productos los ofrece al público por encargo y también los puede obtener en panadería La Casa del Pan a un precio de US$10 el conjunto. “Ha tenido una excelente aceptación, porque muchas parejas lo encargan para darlo como recuerdo en sus bodas, los cuales personalizamos según convengan los novios”, apuntó.     

Sobre estos últimos productos, González refirió que están pensando en ampliar el negocio, para lo cual están haciendo los trámites correspondientes con autoridades para obtener los requisitos adecuados y ponerlos a disposición en canales de distribución como supermercados y tiendas de conveniencia.     

Tomado del diario digital, www.elnuevodiario.com.ni , Managua, Nicaragua. 
Sección: Economía. 
Martes 21 de Marzo del 2017.

viernes, 17 de marzo de 2017

Un próspero negocio que empezó con US$100

Las enseñanzas de su madre fueron la clave para que una emprendedora fundara su empresa textil en Masaya.  

Por: Yahany López  

Una mujer que asume retos. Así se define Aída Mayorga, 21 años después de haber emprendido Oscaritex, en Masaya.

El camino para hacer rentable un primer préstamo de cien dólares que recibió de una microfinanciera fue largo, cansado y con frecuentes deseos por desistir, pero encontró en su familia el apoyo suficiente y la inspiración para hacer los mejores bordados infantiles de su ciudad.   

Una máquina de coser prestada por su mamá, la habitación en la casa de sus padres y media docena de pañaleras fue el primer intento que Mayorga hizo para posicionarse en el mercado local.

“No fue fácil. Yo estudiaba y tenía que reinvertir los ingresos que empezaron a generar esas primeras ventas y como mi mamá ya era conocida en el mercado de Masaya, entonces la gente me dio esa oportunidad”, recuerda la emprendedora. 

Ese fue el inicio de una de tres marcas que Mayorga ha registrado. Los bordados infantiles que con años de trabajo en casa fue mejorando Mayorga los llamó Oscaritos, en honor a su primer hijo.

Fueron unos dos años los que la emprendedora estuvo en aquella habitación, para luego pasar a una casa propia donde necesitaba más ayudantes y fue así que surgió la oportunidad para más mano de obra del sector, pero también para que diversificara su línea y confeccionara bajo la marca Alicia, vestidos para niñas.    

Negocio    
Este es el negocio que emplea a 25 personas:
Oscaritex en Masaya.    

Un rótulo       

En 2002, cuando Mayorga ya empleaba cinco personas, decidió poner un rótulo sobre la carretera Masaya-Managua, siendo ese uno de los enganches para que un cliente español les conociera, los visitara y se llevara tres muestras.

“Yo recuerdo que vino ese señor a quien todavía proveemos y nos preguntó si podíamos prepararle un edredón, una pañalera y una almohada. Él iba para Granada y a su retorno pasaría buscando ese producto. Cuando él pasó, ya teníamos listo su encargo y se lo llevó”, manifestó Mayorga. 

negocio    
La mano de obra femenina juega un papel importante
en el giro de negocios de Oscaritex en Masaya.    

Resulta que ese cliente proveía de prendas y confecciones infantiles a tiendas en Puerto Rico, pero el espacio pequeño en el que Mayorga estaba, la falta de condiciones y bajos rendimientos, eran limitantes.

“Entonces al ver esa oportunidad, hablé con mi esposo y aunque no tenía idea de cómo afrontar ese desafío, empezamos a crear esas condiciones. Hice otro préstamo, ahora de mil dólares, con el que se compró máquinas más industriales y mesas de trabajo como el español nos había recomendado. Lo bonito es que él regresó y vio que nos habíamos esforzado en crear una empresa con miras a la exportación”, dijo la emprendedora.    

Esa situación Mayorga la recuerda como uno de los momentos más importantes en la vida de Oscaritex, ya que implicó un antes y un después en sus ventas, pues tuvieron la oportunidad de incrementar en un ciento por ciento sus ventas y duplicar el personal. 

negocio    
Vea el rostro de las personas que hacen posible que
el negocio de Oscaritex siga adelante.       

Hay que certificarse   

Con ese crecimiento era necesario también una serie de certificaciones para que su negocio dejase de ser pequeño y se viera como una planta con mayor seriedad ante los clientes.

“Se invirtió en nuevas condiciones. Se divide la tienda con el área de confección y préstamos, más atención al tema de la iluminación y ventilación para que el personal que estaba en crecimiento gozara de mejores condiciones”, dijo.

Actualmente Oscaritex emplea a 25 personas de forma directa y otras de forma indirecta, pero Mayorga sigue trabajando para crear novedades.    

Negocio      
Las guayaberas son las especialidades que confeccionan
en Oscaritex bajo la marca: Oscaritos.     

Hasta esa etapa del negocio, Mayorga recuerda tantas noches que no pudo dormir y otras tantas cuando solo regresó a casa para alistar a sus hijos, mandarlos a clases y regresar al taller.

“Todo inicio es duro y con el único propósito de cumplir, uno hace muchos sacrificios. Muchas veces tenía que cargar una colchoneta para que mis hijos descansaran mientras terminaba junto con el equipo algún pedido grande. Eso para mí era duro, porque entre mi esposo y yo teníamos que dividirnos muchas tareas como familia”, agrega Mayorga.  

negocio    
 Tres son las marcas que en Oscaritex se ofrecen:
Oscaritos, Alicia y NicaBera.  

Una tercera marca      

Y aunque ese inicio pequeño y duro para la emprendedora implicó sacrificios, sus hijos han crecido y ahora ha lanzado una tercera marca: NicaBera.

“Para ello yo estudié diseño de modas y lo que hemos hecho es crear una línea de guayaberas y ropa tradicional con un estilo más juvenil y más adaptado a las nuevas tendencias femeninas y masculinas”, explica Mayorga.

En conjunto con un socio abrieron una tienda en San Juan del Sur para ofrecer esa línea exclusiva.

Pero la visión de la emprendedora también la ha llevado a crear una línea de bolsos femeninos, cuyos colores realzan la imagen de la mujer que los use.   

negocio   
Preparar a las nuevas generaciones es otra clave en
la que se confía en Oscaritex.    

Con tantos años de experiencia y de ser socia de cámaras empresariales, Mayorga hace un llamado a las autoridades para que impulsen a las pequeñas y medianas empresas.

“La economía de este país descansa en manos de las pequeñas y medianas empresas y es ahí que nos deberían tratar con una corona de privilegios, de tal forma que podamos encontrar apoyo, incentivos y no obstáculos al momento de querer hacer negocios en el país”, declaró.

Y aunque los años pasan y las fuerzas de Mayorga pueden flaquear en algún momento, ella se aferra a la inspiración que tiene en su familia, Dios y sus sueños.   

Contacto     

Oscaritex está ubicada en la ciudad de Masaya. En el kilómetro 28.5 carretera entre Managua y Masaya frente al INSS.  Los números telefónicos son: 2522-6844, 8542-7474 y 8100-4578. Correo electrónico bordadososcarito@gmail.com   


Negocio      
Aída Mayorga, propietaria de Oscaritex en Masaya.   

Tomado del diario digital, www.laprensa.com.ni , Managua, Nicaragua. 
Sección: Economía. 
Viernes 17 de Marzo del 2017. 

martes, 14 de marzo de 2017

Apuestan al turismo y a la apicultura

La variedad de abejas nativas como la chichigua, tamagas y varias especies meliponas, es todo un atractivo turístico para los visitantes de la reserva.      


    
Exponer sobre la variedad de abejas nativas que se encuentran 
en colmenas del Meliponario de la Reserva Estancia del Congo 
es uno de los atractivos para los turistas que visitan el lugar.



 Por: Ramón Villarreal  

La importancia de la apicultura en las reservas silvestres privadas, para garantizar la conservación de los bosques y el interés que despierta entre los visitantes el conocer más sobre estas especies, es la motivación principal del Meliponario Experimental de la Reserva Silvestre Estancia del Congo.

Ramiro Matey Medina ha logrado reunir unas 15 especies de abejas nativas y les brinda atención en el primer Meliponario Experimental de la reserva silvestre Estancia del Congo.

Matey Medina llegó a esta reserva con la modalidad de coemprendedor. “Eso es como ser socio de la reserva, le hice una propuesta a don Freddy Cruz, propietario de la reserva, le pareció buena la idea, nos pusimos de acuerdo y ahí estamos trabajando con diferentes tipos de abejas nativas, en peligro de extinción”, comentó.  

La variedad de abejas nativas como la chichigua, tamagas y varias especies meliponas, es todo un atractivo turístico para los visitantes de la reserva.

“Al turista le gusta venir al Meliponario Experimental, conocer sobre las abejas, todo su trabajo de fabricación de miel, los tipos de abejas que tenemos, la variedad de miel que producen. También les gusta ver todo el proceso en la colmena y tomarse una cucharada de miel, y estamos claros que el turismo de la apicultura es más rentable que vender miel”, indicó Matey Medina.   

Durante el encuentro entre reservas privadas, Freddy Cruz Cortez realizó la presentación de los productos de la Reserva Estancia del Congo, entre ellos miel para aliviar el asma, miel para el colesterol y diferentes usos.

Esta miel siempre está disponible en la Reserva, en envases de 50, 60 y hasta de 400 córdobas, los cuales pueden adquirirse en la misma reserva o en algunas farmacias botánicas.  

Encuentro entre reservas      

Este fin de semana se realizó un encuentro entre varios miembros de la Red de Reservas Silvestres Privadas, en la Reserva Estancia del Congo, ubicada sobre la carretera al balneario El Menco, donde conocieron de la importancia que tiene para las reservas silvestres privadas trabajar en apicultura.  

Los participantes aplaudieron el proyecto y solicitaron asesoría en apicultura para llevar colmenas a sus reservas, mejorar la reforestación, aprovechar la producción de miel y diversificar la oferta turística.

En el encuentro participaron varios propietarios de reservas silvestres privadas, donde ya se ofrece algún tipo de servicio turístico, como hotel, restaurante, senderismo, entre otros y esperan pronto comenzar a trabajar sus proyectos de apicultura.   

Tomado del diario digital, www.laprensa.com.ni , Managua, Nicaragua. 
Sección: Departamentos.
Martes 14 de Marzo del 2017.


lunes, 13 de marzo de 2017

“¡Cometimos tantos errores!”

Esta es la historia de Open English, una plataforma que mueve millones. Lea cómo un joven venezolano ha logrado hacer millones de dólares tras dejar la universidad para dedicarse a emprender su idea de negocio.   

  
 Open English   


Miami/EFE  

Después de enseñar inglés a medio millón de personas a través de la plataforma Open English, el venezolano Andrés Moreno quiere ayudar a que las ideas de los emprendedores latinoamericanos se materialicen en negocios exitosos.

Moreno es una “autoridad” en el mundo del emprendimiento en América Latina, no solo porque con 34 años es casi un “viejo” para los estándares de las startups, sino por su “holding” Open Education, que cuenta con un capital de 120 millones de dólares.  

En una entrevista con Efe, este exitoso empresario radicado en Miami, que cuando le faltaban nueve meses para graduarse como ingeniero dejó la universidad en Venezuela para dedicarse a los negocios, reflexiona acerca de si un emprendedor puede “hacerse”.

“Si bien hay una características personales” que ayudan a ser un emprendedor, el conocimiento, práctico y teórico, así como la metodología, son muy importantes para crear “una empresa exitosa”, dice con convicción.  

NextU, la segunda empresa fundada por Moreno, es una plataforma digital de educación que en este 2017, su tercer año de andadura, va a tener unos 40,000 estudiantes nuevos y ofrece cursos relacionados con las nuevas tecnologías, el sector donde hay más oferta de empleo y puestos mejor remunerados.

“Nos dimos cuenta de que en América Latina había una necesidad muy grande de entrenar a la clase media emergente en las habilidades para conseguir empleo”, señala.

NextU ha puesto en marcha un curso o certificación de emprendimiento dirigido por el propio Moreno y va a lanzar otro de liderazgo a cargo del periodista y escritor de origen cubano Ismael Cala. 

Las estadísticas dicen que en América Latina hay abundancia de personas que quieren poner en marcha su propio negocio, pero el 90 % de esos emprendimientos fracasa en el primer año, señala.

“Hay mucha iniciativa pero algo falla”, porque ni siquiera los que logran salir adelante “llegan a escalar a negocios más grandes”, subraya.

La certificación de NextU busca romper con esa tendencia. NextU cuenta con un equipo académico y asesores, pero no hay ninguna universidad ni ninguna entidad gubernamental detrás del curso. 

Al respecto Moreno indica que la tecnología y la rapidez con la que avanza han dejado atrás a los modelos tradicionales de acreditar el aprendizaje. “Hoy quien valida es el empleador”, subraya.

De ahí que NextU tenga estrechas relaciones con empresas del sector de tecnología, aunque eso no significa que funcione como una bolsa de trabajo, precisa. 

Su historia      


La historia de Moreno es una lección para cualquier emprendedor latinoamericano.

Según cuenta a Efe, su idea original de negocio era llevar profesores estadounidenses a América Latina para enseñar inglés a ejecutivos, pero llegó la era de internet y aquel proyecto derivó en 2007 en una escuela de inglés online con clases en vivo.

La cuna de Open English no fue un garaje sino un “apartamentico” en Caracas. A los cuatro lados de la cama de Moreno había mesas hechas con puertas viejas donde trabajaban arduamente 22 programadores para crear la plataforma.

A los siete meses, Moreno se quedó sin dinero, con solo 700 dólares en el banco, y aunque trató, le fue imposible levantar capital en América Latina.  

Con las millas que le quedaban en una compañía aérea viajó a Silicon Valley (California), donde se alojó durante un año en el estudio de un amigo. Dormía en el sofá y de día se dedicaba a visitar a posibles inversores.

El dinero que conseguía lo enviaba a Caracas a los programadores. En dos años reunió dos millones de dólares, que fue el capital semilla de Open English.

Unos divertidos avisos publicitarios que se pasaban por canales de televisión de varios países latinoamericanos, en los que el propio Moreno actuaba, hicieron que Open English y su fundador y director ejecutivo se hicieran conocidos.

Aun hoy en día más de 50 canales de televisión abierta y de cable pasan los comerciales de Open English, que en 10 años ha enseñado inglés a más de 500,000 personas. 

Los errores    

Actualmente están centrados en abrirse camino en los mercados de Turquía y Rusia y el siguiente paso de Open English es hacer sus primeros cursos para niños, que estarán disponibles este mismo año, en solo “unos meses”. La suya es una historia de éxito, pero Moreno exclama al recordar el pasado: “!Cometimos tantos errores!”.

Cuando se le pregunta por las equivocaciones más comunes del emprendedor latinoamericano la primera que menciona es “nos metemos a copiar ideas de otros”. En lugar de eso hay que entender -dice- “qué es lo que te hace a cada uno una persona distinta y única”.

En su caso, la diferencia era que sus padres eran funcionarios internacionales a los que trasladaban continuamente de destino. Vivió en nueve países y aprendió muchos idiomas, de ahí que escogiera para su primer negocio el aprendizaje de una lengua extranjera.

Otro error frecuente es no conceder la suficiente importancia a la experimentación para crear un producto bueno y contentarse con negocios pequeños, no tener visión para dar el salto a una escala mayor, dice. 

Tomado del diario digital, www.laprensa.com.ni , Managua, Nicaragua. 
Sección: Economía.
Lunes 13 de Marzo del 2017.




viernes, 10 de marzo de 2017

De pensionado a empresario

Coffee Shop Don Federico es un ejemplo de que sí es posible vencer las limitaciones y emprender un negocio exitoso.  


    
Federico de Jesús Rodríguez Vílchez.    


Por: Luis Eduardo Martínez  

Por una incapacidad permanente que ameritó una cirugía en el extranjero, Federico de Jesús Rodríguez Vílchez tuvo que dejar su trabajo de casi cuatro décadas vinculado con la industria del café. Lleva más de dos años como pensionado y, aun en la convalecencia, comparte que se le hacía muy duro quedarse en casa “sin hacer nada”.

Fue entonces que surgió la idea de crear un negocio relacionado con el sector que le apasiona: el café. Antes había emprendido con buen suceso otros negocios y estaba seguro que le iría bien en una nueva aventura, apostando por el turismo creciente en el norte del país, principalmente en el departamento de Matagalpa. 

Rodríguez cuenta que siendo adolescente perdió a sus padres, tuvo que abandonar el tercer año de bachillerato y buscar empleo. Tenía 19 años cuando llegó a trabajar a un beneficio seco de café, donde le encomendaron la tarea de recibir el grano que los productores llevaban de sus fincas para procesarlo.

Sin embargo, era inquieto en sus funciones y aprovechaba ciertos momentos para entrar a las oficinas del beneficio y “aprendí a llevar las estadísticas y nóminas. Un año más tarde me pusieron como una especie de asistente general”.        

Coffee Shop Don Federico, Matagalpa  


 Los ascensos llegaron y en 1984 emigró por la guerra. Al volver era representante de ventas de una empresa que ofrecía maquinarias a los beneficios de café y trabajó además en la administración en algunos de estos centros donde procesan el grano producido en las montañas de Matagalpa y Jinotega.

Durante ese período invirtió en algunas maquinarias de construcción. Esa empresa creció y dos de sus hijos, ingenieros civiles, son quienes quedaron a cargo de la misma.

Rodríguez, quien presidió la Asociación de Beneficiadores de Café en el país, fungía como gerente general de un beneficio cuando en 2014 le detectaron un tumor en el cerebro. Tuvieron que practicarle una cirugía en Colombia y el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, declarándolo en invalidez permanente, lo pensionó.  

Coffee Shop Don Federico      

“Mi vida ha sido el café, entonces quise hacer un sabor de café con alta calidad de exportación”, relata Rodríguez, indicando que emprendió la venta del grano en paquetes con la marca Don Federico, “pero el mercadeo de la bolsa de café es bien difícil y no me resultaba”.

Rodríguez compró entonces una furgoneta con equipos para preparar bebidas a base de café. La estacionó a la orilla de la Carretera Panamericana, en el kilómetro 101.8, comenzando su nueva aventura frente a un lote de terreno que ya tenía. Un toldo pequeño, una mesa y una docena de sillas de plástico junto al vehículo, atraían a algunos clientes. Las ventas apenas alcanzaban los 600 córdobas por día.  

   


  “Solo vendíamos algunos pancitos integrales, rosquillas de Somoto y las bebidas frías y calientes de café”, recuerda Rodríguez. 

Sin desanimarse Rodríguez y los dos empleados con quienes comenzó el negocio, persistieron y poco a poco la afluencia de visitantes creció igual que la demanda de más servicios, porque “se iba convirtiendo en una parada técnica(…) entonces ya fuimos al banco a buscar un crédito y en julio de 2016 inauguramos Coffee Shop Don Federico”.

La tienda, según el propietario, ofrece “los mejores granos producidos en Nicaragua, café ciento por ciento de exportación y me atrevo a decir que en el país solo dos locales ofrecemos café con esos estándares”.

Además de una amplia variedad de bebidas calientes y frías a base de café, repostería, desayunos, almuerzos, en este negocio también ofrecen “pinolillo con leche con bastante cacao, algo típico que muy pocos lugares ofrecen”, dice Rodríguez. 

La tienda ahora genera ocho puestos de trabajo permanentes, incluyendo a quienes trabajan en la cocina y a quienes se han especializado en barismo. 

Calidez y calidad, parte del éxito     

Rodríguez, quien es catador de café, se encarga de hacer las mezclas del grano que compra a productores que conoció en su antiguo empleo en los beneficios. “Son cafés que superan los 84 puntos en calidad”, afirma.

Para este empresario, la calidad de los productos y la calidez en la atención forman parte del éxito de Coffee Shop Don Federico, “con un personal que atienda con una sonrisa y amabilidad al visitante”.

   


 También destaca su presencia permanente en el local para asegurarse de que todo marcha conforme esas normas que incluyen además precios justos.

“A pesar de que nuestros productos, el café, carnes y otros son de alta calidad de exportación, tenemos precios más favorables que otros restaurantes”, señala Rodríguez.

Agrega que el crecimiento del turismo en el norte del país genera oportunidades para el emprendimiento y “en esta zona de Sébaco hay bastantes negocios nuevos, pero hay que explotar más esa cantera, es tirarse sin paracaídas, aventurarnos, abrir las puertas y atender a los turistas que están llegando”.

 Contacto    

Coffee Shop Don Federico está ubicado en el kilómetro 101.8 de la Carretera Panamericana Norte, a dos kilómetros de la ciudad de Sébaco con dirección a Ciudad Darío.   

Tomado del diario digital, www.laprensa.com.ni , Managua, Nicaragua. 
Sección: Economía. 
Viernes 10 de Marzo del 2017.



Anxo Pérez, un orador en guerra contra el desaprovechamiento del tiempo

El traductor español Anxo Pérez busca conquistar Latinoamérica con su libro La inteligencia del éxito con 88 claves de lecturas con metáforas.   


El escritor español Anxo Pérez también es autor del libro Los 88 peldaños del éxito, con más de 100,000 ejemplares vendidos. LAPRENSA/EFE     
El escritor español Anxo Pérez también es autor del libro Los 88 peldaños del éxito,
con más de 100,000 ejemplares vendidos.   


Agencia EFE    

 El talentoso emprendedor español Anxo Pérez ha roto todos los moldes y, con un currículo envidiable, este orador en guerra contra el desaprovechamiento del tiempo acaba de presentar en Buenos Aires su último libro La inteligencia del éxito, con el que espera conquistar a los lectores latinoamericanos.

En un mundo en el que solo dos por ciento de las personas aprovecha su inteligencia, Pérez explicó en una entrevista con Efe que se invierte “menos de lo que debiéramos en desarrollo personal y autoconocimiento”, dos de las piedras filosofales de su trayectoria.


La inteligencia del éxito, propone 88 peldaños de ágil lectura y fácil desempeño con los que anima a la gente a tomar impulso, transformar aquellos aspectos de la vida que no les gustan y gestionar mejor sus prioridades.  

“En la medida en que mejores tu toma de decisiones estarás mejorando tu inteligencia del éxito”, agregó Pérez, quien se enorgullece de ser “coherente” en su vida con lo que recomienda a otros y que, para él, es la clave de la fama de sus ponencias.

Para el escritor, “el libro genera una especie de apego grande” que vuelve a la gente “muy fanática” de cada consejo.

“Es bonito para mí ver que en este lado del charco también tiene esa buena acogida”, señaló este polifacético autor cuyo objetivo es “que no seas el mismo después de leer el libro”.  


Los 88 peldaños del éxito       

Y es que Pérez ya está acostumbrado a situar sus títulos en los primeros puestos de las listas de ventas.

Con su primer libro Los 88 peldaños del éxito, logró vender más de 100,000 ejemplares.

La inteligencia del éxito consiguió superar su propio récord y, en solo dos meses en el mercado, ya se ha posicionado entre los libros más demandados de España y ha superado en ventas a su ópera prima. 

Un manual con metáforas    

Este manual describe con pelos y señales la receta de su éxito a través de pequeñas metáforas.

Símiles que repasan episodios concretos de la vida de este emprendedor que, con sus aciertos y errores, no tiene ningún miedo a atreverse.

Una auténtica invitación a ser proactivos para lograr pintar de colores el cuadro blanco y negro con el que define la vida y que únicamente se logra haciendo que las cosas sucedan.  

La “curiosidad”, “atreverse en la vida” y “decir si cuando muchas veces la gente dice no”, “saber gestionar las relaciones personales” de forma altruista y genuina o invertir en conocimiento sin escatimar, son algunas de las peculiaridades que tienen esos “inconformistas” tocados por la varita del éxito que pueblan el planeta.

Una notoriedad que, además, para Pérez solo se logra con “esfuerzo”.

Este escritor también se sitúa como un emprendedor inconformista, y cree ciegamente que “ningún soñador debería renunciar a ninguno de sus sueños” y que pese a su brillante currículo se define como “un humilde aprendiz al que le queda mucho por aprender”.    

Traductor de Obama    

El escritor español Anxo Pérez, tiene cinco titulaciones universitarias, habla nueve idiomas y toca otros tanto instrumentos musicales. Además. fue intérprete para el FBI y traductor simultáneo del expresidente estadounidense Barack Obama (2009-2017).

Pero sin duda, de lo que más orgulloso está este joven de mente insaciable es de haber creado un novedoso método con el que aprender idiomas como el chino en ocho meses.

8belts.com es el nombre de un emprendimiento revolucionario que, mediante un "ranking matemático" que analiza con que frecuencia se utiliza una palabra y su grado de combinabilidad con otras, crea una "jerarquización del idioma pieza a pieza".  

"Esto era algo que no se había hecho nunca y el resultado fue una bomba. Una revolución", explicó el creador de esta empresa que crece 400 por ciento al año y ha pasado de uno a cien empleados en muy poco tiempo.  

Tomado del diario digital, www.laprensa.com.ni , Managua, Nicaragua.  
Sección: Cultura.
Viernes 10 de Marzo del 2017.   
 


viernes, 3 de marzo de 2017

Se arriesgó y entre las hojas de tabaco conquistó el éxito

Esta es la historia de un emprendedor que decidió abrirse mercado donde parecía difícil triunfar. Renunció a su empleo y ahora es un prometedor empresario.  


       


Wendy Alvarez Hidalgo  

Su afición por los puros —que luego se convertiría en su proyecto de vida— comenzó siendo muy joven. Su abuela guardaba uno, que cierto día despertó su curiosidad y se lo fumó. Si bien el primer contacto de Israel Yunbank con el tabaco provocó una reacción de rechazo que lo llevó a prometer que nunca más volvería a fumarlo, estando en la universidad nuevamente se aventuró y desde entonces se convirtieron en un deleite, en ese momento difícil de complacer.

A pesar que Israel estaba consciente de que Nicaragua era cuna de los mejores puros que se consumen a nivel mundial, también sabía que eran pocos los nicaragüenses que, hace casi una década, tenían el privilegio de probar el buen sabor del tabaco nica, debido a que las compañías productoras —dada a su condición fiscal— solo estaban enfocadas en los mercados internacionales.  

   


 En aquel tiempo la única opción que tenían los nicaragüenses para adquirir un puro, según Israel, era comprándolo en el mercado Roberto Huembes, en su mayoría de muy baja calidad. “Tuve la ventaja de que me tocaba viajar un poco a Estelí, donde conseguía puros que mis amigos me regalaban. Nunca entendí por qué viviendo en un país productor de tabaco de alta calidad, no tenía opción para comprarlo y tenía que contactar a mis amigos para eso”, afirma sentado en un acogedor sofá, en un local cerca del centro de Managua.      

Fue así como nació su idea de abrir en Managua una tienda para vender tabaco nicaragüense de alta calidad. Ya llevaba diez años siendo un aficionado del puro y las tabacaleras comenzaban a abrirse al mercado interno.  

   


Echar a andar la idea de negocio no fue tan fácil, sobre todo porque estaba trabajando en una compañía donde le iba bastante bien. Además sabía que debía cumplir las exigentes regulaciones para este tipo de negocio. De lo que sí estaba claro este, ahora empresario, es que no quería ser empleado toda su vida, debía hacer algo distinto que le permitiera la independencia económica, que le asegurara un mejor futuro a su familia.

Fue así cuando tras pensarla muy bien, hace nueve años, sin renunciar a su empleo, decidió rentar una camioneta y se enrumbó al norte del país. “Decidí tomar el riesgo”, afirma.  

   


 Llegó a Condega y le propuso a un pequeño productor de tabaco —a quien meses atrás había conocido— a aventurarse con su idea de negocio. Llenó la camioneta de puros de muy buena calidad elaborados por este productor, que no operaba bajo el régimen de zona franca. “Los puros tenían buen sabor, pero la construcción de estos no era tan buena, sin embargo se podían vender a precios razonables”, relata.      

     



Comenzó desde abajo         

A su regreso a Managua rentó un local en Los Robles, que era tan pequeño que, por ejemplo, equivalía a un espacio de parqueo para un vehículo. Todos los días, después de concluir su jornada de trabajo, se iba a abrir su local y procuraba vender rápido su inventario para ir ahorrando un buen capital para comprar, para luego tocar las puertas de las tabacaleras de renombre y convencerlos de que su tienda en Managua podía ser una buena opción para llegar a un mercado de consumidores de puros a nivel local que estaba en crecimiento.

Sus amigos fueron los primeros clientes, ellos se encargaron de dar a conocer la calidad de los puros que se vendían en su tienda llamada Nostalgia de Nicaragua. También las redes sociales han sido aliadas del crecimiento de este negocio, que se ha tenido que reinventar constantemente, para no morir en el camino tal como le ha ocurrido a otras que también han querido imitar la idea de este emprendedor. 

    



El negocio comenzó a crecer y demandaba más tiempo de Israel, cuatro años después, renunció a su empleo y decidió invertir toda su liquidación en la tienda. Este empresario sabía que no podía quedarse solo vendiendo tabaco, los clientes exigían más que eso. Por eso, optó por mudarse hasta Carretera Sur, una zona que estaba en crecimiento y por donde circulaban potenciales consumidores.

Y es que además de venta de puros, los aficionados a este producto querían espacios para degustarlos y a la vez otro tipo de servicios. A Israel le gustaba un local que estaba por la zona de Carretera a Masaya y siempre que pasaba por el sitio se visionaba en ese lugar, pero la oportunidad aún no llegaba.

   



El rápido crecimiento comercial, en Carretera Sur, se “tragó” la tienda por lo que debió irse de ahí. Se trasladó a Granada, atraído por la llegada de turistas, sin embargo como la mayoría eran los conocidos como “mochileros” y ellos no gastan en puros posteriormente la cerró.

Se trasladó a San Juan del Sur, otro polo de atracción turística y si bien todo parecía funcionar bastante bien, el hecho de manejar un negocio a la distancia ya era un factor de desventaja.  

Por eso, cuando apareció la oportunidad de trasladarse a un local en Carretera a Masaya la tomó y es ahí donde desde hace cinco años echó raíces tras tener pérdidas económicas.  

   



Ha pensado desistir     

Tal ha sido el crecimiento de su negocio, que en un principio solo vendía una variedad de puro y ahora ofrece entre veinte y treinta. Su repertorio de clientes pasó de cincuenta a más de cuatrocientos.

Pero mantener a flote el negocio no sigue siendo fácil. Israel admite que pese a que ya está siendo autosostenible, hay momentos que se le cruza por la mente renunciar al mismo, principalmente cuando los ingresos no dan para cubrir los gastos administrativos. “Recuerdo que cuando vendía mil pesos al inicio me alegraba, y ahora si no vendo tal cantidad me pongo a llorar porque no pagué la luz”, afirma entre risas, al tiempo que añade: “El crecimiento tiene un costo proporcional alto, tenés que estar innovando todo el tiempo”. 

A su tienda han llegado aficionados de todas partes del mundo y el crecimiento del consumo de puros a nivel local ha sido tal que antes el ochenta por ciento de sus clientes eran nicaragüenses y el resto extranjeros, relación numérica que ahora se ha invertido.

El local tiene capacidad de albergar a 25 aficionados sentados, pero cuando se organizan conciertos pueden asistir más de doscientas personas. En el sitio hay 120 metros cuadrados de lounge.

Cuando Israel repasa el largo camino que ha recorrido para llegar al éxito, solo recuerda lo que una vez le dijo un profesor en la universidad: “Los emprendedores son tomadores de riesgos”. Y él se arriesgó y ganó. 

Contacto 

Propietario: Israel Yubank. 
Dirección: Semáforos de Pharaohs Casino,
50 metros al sur, contiguo al Hotel Ambassador.

Teléfono: 2270-1450  

E-mail: nostalgiacigars@hotmail.com    


Tomado del diario digital, www.laprensa.com.ni , Managua, Nicaragua.
Sección: Economía.
Viernes 03 de Marzo del 2017.