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Se prepara para recibir un reconocimiento importante. Otro más en su larga y exitosa carrera empresarial en Estados Unidos. Se trata de Esperanza Guerrero de Anderson, Esperancita, como la llaman cariñosamente sus amigos.
Guerrero es originaria de Managua, pero radica en Minnesota, Estados Unidos, desde 1978.
Desde entonces ha estado involucrada en exitosas experiencias empresariales.
“En abril de este año en una revista de Minnesota (Up-Size), que es para empresarios pequeños, me darán un premio importante, que se lo dan a una persona bien reconocida en la comunidad, que ha ayudado a muchos empresarios a triunfar”, comentó.
CON EL PIE DERECHO
En 1978, Guerrero partió hacia Estados Unidos a recibir un entrenamiento especial de un año. “En eso pasó la revolución y decidí quedarme, me fui a Minnesota, me fue muy bien por varias razones, llevaba una buena educación, tenía un Máster en Sistemas de Información Gerencial, hablaba inglés, había tenido una buena experiencia porque había trabajado en el Banco Central por casi 10 años”, recordó.
Guerrero dirigió por siete años una organización sin fines de lucro y aseguró que esa “fue quizás la mejor experiencia que me dio la vida, porque no sólo fue un trabajo en donde yo utilizaba mi entrenamiento, sino que además encontré una causa personal de ayudar a negocios pequeños a triunfar”.
Después fundó una compañía de inversiones, que manejó por 17 años.
En la actualidad es consultora y también miembro de juntas directivas de negocios privados en Estados Unidos.
UNA SUMA DE TRIUNFOSLa carrera de éxitos de esta nicaragüense ha trascendido. Hace unos años fue premiada como la empresaria del año de la región del Medio Oeste, en Estados Unidos; luego fue reconocida como una de las 25 mujeres más famosas en el área de finanzas de Minnesota.
Guerrero asegura que el premio que más le ha llenado, fue el que recibió hace dos años, cuando fue reconocida por su destacada labor en trabajo voluntario en Minnesota. “Ese es uno de los honores más grandes que he recibido porque desde que llegué he dado mucho trabajo voluntario”, dijo.
“Es difícil dejar tu país y empezar una nueva vida en otro, pero por otro lado es fácil cuando tenés algo a tu favor, como en mi caso, no empecé de abajo”, concluyó.
Tomado del Diario La Prensa, Managua, Nicaragua.
Sección: Nicas en el Exterior.
Martes 29 de Enero del 2008.