Empresarios y trabajadores del glamour
Arnulfo Urrutia Arnulfo Urrutia / end Juan José Brenes. |
Cuando se abrió el curso en la Casa de la Mujer, de su ciudad natal, Juan José no la pensó dos veces y fue a matricularse como aprendiz de belleza. Fue en 1990. Tal decisión fue como un reguero de pólvora. No faltaron comentarios como: ¡Ya viste niñá, un hombre aprendiendo belleza! ¡Hombré supiste que ! ¡No lo vas a creer, pero !
“Pueblo chiquito, infierno grande.” Nos dice nuestro entrevistado, mientras se acomoda en el sillón de la pequeña salita en que nos recibió. A través de la puerta de vidrio, se puede observar la intensa actividad que generan 20 pares de manos, mejorando no sólo la fisonomía, si no también, hasta la psicología de su clientela. Sabido por todos es; que tanto en las salas de belleza como en las barberías, los clientes comparten sus dichas y pesares. A veces me pregunto por los resultados que se obtendrían, si una experta en belleza o un barbero, fuesen graduados en sicología; seguro que el mundo sería mejor.
El confort de aquellas instalaciones y la atención que en ellas se brinda, transportan al visitante a otra dimensión. Los mimos, los retoques, consejos y hasta una copita de vino servida por un mesero, son la manera de hacer realidad el sueño de la clientela. Juan José nota mi admiración y con cierta timidez manifiesta: “Jamás pensé llegar a tener un centro de estética, como éste.” Y tiene razón. Cuando se nace pobre, en una localidad tan pequeña como La Paz Centro y se comienza cobrando cinco córdobas por cortar y lavar el cabello, no es fácil imaginar que varios años después, por ese mismo corte y lavado, se podrá cobrar veinte dólares y la clientela tendrá que hacer cita para ser atendida. Es como si hace dos mil años, los Reyes Magos hubieran imaginado enviar los regalos al Niño Dios, por DHL.
Iniciaron hace seis años en Rubenia
El centro de estética Juanes funciona en el reparto Los Robles. Sus dueños son Juan Ramón Luis García (Juan Luis) y Juan José Brenes. El primero de Bluefields y el segundo del occidente del país. Se conocieron como se conocen todas las personas que transitan los caminos del trabajo; trabajando. Ambos coincidieron en varias actividades relacionadas a la belleza y la estética, hicieron click, conversaron, maduraron la idea y se pusieron “manos a la obra”. Más bien, “manos en las tijeras, los shampoos y las secadoras”.Hace seis años, una clienta les alquiló una pequeña casa en el reparto Rubenia. De ahí en adelante, se comenzó a escribir la historia. Los Juanes fueron conquistando Managua y un día decidieron dejar de alquilar y comprar su propio local, que es donde actualmente funcionan. Pero, dejemos que sea Juan José quien lo cuente.
¿Te costó mucho tomar la decisión de estudiar belleza?
No. Uno debe estar seguro tanto de su capacidad como de su sexualidad. Lo que vos decidás ser o no ser, lo tenés que aceptar totalmente. Yo más bien me aproveché de los comentarios de las personas, porque eso les daba curiosidad y todas querían saber cómo era eso de que un varón les cortara el cabello.
¿Fue por esa razón que decidiste montar tu propio negocio?
La verdad es que yo no lo decidí, fue la gente la que me buscaba y me buscaba, hasta que un día designé un lugarcito en mi casa y allí trabajaba. Ahora es el salón mejor equipado de La Paz Centro. Lo maneja una hermana mía a la que yo preparé para que se hiciera cargo. Con ella laboran tres personas más.
Muchas personas estudian belleza y no todas logran montar su propio negocio. ¿Qué hace la diferencia?
Yo estudié con diez personas, de ellas sólo dos tenemos peluquería. Como en toda carrera, si vos hacés lo que realmente te gusta, lo vas a hacer con cariño, con amor, vas a tener el carisma exacto para tratar a tus clientes. Yo disfruto lo que hago. Recuerdo que en mi pueblo hay un grupo de danza que se llama Arcilla. A ese grupo yo lo maquillé gratis durante dos años. Y eso que yo apenas comenzaba… A ese grupo todavía lo patrocinamos, así como patrocinamos el concurso de Miss Nicaragua y varios otros concursos. Fijate que personas bien pobres que no tenían para pagarme, yo las maquillaba y arreglaba gratis sus fiestecitas de quinceaños. Te repito, yo disfruto lo que hago. Yo soy de los que piensa que no hay fe sin obras ni obras sin fe. Hay que tener las dos cosas para ser mejores seres humanos.
Lo último que dijiste me llama la atención. ¿Te guías por principios espirituales?
Soy católico. Pero la palabra de Dios la recibo de donde venga. A mí me encanta ser apegado a Dios; te va bastante mejor. Incluso eso te permite atender mejor a los clientes. Recordá que la peluquería es como la sala de un sicólogo. El cliente viene a relajarse, desestresarse. Conversan con nosotros temas que ni con su familia o amigos tienen confianza de hacerlo. Nosotros debemos de tratar de entenderlos.
En la capital vas a conocer personas bien lindas
Juan José se vino de La Paz Centro por recomendaciones de una tía que le motivaba frecuentemente a trabajar en la capital.”Allí vas a hacer cosas más grandes, conocerás personas bien lindas, me decía mi tía”. Se vino. Durante 14 años trabajó en tres salas de belleza. Durante ese tiempo tomó cuanto curso de belleza pudo y aprendió todo lo que debía conocer del negocio.¿Cómo seleccionas a tu personal para que esté en sintonía la mentalidad de ustedes?
El personal de nosotros nace de la experiencia adquirida cuando trabajé como empleado. Las salas de belleza son como un colador, los buenos quedan y los malos pasan. De cada bueno que quedó en aquellos lugares, cuando nació “Juanes Estilistas, reclutamos los mejores. Por eso tenemos un equipo excelente.
¿Cómo es la relación entre los socios?
Excelente. Nos llevamos súper bien. De hecho, nunca hemos tenido problemas laborales. Los proyectos los discutimos nosotros primero y luego se lo hacemos saber a nuestros asociados. Porque las personas que trabajan aquí no son nuestras empleadas, son asociadas que al igual que nosotros nos dividimos los ingresos del negocio. Siento que podemos seguir siendo socios bastantes años más.¿Cómo está organizada esta empresa?
La tenemos sectorizada. Área de corte y químicos; área de lavado y tratamiento de cabello; área de secado (pistoleado) y peinado; manicura; masajes. AsíAnduvo descalzo y aprendió a leer hasta los doce años
En su niñez, Juan José supo lo que era andar descalzo. Aprendió a leer a los doce años de edad. Estudió en la modalidad de primaria acelerada, y se bachilleró en modalidad de educación de adultos. Su socio Juan Luis, es administrador de empresas. Ambos viajan regularmente fuera del país a tomar cursos y conocer de las tendencias de la moda, pues también son asesores de ejecutivas de empresas a quienes asesoran en su maquillaje y vestir.
¿Capacitan ustedes a sus empleados?
Si cada cosa que aprendemos en el exterior la venimos a compartir con ellos. Además cuando hay cursos en el país los estimulamos a participar, dependiendo del tema que sea.¿Cómo se ven de aquí a cinco años?
Nos vemos el doble de grande de lo que ahora somos. Pero será antes de los cinco años.
¿Un mensaje para las personas que deseándolo, no toman la decisión de tener algo propio?
Debemos quitarnos el temor. Muchas veces tenemos la fuerza y talento y no lo hacemos. Hay que tener fuerza de voluntad y arriesgarse.
Tomado de El Nuevo Diario, Managua, Nicaragua.
Sección: Emprendedores.
Miercoles 14 de Enero del 2009.