Conozca la historia que hay detrás del queso Las Cabriolas.
Ir al Sitio Web del diario La Prensa: www-ni.laprensa.com.ni/2013/01/25/reportajes-especiales/132016-queso-cabra-sabor-frances, para que miren el video.
Las Cabriolas con secreto europeo.
Wendy Álvarez Hidalgo
Lo dice con voz casi triunfante. Y no es para menos. Hace seis años las cabras viajaron de León (departamento con clima caliente) a Masatepe, donde se tuvieron que adaptar al clima fresco y pronto se reprodujeron. Al inicio no había ni cómo alimentar a los animales, porque en la zona no hay pastizales. Al principio todo era correr y correr para buscar la comida de las cabras.
Fue así como se comenzó a escribir la historia de éxito de Las Cabriolas, un pequeño negocio de queso de cabra artesanal, casi único en su tipo en Nicaragua, y que de la noche a la mañana se ha abierto un espacio en los paladares más selectos de este país. En un año, tras su nacimiento, el producto se empezó a vender en supermercados situados en zonas exclusivas y restaurantes.
Pero la historia tiene su lado europeo. Resulta que Milton no se hubiese aventurado a este negocio si no fuera por su esposa, Celine Carrey, quien es francesa, y su amiga Dominique Laplaiche. Un día las dos europeas se dieron cuenta que extrañaban los quesos franceses fabricados a base de leche de cabra. La nostalgia culinaria era inmensa. Dominique había venido en 2001 de vacaciones un mes, pero luego decidió quedarse en Nicaragua.
Carrey es especialista en lácteos, sus padres tienen en Francia una finca donde también fabrican queso de cabra. “Cuando ellas se conocieron, una se dijo a la otra: si hay una cosa que extraño en Nicaragua es el queso de cabra”, parafrasea Milton la conversación de las mujeres. Él es ingeniero agrónomo formado en Nicaragua.
Solo fue un comentario entre amigas que se había quedado flotando en el aire, hasta que esa idea llegó a oídos de Milton, quien fue el primero que animó a ambas mujeres a echar andar la iniciativa.
Se fueron a las universidades a buscar información sobre la crianza de cabras en Nicaragua e hicieron un rápido estudio de mercado. Los resultados de ese análisis eran reveladores: la oferta de queso de cabra era casi cero. “Los chefs de los restaurantes nos decían que no se encontraban quesos de cabra ciento por ciento puros”. Solo había disponible queso de este tipo pero importado, con un sabor más industrial.
Y fue así como Milton y Celine se dieron cuenta de que valía la pena invertir sus ahorros (diez mil dólares) en el negocio. Ahí muy cerca de su residencia, en Masatepe, se compraron un pedazo de tierra de dos manzanas y media, montaron un pequeño corral, acondicionaron los espacios de procesamiento y manejo de la leche y crianza de los animales hasta dar paso al surgimiento de lo que hoy es Las Cabriolas.
Las muestras iniciales eran incomibles. Milton lo describe así: “Eran espantosos (...) las primeras pruebas quienes se dieron gusto fueron los perros”. Y es que resulta que la fórmula francesa no se podía adecuar al producto nica. “Empezamos a adaptar (el producto comenzado con fórmula francesa) a la temperatura y clima las materias primas”, explica.
Tras varios intentos por fin llegaron a la fórmula deseada. El queso Las Cabriolas no lleva entre sus ingredientes conservantes. “En eso nos sentimos orgullosos porque vamos a continuar conservando esa calidad”, afirma.
Es sin duda un producto para un segmento económico de alto poder adquisitivo. Es de lujo. No se vende como el queso común, que se puede encontrar en presentaciones de libras. Este tipo de queso se oferta en gramos. 70 gramos se compra en 40 córdobas, ¿qué lo hace más costoso que el queso regular?
La disponibilidad de leche de cabra en Nicaragua es muy limitada. Cada animal produce apenas un litro de leche diario y también la comunidad de este tipo de ganado menor es reducido en el país. De hecho, Milton dice que al inicio del negocio procesaban solo tres litros de leche y ahora 15. Y debido a que la demanda ha crecido deben comprar más del fluido a otras fincas. Cada litro de leche de cabra se consigue hasta en 60 córdobas.
Pero más allá del alto costo, lo cierto es que esta leche es rica en vitaminas y es asimilada rápidamente por el cuerpo. Es recomendada para personas que no toleran la lactosa.
Diversificar es clave
Otro de los secretos que ha permitido a Las Cabriolas crecer como la espuma es que han diversificado su oferta de productos.
Venden queso fresco con ajo y hierbas, queso semiseco, queso fresco, queso con pimienta. Y ahora están intentando innovar con el “fromage blanc”, que es un producto que se procesa con leche de vaca.
Esta pyme cuenta con su registro sanitario, código de barra y marca.
Contacto
Propietario asociado: Milton Argüello.
Teléfono: 88832921.
Correo electrónico: info@fincalascabriolas.com
Página web: fincalascabriolas.com
Lugar: Los Rincones, Masatepe.
Tomado del diario La Prensa, Managua, Nicaragua.
Sección: Reportajes Especiales.
Viernes 25 de Enero del 2013.
Wendy Álvarez Hidalgo
La masa de aire fresco que circula en la copa de los frondosos
cafetales caraceños viaja a través de los naranjales y baja hasta la
pequeña finca de don Milton Argüello Rodríguez. Él es, quizás, de los
pocos finqueros que en Masatepe no siembra café y mucho menos cítricos,
muy comunes en la zona. A finales de 2006 Milton rompió con lo
tradicional y decidió dejar su trabajo como asesor técnico de
cooperativas ganaderas para dedicar su tiempo a criar cabras. Hay como
15 en un angosto corral donde compiten por las hojarascas molidas en un
pequeño triturador. “Se han adaptado al clima”, afirma sonriente este
hombre de complexión normal y ojos verdes.
Lo dice con voz casi triunfante. Y no es para menos. Hace seis años las cabras viajaron de León (departamento con clima caliente) a Masatepe, donde se tuvieron que adaptar al clima fresco y pronto se reprodujeron. Al inicio no había ni cómo alimentar a los animales, porque en la zona no hay pastizales. Al principio todo era correr y correr para buscar la comida de las cabras.
Fue así como se comenzó a escribir la historia de éxito de Las Cabriolas, un pequeño negocio de queso de cabra artesanal, casi único en su tipo en Nicaragua, y que de la noche a la mañana se ha abierto un espacio en los paladares más selectos de este país. En un año, tras su nacimiento, el producto se empezó a vender en supermercados situados en zonas exclusivas y restaurantes.
Pero la historia tiene su lado europeo. Resulta que Milton no se hubiese aventurado a este negocio si no fuera por su esposa, Celine Carrey, quien es francesa, y su amiga Dominique Laplaiche. Un día las dos europeas se dieron cuenta que extrañaban los quesos franceses fabricados a base de leche de cabra. La nostalgia culinaria era inmensa. Dominique había venido en 2001 de vacaciones un mes, pero luego decidió quedarse en Nicaragua.
Carrey es especialista en lácteos, sus padres tienen en Francia una finca donde también fabrican queso de cabra. “Cuando ellas se conocieron, una se dijo a la otra: si hay una cosa que extraño en Nicaragua es el queso de cabra”, parafrasea Milton la conversación de las mujeres. Él es ingeniero agrónomo formado en Nicaragua.
Solo fue un comentario entre amigas que se había quedado flotando en el aire, hasta que esa idea llegó a oídos de Milton, quien fue el primero que animó a ambas mujeres a echar andar la iniciativa.
Se fueron a las universidades a buscar información sobre la crianza de cabras en Nicaragua e hicieron un rápido estudio de mercado. Los resultados de ese análisis eran reveladores: la oferta de queso de cabra era casi cero. “Los chefs de los restaurantes nos decían que no se encontraban quesos de cabra ciento por ciento puros”. Solo había disponible queso de este tipo pero importado, con un sabor más industrial.
Y fue así como Milton y Celine se dieron cuenta de que valía la pena invertir sus ahorros (diez mil dólares) en el negocio. Ahí muy cerca de su residencia, en Masatepe, se compraron un pedazo de tierra de dos manzanas y media, montaron un pequeño corral, acondicionaron los espacios de procesamiento y manejo de la leche y crianza de los animales hasta dar paso al surgimiento de lo que hoy es Las Cabriolas.
MÁS BARRERAS
El primer obstáculo a superar sin duda era lograr que los animales se adaptaran a un ambiente más frío que de lo común. Lo superaron. Pero ahora tocaba crear las fórmulas perfectas del queso.Las muestras iniciales eran incomibles. Milton lo describe así: “Eran espantosos (...) las primeras pruebas quienes se dieron gusto fueron los perros”. Y es que resulta que la fórmula francesa no se podía adecuar al producto nica. “Empezamos a adaptar (el producto comenzado con fórmula francesa) a la temperatura y clima las materias primas”, explica.
Tras varios intentos por fin llegaron a la fórmula deseada. El queso Las Cabriolas no lleva entre sus ingredientes conservantes. “En eso nos sentimos orgullosos porque vamos a continuar conservando esa calidad”, afirma.
Es sin duda un producto para un segmento económico de alto poder adquisitivo. Es de lujo. No se vende como el queso común, que se puede encontrar en presentaciones de libras. Este tipo de queso se oferta en gramos. 70 gramos se compra en 40 córdobas, ¿qué lo hace más costoso que el queso regular?
La disponibilidad de leche de cabra en Nicaragua es muy limitada. Cada animal produce apenas un litro de leche diario y también la comunidad de este tipo de ganado menor es reducido en el país. De hecho, Milton dice que al inicio del negocio procesaban solo tres litros de leche y ahora 15. Y debido a que la demanda ha crecido deben comprar más del fluido a otras fincas. Cada litro de leche de cabra se consigue hasta en 60 córdobas.
Pero más allá del alto costo, lo cierto es que esta leche es rica en vitaminas y es asimilada rápidamente por el cuerpo. Es recomendada para personas que no toleran la lactosa.
Diversificar es clave
Otro de los secretos que ha permitido a Las Cabriolas crecer como la espuma es que han diversificado su oferta de productos.
Venden queso fresco con ajo y hierbas, queso semiseco, queso fresco, queso con pimienta. Y ahora están intentando innovar con el “fromage blanc”, que es un producto que se procesa con leche de vaca.
Esta pyme cuenta con su registro sanitario, código de barra y marca.
Contacto
Propietario asociado: Milton Argüello.
Teléfono: 88832921.
Correo electrónico: info@fincalascabriolas.com
Página web: fincalascabriolas.com
Lugar: Los Rincones, Masatepe.
Tomado del diario La Prensa, Managua, Nicaragua.
Sección: Reportajes Especiales.
Viernes 25 de Enero del 2013.